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«Los líderes de nuestra organización deben estar preparados y deben ser ejemplo. Debemos llevar al Che en la acción diaria y no solo en los pulóveres», dijo Alberto Menéndez, segundo secretario del Comité Primario de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana.
Y la reflexión de este joven motivó a muchos sobre un tema esencial para la vida de la militancia y de su organización, y también sobre quienes deben saltar por encima de la definición de «cuadros» para alcanzar el liderazgo, única forma verdadera de dirigir, cohesionar, movilizar, enamorar e incentivar la participación de la masa de jóvenes en las tareas de la Revolución.
Así ocurrió durante el balance del trabajo de la UJC en la Universidad de La Habana, institución que tuvo el privilegio de que desde allí Fidel alertara a la sociedad, y en especial a los jóvenes, sobre los peligros internos que acechan a la Revolución, en el aniversario 60 de su ingreso a las aulas de esa casa de altos estudios.
Como objetivos futuros quedaron establecidos fortalecer el papel del comité de base como principal espacio de debate político, y garantizar que la Juventud Comunista sea realmente la guía de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
Además, mejora la planificación y control de los procesos políticos, enfatizando en la evaluación de los militantes.
Una profesora de la Facultad de Artes y Letras abogó por colegiar los intereses personales con los de militante de una organización política, y por tomar el tránsito por la UJC como un momento en el que se crece política y culturalmente.
Este encuentro, que tuvo su antecedente en junio de 2003, clausuró tres semanas de análisis realizados por cinco comisiones, una de estas integrada por vez primera por jóvenes del personal docente comprendido en esas edades.
Los participantes analizaron la contribución de las organizaciones en tareas fundamentales del país, como el censo vinculado con la Revolución Energética, la campaña contra el Aedes aegypti, en labores docentes en tecnológicos, secundarias y preuniversitarios, así como con los trabajadores sociales.
Se debatieron aspectos claves en el funcionamiento de la organización, como el ingreso a la militancia, y el pálido reflejo que suelen resultar las actas frente a lo que se discute en las reuniones del comité de base.
La reunión formó parte de las actividades que se realizan por el aniversario 45 de la UJC y el 280 de la Universidad.
