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LA MONA LISA TENÍA CEJAS Y PESTAÑAS, según un ingeniero francés, quien para desentrañar uno de los principales enigmas del retrato de Da Vinci diseñó una cámara fotográfica especial de 22 gigabytes y 13 filtros de colores, notablemente superior a las cámaras regulares que poseen solo tres o cuatro filtros, y además un escáner de 240 megapíxeles, capaz de generar imágenes ultradetalladas. Subyugado por la obra maestra de Leonardo Da Vinci, Pascal Cotte reconstruyó, a partir de imágenes de alta definición, no solo el proceso de deterioro que la obra sufrió a lo largo del tiempo, sino además los pasos, pintura sobre pintura, dados por el artista en su creación. El ingeniero parisino dice haber encontrado en las imágenes de alta definición una pincelada sobre el ojo izquierdo, lo que conduciría a pensar que estas existieron y que fueron borradas en los sucesivos esfuerzos de restauración. Los sensores desarrollados por Cotte para captar no solo las ondas lumínicas del espectro visible, sino también aquellas que caen en las áreas de infrarrojo y ultravioleta, que son invisibles al ojo humano, hicieron posible descubrir además que Da Vinci cambió de parecer sobre la posición de dos dedos de la mano izquierda de la Mona Lisa, y que la archiestudiada sonrisa iba a ser en principio un tanto más expresiva. DUPLICAR LA MEMORIA DE LOS DISPOSITIVOS MÓVILES sin necesidad de agregar nuevas tarjetas será posible gracias a Crames, un software que permite aumentar la capacidad de almacenamiento de teléfonos, cámaras digitales o reproductores de MP3. Desarrollado por investigadores de la Universidad de Northwestern (EE.UU.) y de la compañía Nec, el programa comprime de forma automática los contenidos reduciendo su peso a menos de la mitad, lo que deja más espacio para almacenar nuevos archivos digitales...
