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Especialistas cubanos recapitularon los contundentes elementos científicos que se tomaron en cuenta para la identificación sin margen de error del cadáver del Che
El hallazgo de los restos de Ernesto Ché Guevara y de sus compañeros de guerrilla es considerado como uno de los grandes momentos de la ciencia cubana y un sincero homenaje a esos héroes inmortales, afirmó Ismael Clark, presidente de la Academia de Ciencias de Cuba.
Al cierre del Taller Científico organizado por esa institución en ocasión de la primera década de ese acontecimiento histórico, Clark calificó de contundentes los elementos recapitulados en este encuentro, que reunió a cerca de 200 especialistas cubanos y foráneos, reseñó la AIN.
Subrayó el rigor metodológico con el que fue asumida cada etapa de trabajo y la meticulosa ejecución de todas y cada una de las tareas.
Precisó que la búsqueda, localización e identificación de los restos del Ché y sus compañeros se estima como un logro de fuerte motivación moral para el equipo, que con velocidad y eficacia venció todos los obstáculos de una manera sobresaliente.
La condición humana de los investigadores y técnicos, dijo, constituyen componentes esenciales de la experiencia cubana acerca del desarrollo y utilización social de la ciencia, en un país que a pesar de limitados recursos económicos destaca por la ética de su comunidad científica.
Manifestó que la búsqueda y hallazgo de los restos, que se desarrolló desde 1995 a 1997, es digna de recordar por el desinterés con que fue acometida, en tanto deviene ejemplo del trabajo interdisciplinario y de la motivación moral y el compromiso ético de sus protagonistas.
La condición humana de especialistas y técnicos y los esfuerzos de más de 30 instituciones cubanas fueron destacados por el directivo de la Academia de Ciencias de Cuba, institución que extendió un reconocimiento a todos los que de una forma u otra participaron en esta hazaña científica que consolida, una década después, el alto valor de la ciencia y la socialismo.
El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés entregó diplomas de reconocimiento al Doctor Jorge González, quien encabezó tan importante misión, así como también a otros cuatro expertos.
Durante la cita, diversos especialistas cubanos recapitularon los contundentes elementos científicos que permitieron localizar e identificar de manera positiva al Ché y sus compañeros de lucha en Bolivia.
Los doctores Luis Herrera y Ricardo Leonard explicaron las pruebas de ADN practicadas a los restos óseos del Ché, lo cual permitió, sin margen de error, ratificar que el cadáver hallado en la fosa de Vallegrande corresponde al guerrillero.
Por su parte Jorge González, quien dirigió el equipo cubano en ese entonces, puntualizó que la comparación de una carta dental constituye otra prueba irrefutable de que los restos pertenecen al Ché.
El tamaño, rotación y ubicación de los dientes permitieron la identificación de los restos del guerrillero, ya que se tenía una impresión dental del Ché.
