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En seis meses en el Gran Hotel se han ahorrado 41 300 kW, el equivalente a unos 4 700 CUC. Foto: Franklin Reyes Marrero

Reconocido como uno de los mejores del país en la atención al cliente, en la categoría tres estrellas de la cadena Islazul, en el hotel se trabaja desde hace algunos años para reducir los costos. Bebidas, alimentos, transporte... todo es contabilizado en función de ser más eficientes.

Casi nada escapaba a la vista del consejo de dirección y de los trabajadores; mas, ¿qué sucedía con los consumos energéticos?, un elemento que, aunque no se ve y palpa a simple vista, representa buena parte de los gastos de cualquier empresa.

El hotel estaba considerado como el de mayor gasto de energía entre las siete instalaciones de su tipo de la Cadena Islazul en territorio camagüeyano, por lo que fue seleccionado para implementar el Sistema de Gestión Total y Eficiente de la Energía (SGTEE), tecnología que propuso un perfeccionamiento en el sistema de gestión energética.

Guillermo Rodríguez Torres, técnico de Ahorro y Uso Racional de la Energía en la empresa, comentó que la implementación del estudio, dirigido a reducir los costos, no solo permite conocer los consumos por equipo, sino que informa sobre cuáles sustituir y los más eficientes que deben instalarse.

«Aquí se calculó el consumo energético bombillo por bombillo y equipo por equipo de todo el hotel. Los altos consumidores funcionaban mucho más de lo que se necesitaba. Identificamos nueves áreas claves, con 15 puestos de alto gasto energético».

Muchas han sido las iniciativas implementadas en el primer semestre del presente año en el centro para disminuir los costos totales. Pueden mencionarse muchas, pero las surgidas en medio de las trasformaciones en las áreas de La Cafetería, del Horno, del Piano Bar y de las oficinas, dan muestras de sistematicidad en pos del ahorro.

«Nos dimos cuenta de que con la materialización del sistema nos quedaban reservas por explotar. A seis meses de implementado este proyecto hemos ahorrado 41 300 kW, que equivalen a más de 4 700 CUC», comentó Heriberto Valdés Fontela, jefe de Mantenimiento del hotel.

La materialización de esta nueva concepción de ahorro por cada área clave identificada en la institución fue un cambio radical, no solo en la manera de organizar la labor diaria, sino en la percepción que hasta el momento tenían sus más de cien trabajadores acerca de la política de ahorro.

Para Juvenal Guillén, jefe del área de la Cocina, identificada como clave por el alto consumo de agua y electricidad del horno, aunque las cosas al principio resultaron engorrosas y hasta un poco extremas, después todo fluyó: «El horno era como un refrigerador: se abría y cerraba constantemente, y no era fácil cambiar de costumbre de un día para otro, pero entendimos que era necesario y nos organizamos. Hoy los alimentos se preparan en bloque, de manera que no se afecte el servicio y se reduzca el consumo».

En esta misma área nacieron las iniciativas, y no se hizo esperar la que transformó la inmensa puerta que comunicaba la cocina con el local del lunch por una ventana que no deja escapar el aire, conservando el clima del lugar y prolongando la vida útil de la técnica de refrigeración.

«Incluso se pegaron cartelitos en cada equipo del hotel que informa de su consumo, el horario en que debe ser usado y apagado, y el ahorro que estos proporcionan por hora sin trabajar», enfatizó Juvenal.

Otras áreas claves no escaparon al perfeccionamiento energético: El Piano Bar, la Cafetería y hasta las oficinas, estas últimas equivalentes a 14 habitaciones funcionando a tiempo completo, reajustaron los horarios para encender los climatizadores.

Una nueva etapa de ahorro llegaba a las puertas de este tres estrellas y con esta un compañero en busca de la eficiencia. Ese nuevo sujeto es José Antonio Rodríguez del Risco, el trabajador social, que asume junto a la dirección del hotel la tarea del ahorro energético.

José Antonio perdió por completo su nombre. Para todo el mundo es el TS de la institución y no precisamente por las iniciales que lo identifican como trabajador social, sino porque el joven, de solo 20 años, camina kilómetros dentro de esta institución y aún nadie sabe cómo se las arregla para pasar por tantos lugares.

El nuevo epíteto ha surgido de una comparación popular y cariñosa de este colectivo por su muchacho: «Un día iba caminando muy rápido para la Cafetería cuando, en amistad, me dijeron que parecía una moto TS. Me compararon con la velocidad de una TS, y desde entonces soy el TS: Trabajador Social y el TS de la moto que siempre anda corriendo. La verdad que no me molesta que me digan así, pues este alias que me he ganado es de respeto y por el constante trabajo».

—¿Difíciles los inicios?

—Como todo. Hubo que hablar y explicar constantemente la importancia del proyecto hasta que se crearon los hábitos de ahorro. El éxito de lo que ahorramos está en la unidad de todos los factores de la institución y en la comunicación que mantenemos.

—¿La mayor satisfacción?

—Los resultados. Y ya comenzamos, junto a Lida Vega, la directora del hotel, a profundizar y perfilar las estrategias para mejorar los indicadores de gastos. 

Consumo Total por meses en Centros donde se aplica la Tecnología de la Gestión Total y Eficiente de la Energía

En 65 centros de la provincia agramontina se aplica la TGTEE. Según información aportada por el ingeniero Rolando Camalleres Alba, director de la Unidad Empresarial Básica de Regulación de la Demanda Eléctrica, perteneciente a la Empresa Eléctrica de Camagüey, después de un primer período de diagnóstico e implementación, en los últimos meses se aprecia una tendencia a la disminución de los consumos de los diferentes portadores energéticos en las empresas involucradas.

Gráfico de la provincia acerca del Consumo por Pico,durante los primeros seis meses de este año en Centros donde se aplica la TGTEE