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La refinería bullía de trabajo este jueves. Foto: Franklin Reyes Cienfuegos.— La ampliación del alcance de Petrocaribe a la energía eléctrica, la muy probable entrada de Honduras al conglomerado y la reapertura de la refinería Camilo Cienfuegos —una empresa cubano-venezolana que es muestra ejemplar de cooperación energética— serán momentos descollantes de la IV Cumbre de ese proyecto, y evidencia de que se consolida.

 Los adelantos fueron suministrados a la prensa por Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, en la noche del jueves, cuando ya los jefes de Estado y de Gobierno de Haití y República Dominicana —primeros en llegar— estaban aquí, y a escasas horas de que abriera la reunión cimera.

Los titulares del ramo de los 16 países miembros de Petrocaribe, y los de Honduras y Barbados en calidad de observadores, dejaron listos, la víspera, los documentos que aprobarán hoy los jefes de Estado y de Gobierno, entre los que se cuentan una Declaración final y resoluciones que son «recomendaciones técnicas de funcionamiento», explicó Ramírez.

La cita abre a las diez de la mañana en su sede del Hotel Jagua.

Los jefes de Estado y de Gobierno visitarán el complejo de las cien hermosas viviendas conocidas como «Petrocasas», levantadas con la ayuda de Venezuela sobre la recién bautizada Avenida Simón Bolívar.

En apenas dos años de vida, Petrocaribe analiza ya ampliar el radio de acción del Tratado de Seguridad Energética firmado en Caracas, a proyectos de eficiencia energética y para el aprovechamiento de la energía alternativa como la eólica y la solar.

Ello demuestra la buena marcha y el empuje de este engranaje integracionista sobre las bases de la solidaridad, fundado en el verano de 2005 en Puerto La Cruz a instancias de Venezuela, y con la presencia actual de 16 naciones a las que podría sumarse ahora a Honduras.

«Esta IV reunión evidencia que Petrocaribe es un esquema de cooperación sin precedentes», estimó el ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, al término de la reunión de titulares del ramo que desbrozó el camino a la Cumbre de hoy.

Virtualmente asaltado por los periodistas a las puertas del hotel Jagua, sede de la Cumbre, Ramírez explicó que el ahorro es un área de trabajo que se abre también ahora ante Petrocaribe.

El tema estuvo en la cita preparatoria, donde se habló de la experiencia de Cuba y Venezuela en la materia. En el caso venezolano, dijo Ramírez, el cambio de 56 millones de bombillos por ahorradores ha proporcionado al país una disminución en la demanda de 2 000 megawatts, «lo que significó un ahorro efectivo para nuestra nación», puntualizó.

El gas y la petroquímica, como otros de los ejes vinculados al Tratado de Seguridad Energética, también fueron objeto de examen, y en ambos casos se han constituido equipos para estudiar la implementación de proyectos relacionados con el desarrollo en esos rubros y el monto de las inversiones.

La ampliación de la infraestructura para el almacenamiento de gas y crudo en cada una de las naciones miembros centra también los trabajos de Petrocaribe, que ha acordado la entrega de una cuota de 102 000 barriles por día de petróleo y derivados y, sin embargo, está suministrando solo 53 000 debido a limitaciones en la capacidad de almacenamiento en los países beneficiados, acotó, «sin incluir los aportes que se hacen a Cuba en el marco del Acuerdo Energético de Caracas, que son 92 000 barriles de petróleo».

El hecho de que también el almacenaje sea contemplado en el esquema constituye otra evidencia de su generosidad en aras de ser factible.

Los proyectos para el desarrollo de esa infraestructura fueron revisados la víspera por los ministros en la reunión preparatoria, informó Ramírez; entre ellos, los que prevén la dotación de tanques de almacenamiento a las islas del Caribe Oriental, dijo, y consideró a la refinería que hoy se inaugura oficialmente aquí como parte del esquema logístico de Petrocaribe.

«Desde aquí podremos suministrar productos a países centroamericanos como Belice, Nicaragua y Honduras», comentó.

La puesta en marcha de una planta de llenado de bombonas de gas licuado —«balitas», en Cuba— en San Vicente, con una capacidad de 20 000 por día; la entrada en vigor de la empresa mixta TRANSALBA, que ya está fletando buques para hacer el transporte de manera directa y sin intermediarios, también fueron valorados por los ministros y estarán en el prontuario que examinen los jefes de Estado y de Gobierno hoy.

«Petrocaribe se ha fortalecido e institucionalizado; ha establecido sus mecanismos y están funcionando», puntualizó Ramírez.

También se evaluó el avance de los proyectos aprobados en el marco del Fondo ALBA-Caribe, que cuenta con una asignación de 99 millones de dólares para un conjunto de proyectos que no tienen que ver con la energía y que están vinculados al desarrollo social, dijo el Ministro, quien explicó que Petrocaribe tiene estipulado ir avanzando en los temas energéticos pero también en lo social, como un eje fundamental de esa iniciativa de cooperación.

Sin embargo, la iniciativa venezolana que tan rápidamente ha avanzado hasta aquí, no se limita al suministro y el otorgamiento de facilidades a los países dependientes de la importación del crudo y sus derivados, en medio de las asimetrías y la injusticia del mercado.

«Nosotros, como país petrolero, entendiendo que existe una situación asimétrica en el mundo, tomamos esta iniciativa para ayudar de manera directa en la factura energética, pero también para ayudar a cambiar el patrón de consumo, que es altamente derrochador. Es una propuesta que no solo tiene que ser vista vinculada al suministro sino, también, a un uso más eficiente y más responsable de los recursos energéticos», apuntó Ramírez.