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SANTA CLARA.— En 43 países han concedido patentes al G-1, un principio activo a partir del cual se elaboraron productos de probada eficacia biológica para la agricultura y la medicina veterinaria, y en la actualidad está en vías de concretarse otro para la utilización en humanos.
En el mercado internacional no existe un producto como este, creado en el Centro de Bioactivos Químicos, de la Universidad Central de Las Villas, que combina propiedades que presentan los más potentes antibióticos y funguicidas existentes en el ámbito internacional.
El doctor Nilo Castañedo Cancio, director del Centro, explicó que el G-1 es eficaz contra bacterias y hongos que resultan resistentes a otros medicamentos comercializados en el mundo. A partir del G-1 se fabricó el Vitrofural, esterilizante químico, segundo de su tipo en el mundo, empleado para evitar la contaminación por bacterias y hongos en la obtención de vitroplantas. En la actualidad se cubre la demanda nacional de este, destinada a empresas de semillas y los centros de investigación que aplican biotecnología.
El otro registrado es el Furvinol, ungüento oftálmico para el tratamiento de enfermedades causadas a animales por bacterias y hongos, concretado en conjunto con los Laboratorios Biológicos y Farmacéuticos (LABIOFAM).
También obtuvieron el Dermofural, con amplias posibilidades en el tratamiento de afecciones dermatológicas y para pacientes que presentan quemaduras profundas contaminadas con bacterias.
Este último, logrado en cooperación con el Centro de Desarrollo de Medicamentos, después de pruebas en animales y ensayos clínicos en personas, se encuentra en proceso de validación para su producción y comercialización.
Castañedo Cancio destacó que prospera el desarrollo de fármacos a partir de estudios computacionales en campos de gran interés mundial como son las enfermedades bacterianas, virales, parasitarias y en el cáncer. Algunos de estos, precisó, se encuentran en fase avanzada, en colaboración con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
