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Las experiencias de Cuba en materia de desarrollo biotecnológico constituyen también un eslabón importante para el engranaje de este proceso integrador que está naciendo en América Latina y que tiene al ser humano como prioridad esencial.
Así reflexionó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al término de un recorrido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), que realizó este viernes, acompañado por José Miyar Barrueco, Secretario del Consejo de Estado.
«Cuba siempre ha sido un motor impulsor de energía para la integración latinoamericana. Creo que vivimos un momento único donde hay una gran coincidencia en esa visión de los diferentes gobiernos de América Latina», exaltó Correa.
Luis Herrera, director del CIGB le ofreció al mandatario y su delegación una pormenorizada explicación acerca de este sector en el país, así como de los impactos positivos que han experimentado, pese al bloqueo que Estados Unidos mantiene contra Cuba, los índices de salud en el pueblo cubano.
Herrera señaló que en el Polo Científico se producen 91 productos biotecnológicos, entre los que se destacan ocho vacunas para combatir varias enfermedades humanas ya prácticamente erradicadas en Cuba, como la Hepatitis B, el tétanos y la meningoencefalitis.
Asimismo le explicó al presidente ecuatoriano que el 85 por ciento de los medicamentos que se producen en Cuba son fabricados en esas plantas.
Al respecto, el presidente Correa destacó el alto desarrollo de la biotecnología cubana y señaló haber percibido mucho realismo en la eficiencia y los logros. «Creo que es un ejemplo a seguir por toda América Latina lo que hace en este sector esta querida Cuba nuestra», apuntó.
Durante el recorrido por el CIGB, Correa se interesó por algunos productos biotecnológicos que se producen en Cuba, entre ellos la vacuna terapéutica contra el cáncer, que sería uno de los «inmensos márgenes para la cooperación mutua en este campo», porque —dijo— su gobierno tiene el deber constitucional de prestar ayuda médica absolutamente gratuita y responsabilizarse con las personas que padecen enfermedades graves, y «vamos a comenzar atendiendo el problema del cáncer».
El presidente ecuatoriano se refirió también al impulso actual que alcanza la integración latinoamericana y que se puede estimular con la creación y el desarrollo a nivel regional de la industria farmacéutica y biotecnológica.
Entre los acuerdos de cooperación firmados de manera bilateral el jueves último, se subraya el encaminado al intercambio de vacunas y productos biotecnológicos.
En Ecuador, según consideró Caroline Chang, ministra de Salud Pública, «falta mucha investigación para nuevas vacunas y carecemos, sobre todo, de medicamentos genéricos, innovaciones, por eso las oportunidades que tengamos ahora de trabajar con la cooperación y el asesoramiento de Cuba, nos permitirá comenzar a fortalecer nuestro desarrollo tecnológico y biotecnológico».
