La tecla del duende
Tarareaba un fragmento de esos versos musicalizados que tanto han inspirado a los tecleros, los de Hamlet Lima Quintana, todo un himno nuestro. Me refiero a Gente necesaria. Y para ellos, la columna de hoy:
Hay gente que tiene magia, que hace bonito un enfado, que transforma lágrimas en carcajadas. Que te dan la mano, que no se olvidan de un cumpleaños, que tienen arte en los ojos, también en los labios. Sí, gente que tiene música, que tiene mundo que cambiar, que tiene duende, que sorprende, que te saca a bailar.
Hay quien te hace el amor, con un mensaje, con un «te echo de menos», con un susurro, con un beso. Gente que te roba suspiros, y versos; que te rompe miedos, que te besa heridas, que usa canciones para darte los buenos días.
Hay gente que está rota, rota por dentro, pero te mira, y consigue que sonrías, sin tú saberlo. Que regala momentos, regala ganas, motivos y aliento.
Seres que te cuidan, con un simple cómo estás, te mandan flores que no necesitan riego, que te hace perderte, buscarte y encontrarte en silencio.
Hay gente que te piensa, que te quiere bonito y que te despierta, para que sueñes de nuevo. Nunca encuentras como decir gracias, gracias por todo esto... Gente que se queda, aunque se vaya, en lo que es tu propio cuento.
Los tecleros capitalinos no pudieron reunirse el sábado anterior, a causa de la lluvia. La próxima tertulia será en septiembre, pero en agosto habrá ocurrencias.
Los ocurrentes de Holguín, mientras se alistan para el aniversario, compartieron esta semana en la sede provincial de la Uneac con la Brigada de Solidaridad Juan Rius Rivera, de Puerto Rico. La tertulia holguinera es la única del país que tiene un Comité de Solidaridad con la nación boricua.
En Las Tunas habrá tertulia de duendes este sábado 16 de julio, desde las tres de la tarde, en la Casa de la Décima. Hablarán sobre la recreación e iniciativas para este Verano con todos, aunque las propuestas abarcarán todo el año.
Flor pálida: Puedo devolverte los colores, solo requiero de una sonrisa. Jardinero central.
Enseña a los niños, y no será necesario castigar a los hombres. Pitágoras.
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