Con asesoramiento del maestro, los monitores condujeron la clase. Foto: Roberto Morejón La escuela estaba en total ebullición. Los estudiantes apenas podían reconocerse con los movimientos del casino. Una vuelta y otra de aquella rueda era un alarde de agudeza en el pasillo. Los más rezagados trataban de imitar a los expertos, que ahora marcaban un enchufle. Era el horario de receso de la Escuela Secundaria Básica Experimental José Martí, en el municipio de La Habana Vieja.
La propuesta de potenciar ese baile popular entre los alumnos surgió al calor de los debates del IV Congreso de la Organización de Pioneros. El colectivo se dispuso a satisfacer esta iniciativa, por su alto nivel de aceptación y ser además un espacio que promueve el sano entretenimiento.
Luego el timbre llamó a las aulas para continuar la jornada docente. El ajetreo para llegar a tiempo causó gran alborozo. Pero la sorpresa fue mayor cuando vi a los pequeñines asumir la conducción de la clase.
Este viernes, los monitores de las asignaturas en todas las escuelas primarias y secundarias del país homenajearon al maestro Manuel Ascunce Domenech. Las aulas estuvieron bajo la tutela de los muchachos más destacados en cada materia.
Maité Mezquía, de octavo grado, comentó que al principio se sintió un poco nerviosa, porque estaba impartiéndoles clases de Historia a sus mismos compañeros. Después estuvo más segura de sí, y terminada la teleclase comenzó la ejercitación y el esclarecimiento de las dudas. Argumentó que la preparación previa con su profesora le facilitó dominar la actividad con destreza.
En la tarde los destacamentos de la José Martí, al igual que el resto de los centros del país, realizaron la primera gran asamblea oficial para darles seguimiento a los planteamientos del Congreso.
La vicepresidenta de la OPJM, Keyla Estévez, al hablar sobre la importancia de este debate sostuvo que posibilita valorar la solución de problemas expuestos por los estudiantes en la cita nacional. Además de que se trazan metas para lograr mayores resultados no solo docentemente, sino en el desempeño integral de los alumnos. «El objetivo es mantenernos en Congreso», afirmó.
Y para seguir admirados fuimos partícipes de varias competencias donde los muchachos se desempeñaron como exploradores.
La utilidad de los nudos, la orientación por medios naturales, el dominio de las partes del cuchillo y otras habilidades animaron la competencia que los terceros viernes de cada mes los pioneros de esta secundaria realizan en el Día del Explorador.
En un aula de séptimo grado conocí a Carlos Luis Hechavarría, delegado al IV Congreso, quien afirmó que todos los días de un pionero deben ser diferentes, no solo por lo nuevo que aprenden en clases, sino por los aportes de otras actividades a su formación.
Para Carlos las iniciativas no pueden surgir solo de la dirección del centro o de sus profesores, sino esencialmente desde los destacamentos, donde mejor se conocen los intereses y necesidades de cada pionerito.