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Ricardo Cabrisas Ruiz, ministro de Gobierno Arribamos a la edición 25 de la Feria Internacional de La Habana y por ello deseo extender mis sinceras felicitaciones y reconocimiento a todos los productores y empresarios extranjeros y nacionales que, con su participación a lo largo de estos 25 años, han contribuido al éxito de esta importante cita para las relaciones económicas externas de Cuba.
En una ocasión como esta, menciono en primer lugar al promotor y guía de estos eventos el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien en varias oportunidades pronunció el discurso inaugural y recorrió el recinto ferial, dedicó horas a dialogar con expositores y visitantes en sus pabellones y stands; intercambió ideas, a la vez que transmitía y recibía experiencias sobre disímiles aspectos de la producción, los servicios, los avances tecnológicos y sobre cuestiones relacionadas con el comercio internacional. Igualmente participó en actos de premiación y clausura estimulando a todos con su presencia y particularmente, a los galardonados.
También hago extensiva estas felicitaciones de manera especial a sus organizadores: el Palacio de Convenciones pionero en esta actividad, junto al Ministerio del Comercio Exterior, la Cámara de Comercio de Cuba y la Aduana General de la República. Asimismo a ExpoCuba, sede de la Feria Internacional desde su séptima edición en 1989 y a tantos otros organismos que harían interminable la relación, pero que gracias al trabajo de todos ha sido posible presentar estos resultados.
No olvido a los expositores, delegaciones empresariales y oficiales que han concurrido a nuestra feria todos estos años.
A ellos, agradecemos no solo su presencia, sino su apoyo en los complejos momentos pasados y su contribución continua al éxito de FIHAV.
La Feria Internacional de La Habana se proyecta más allá de un evento estrictamente de promoción del Comercio Exterior cubano para paralelamente, contribuir al desarrollo y profundización de la amistad y la cooperación entre las partes; facilitar la comprensión mutua, así como crear las condiciones idóneas para el intercambio de información sobre los últimos adelantos de la ciencia y la técnica; de experiencias y por supuesto, el impulso a los intercambios comerciales sobre bases mutuamente ventajosas.
La Feria Internacional de La Habana ha contribuido también, de manera importante y decisiva, a romper el aislamiento con el que se pretendió condenar a Cuba; ha sido exponente claro de la no aprobación de las medidas unilaterales impuestas por sucesivas administraciones norteamericanas empeñadas en obstaculizar e impedir el comercio con nuestro país y con ello, frenar nuestro desarrollo económico y social. Ha sido expresión de la solidaridad de los pueblos con Cuba, país bloqueado y asediado durante casi medio siglo por la potencia más poderosa de todos los tiempos.
Por otro lado, la Feria ha servido para exponer nuestra verdadera realidad a los visitantes, junto con la tradicional hospitalidad de nuestro pueblo y para presentar las oportunidades que ofrece el mercado cubano, tanto en lo que se refiere a nuestras exportaciones de bienes y servicios, como en lo referente a las posibilidades de satisfacer nuestros requerimientos nacionales de importación. Otro tanto podríamos decir respecto a las diferentes modalidades de cooperación y la promoción de asociaciones económicas en distintos sectores de la economía nacional.
Importante también ha sido su contribución al desarrollo de contactos y negocios entre expositores y visitantes de terceros países que, incluso en no pocas ocasiones, culminan en contratos comerciales.
No albergo dudas en cuanto a la proyección y al papel que deberá continuar jugando la Feria Internacional de La Habana, como el evento más importante de su tipo en el país, y su contribución a los planes de desarrollo económico y social que hemos retomado. Más aun, le pronostico una participación creciente en la promoción del comercio y la integración económica en el contexto de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), cuya dimensión social es parte inseparable del desarrollo.
Finalmente, mis saludos especiales a las personalidades de diferentes países que nos visitan con motivo de la edición 25 de la Feria Internacional de La Habana, a sus expositores y visitantes, agradeciéndoles la confianza depositada en Cuba y su pueblo.
Tomado de www.opciones.cubaweb.cu
