Cercana al medio siglo de fundada, la PNR forma más de mil futuros combatientes en la escuela Mártires de TararáCuando la conocimos, a Daymaris Batista le quedaban horas para ser policía. Tenía solo 21 años y ya dominaba con destreza todas las habilidades de un agente del orden público.
En solo cinco meses y medio aprendió a sortear muchos de los problemas que pueden presentarse durante un operativo, manipular la técnica con pericia y efectuar el trabajo preventivo en las comunidades.
El pasado 28 de diciembre la joven tunera, junto a más de un centenar de compañeros, abrazó el anhelado título que la convirtió en parte del cuerpo uniformado de nuestra Policía Nacional Revolucionaria.
Días intensos preceden a estas jornadas de graduación en la escuela Mártires de Tarará, una de las instituciones rectoras de la formación general y especializada de la PNR en el país. Los jóvenes que se preparan en esa escuela del MININT provienen de todas las provincias.
En este año, cuando la PNR se acerca a su casi medio siglo de fundada, se encuentran formándose en dicha institución más de mil futuros policías.
Prevenir, evitar y enfrentar«Cada uno de nuestros agentes tiene que ser capaz de prevenir, evitar y enfrentar cualquier acción delictiva que encuentre a su paso. Hablamos también de una fuerza que debe estar lista para afrontar la más mínima maniobra del adversario».
Lo anterior lo sostiene el teniente coronel y Máster en Ciencias Juan Alberto Regueira, subdirector docente del centro. «A partir de 2004 la Mártires de Tarará se especializó en la formación básica y ya tenemos más de 3 500 egresados», agrega.
La institución cuenta con modernas aulas donde sus estudiantes aprenden desde la base introductoria de la vida militar hasta las más diversas técnicas de la investigación policial, sin olvidar la computación, la defensa personal y el idioma.
El centro docente está dotado para formar durante un año a los agentes en más de una decena de especialidades: Oficial investigador, Instructor policial, Oficial de guardia carpeta, Jefe de sector, Oficial de tránsito, Jefe de destacamento, Investigador criminalístico, Oficial de mando, Información y análisis, así como Dirección.
También ofrece otros cursos como Oficial de tránsito motorizado y el de formación de choferes de patrulla, estos dos últimos se imparten durante cinco meses y medio.
Para el entrenamiento de tales conductores, el centro posee un moderno simulador. Ese es uno de los lugares preferidos por los docentes ya que pueden conducir sin tener que llegar al asfalto. Este imitador es un carro patrullero acoplado a una computadora que tiene instalados diferentes ejercicios de conducción.
Cuenta además con áreas para ejercitar el tiro, un colchón donde los jóvenes desarrollan las diferentes habilidades de defensa personal, y otros sitios para el adiestramiento en el manejo de la tonfa.
«Tenemos un programa que incluye cerca de 20 asignaturas, porque un policía tiene que prepararse con el mismo rigor con que se forma cualquier profesional, solo que nosotros aceleramos el aprendizaje, y no por eso pierde calidad la enseñanza», señala Regueira.
«Se les imparte Historia, Política actual, Ética, Sociología, Comunicación social, Psicología, Ortografía y Redacción, entre otras materias. Una vez que pasen estos cursos básicos, pueden optar por la Licenciatura, en el Instituto Superior», explica el Subdirector docente del centro.
La fuerza del ejemploLos jóvenes no ingresan al azar en esta escuela del MININT, sino después de un proceso de rigurosa selección en el que se analizan sus valores, conducta, aptitud y ejemplaridad. También exigen como requisitos tener 12 grados o técnico medio vencido, y no superar los 35 años de edad.
Tal es el caso de Mixeyi Morejón, quien resultó electa luego de la captación, que se efectuó en las estaciones de policía y en los órganos de selección del Ministerio, por la jefatura provincial de Las Tunas.
El llamado lo escuchó mediante los medios de comunicación. Ella estudiaba Derecho en la sede universitaria de su municipio y rápidamente reconsideró esta propuesta.
Mixeyi solo tiene 20 años, pero sus palabras prometen madurez profesional. No entiende de deslices y descalabros, ni de improvisaciones.«Quien lleve este traje azul deberá respetarlo por encima de todo, porque una vez que lo luzcas eres una persona de referencia ante la sociedad. Tú conducta siempre va a ser ejemplo o punto de partida para cualquier valoración», mantiene la jovencita.
A Yailin Cruz le apasionan las ciencias criminalísticas. Esclarecer los hechos delictivos utilizando las diferentes técnicas y procedimientos de esta rama la estimuló a superarse.
«Pasé primeramente un curso elemental y luego me incorporé al básico. Es muy interesante aprender a hacer el levantamiento de huellas donde ocurrió un robo o un hecho homicida. Además de contar con la cooperación de todos los factores hasta descubrir el modus operandi de los infractores», expresa.
Todos estos jóvenes que se preparan en la institución serán los nuevos relevos que trabajarán en diversas áreas de las estaciones de policía, en la guardia operativa municipal, también ocuparán los puestos de mando o serán policías de carretera o agentes de tránsito, entre otras ocupaciones.
La escuela Mártires de Tarará posee además un prestigioso claustro de más de 200 profesores, agrupados en 11 cátedras. También tiene una cifra superior a los 400 alumnos en la sede universitaria que acoge en sus aulas.
Las enseñanzas del profesor Yolexis Méndez son fundamentales para saber contrarrestar cualquier alteración del orden público. Él tiene a su cargo la preparación de los alumnos en el dominio de la táctica.
«Forma parte de la disciplina conocer la infantería militar, y es indispensable que los muchachos se desenvuelvan correctamente en el uso de la técnica», destaca.
El mayor Ricardo Herrera lleva 30 años de servicio en la PNR. Ahora se desempeña como profesor del centro. Para este educador el comportamiento de la policía es uno de los legados del Ejército Rebelde.
«Hay muchos hechos protagonizados por nuestros combatientes que son referente obligatorio en la formación de estas generaciones. Hay que seguir la disciplina militar y el sentido del cumplimiento del deber de los hombres que cayeron por la defensa de esta nación», argumenta.
Para los profesores del plantel resulta casi una doctrina aquella frase de Fidel que señala que hay que educar en todos los lugares y ser permanentemente el ejemplo. Hacia ahí apunta la formación del relevo que se multiplica.