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Una especie de hormiga ciega, subterránea y depredadora, de unos dos a tres milímetros de largo, fue descubierta por investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, quienes creen que pudiera ser el eslabón perdido en el mundo de los insectos. Los científicos, que la han llamado «hormiga de Marte» (Martialis heureka) por su extraña singularidad característica, afirman que tiene una combinación de características nunca antes registradas. «Es una especie adaptada a habitar bajo la tierra, es pálida, y no tiene ojos pero sí grandes mandíbulas que creemos utiliza para capturar a su presa», afirmó el biólogo Christian Rabeling, quien dirigió la investigación que localizó el nuevo animal en Brasil. Desde 1923, esta es la primera vez que ha sido descubierta una nueva subfamilia de hormigas con especies vivientes de estos insectos. Los expertos afirman que las hormigas evolucionaron de las avispas hace más de 120 millones de años, y que el ejemplar ahora hallado pudiera ayudar a entender esta transformación histórica.
Las plantas lanzan al aire una sustancia química parecida a la aspirina o ácido acetilsalicílico para así mejorar sus defensas y recuperarse de alguna lesión. El descubrimiento, realizado por científicos del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de EE.UU., permitió detectar que cantidades significativas de sustancias químicas como esta pueden ser encontradas en la atmósfera cuando las plantas responden a sequías u otros peligros, pues con ellas disparan mecanismos para la formación de proteínas que aumentan las defensas bioquímicas. Este hallazgo pudiera ser muy útil para los agricultores, ya que la presencia de emisiones de salicilato de metilo les permitiría anticiparse a problemas con su cosecha. No obstante, ahora se investiga sobre los efectos negativos que pudieran tener estas «emisiones» al juntarse con los gases industriales que hay en la atmósfera, lo cual pudiera provocar mayor contaminación e influir en el clima de manera local.
Una pastilla de silicio minúscula, de espesor inferior a una décima de milímetro y recubierta con una capa de plomo tan delgada que su grosor no supera los cuatro o cinco átomos de ese metal, se ha convertido en el espejo más perfecto jamás fabricado. El invento, realizado conjuntamente por un grupo de investigadores españoles, británicos y austriacos, podría servir para fabricar un microscopio de nuevo tipo, llamado microscopio de átomos, con el cual se estudiarían a nivel atómico muestras muy frágiles, como membranas celulares o microcristales de proteínas, que se dañan al ser iluminadas por el haz de un microscopio electrónico. A su vez, su aplicación sería útil en el desarrollo de nuevas pruebas de diagnóstico para disímiles enfermedades o para la detección más eficiente de embarazos.
Fuentes: BBCMundo, Prensa Latina,Biogeosciences y Advanced Materials
Frase célebre: En principio la investigación necesita más cabezas que medios. Severo Ochoa, médico español.
