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Foto: Roberto Meriño Marinos rusos del velero Palada rindieron tributo, este viernes en La Habana, a los más de 80 marineros cubanos y tres norteamericanos que perdieron sus vidas durante la Segunda Guerra Mundial, específicamente entre 1942 y 1944, cuando submarinos alemanes hundieron sus embarcaciones en los mares de la isla caribeña.
La tripulación, que se encuentra en Cuba desde el 16 de marzo, depositó una ofrenda floral en el obelisco, situado en la Avenida del Puerto habanero, que evoca esos sucesos.
El capitán de la nave, Nikolai Zórchenko, comentó que las autoridades cubanas han brindado una calurosa acogida a la dotación del Palada, visitado por diplomáticos rusos y cubanos, parlamentarios y funcionarios públicos.
Con su escala en La Habana, el velero ruso concluyó la primera etapa de su vuelta alrededor del mundo. En la rada habanera se realizó también la rotación de los cadetes. Procedentes de diversas escuelas navales del Territorio de Primorie (Lejano Oriente ruso) 110 grumetes reemplazaron a los 116 que habían llegado a Cuba y que partirán de regreso a su patria hoy sábado.
El nuevo relevo zarpará esta tarde para continuar su circunnavegación hasta regresar al puerto de Vladivostok, del cual partió el 2 de noviembre de 2007.
Cuando culmine su viaje de nueve meses, habrá hecho escala en 22 países; ya han visitado Filipinas, Panamá, Papua Nueva Guinea, Nueva Zelanda, Samoa Occidental y Venezuela, la escala anterior.
Ha recorrido más de 17 000 millas náuticas, en una expedición dedicada al aniversario 190 de la circunnavegación de barcos rusos comandados por Faddei Bellinsgauzen y Mijaíl Lázare; y al aniversario 50 de las exploraciones árticas rusas.
El Palada, con 18 años de vida, es considerado el velero más veloz del mundo, alcanza más de 18 nudos, y ha ganado concursos, regatas y otras competiciones.
Pertenece a la Universidad Tecnológica de la Industria Pesquera del Lejano Oriente.
