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Esta planta, fabricada en la década de los 80 con tecnología soviética, estuvo durante varios años en estado de conservación, luego de decisiones tomadas tras el arribo del período especial.
En 2005 se reactivó la inspección técnica a las instalaciones por especialistas de CUPET y PDVSA, gracias a acuerdos de colaboración entre Cuba y Venezuela.
La empresa mixta entre las entidades petroleras de Cuba y Venezuela quedó establecida de forma oficial el 10 de abril de 2006, con un 51 por ciento de capital isleño y un 49 de la entidad estatal sudamericana.
Para reactivarla y modernizarla la refinería fue sometida a un intenso proceso de reparación capital que incluyó torres, intercambiadores de calor, sustitución de los equipos dinámicos rotatorios y el dragado de 130 000 m3 de sedimentos en el muelle, entre otros muchos frentes.
La entrada de barcos de hasta 70 000 toneladas de peso muerto factible luego del dragado del muelle es de suma importancia, si se tiene en cuenta que la salida mayoritaria del producto será por vía marítima.
Ahora se concluyen las labores de aislamiento térmico en las plantas, al tiempo que es pintada la instalación.
Tras culminar la edificación de la sala de control principal de la planta de proceso y sustituir el sistema de alumbrado general por lámparas eficientes, a lo ya hecho se suma el montaje de 25 kilómetros de cable de fibra óptica para la red administrativa y 14 km para las cámaras de seguridad.
La puesta a punto de una moderna estación telefónica se unió a la implementación del sistema inteligente de control de acceso y vigilancia de la refinería. En noviembre finalizó la construcción de la conductora de agua Damují-Refinería.
