También disminuyeron las posibles secuelas por esa causa, gracias al programa piel a piel que se aplica en el país
Santa Clara.— El programa piel a piel aplicado en el país a los niños que nacen con bajo peso, incrementó la supervivencia de estos y redujo al mínimo las posibles secuelas por esa situación, confirman los resultados de esa práctica en el Hospital Materno Mariana Grajales, de Villa Clara.
Ese método, en sustitución de la incubadora, que comenzó por Pinar del Río, consiste en colocar en una bolsa de felpa al niño para luego situarlo sobre el pecho de la madre, explicó la doctora Caridad Herrera Manso, jefa del grupo provincial de Neonatología.
En esa posición lo mantienen casi las 24 horas del día, mientras la lactancia se concreta a la libre demanda del pequeño, que al ser manipulado solo por la progenitora tiene menos posibilidades de complicaciones por infecciones.
Otras ventajas son que este contacto con la madre le proporciona calor, siente también el latido de su corazón, lo cual ayuda al niño al desarrollo del sistema nervioso y recupera más rápido el peso necesario para continuar su vida normal en la casa.
Desde que comenzó hace un año este método en la provincia, 43 madres y sus hijos se valieron del programa piel a piel, destinado a los que nacen por debajo de los 2 500 gramos y con menos de 1 500 gramos, considerados casos extremos.
Según Herrera Manso, por esa causa las afectaciones resultan poco frecuentes, aunque pueden aparecer trastornos auditivos, visuales, motores y afectivos.
Subrayó que entre las causas del bajo peso, figuran la hipertensión asociada al embarazo y las sepsis vaginales y urinarias.