La tecla del duende
Si me preguntan de dónde te conozco, no les diría que del mundo virtual. Quizá de otra vida, de modo que trato de revivir una felicidad que compartimos. O quizá de alguna visita a Guaracabulla, a donde nos llevó la magia de los duendes. Si me preguntan de dónde fluye tanto amor, así, sin haber estrechado nuestras manos, les diré que te conozco por esa magia que solo comprende el corazón. La de saber que la persona correcta te mira a los ojos, aunque esté lejos.
Si me preguntan, no puedo ofrecer conclusiones. Usualmente caemos en la trampa de emitir un veredicto para seguir adelante. El camino sigue, las conclusiones cambian, pero la química no engaña y la voz del alma se escucha desde lejos. No dejes de hablar, el sonido se percibe como vibración desde la fuerza de una mirada (Enviado por FerdeCuba).
Los tecleros del Yayabo tienen la encomienda de iniciar los festejos de nuestros lectores por toda Cuba, rumbo al fin de año y el Día del Educador. Será el 1ro. de diciembre, desde las 10:00 de la mañana, en el Museo de Arte Colonial. Los tecleros de Guaracabulla planifican una visita, como tertulias hermanas y vecinas; ojalá se propicie. Me cuentan que desde Fomento pudieran llegar también. ¿Y de Camajuaní? ¿Y de Taguasco? ¡Lleguen todos y súmense a la fiesta! La Tecla invita.
Desde Camagüey nos escribe Noelvis, para conocer en qué consiste esta columna. Confiesa que lee todo el periódico, incluyendo esta sección, y quiere participar pero no sabe cómo.
De seguro tenemos muchos lectores como Noelvis que pueden enviarnos textos al correo que aparece al inicio de nuestra sección cada semana. Graffitis, reflexiones, todo lo que contribuya a la felicidad colectiva. Si quisiera intentar una definición de quiénes somos, diría que se trata de una familia cuyos miembros colaboran entre sí, construyen encuentros, fraguamos de conjunto esta columna. Bienvenido Noelvis, muchos como tú también se sumarán.
Atria V.: Si me miras y no respondo, compréndeme: tus ojos me conquistan, me silencian. Déjame solo quedarme absorto. Panchito.
21
