La tecla del duende
Un niño y un fusil. Estos símbolos, que aquí nunca han sido disyuntiva para la mujer cubana, se integraron hace 48 años en otra imagen para nombrar su «rebelde ternura». Desde entonces, cada vez que asoma el ícono, vuelven al recuerdo o a la energía diaria las pasiones de beso y bala, de manigua y lecho, de muerte y clarinada. Una de ellas es la de estos muchachos en el Camagüey de nuestros mambises...
Idolatrada esposa mía:
Mi pensamiento más constante en medio de tantos afanes es el de tu amor y el de mis hijos. Pensando en ti, bien mío, paso mis horas mejores y toda mi dicha futura la cifro en volver a tu lado después de libre Cuba ¡Cuántos sueños de amor y de ventura, Amalia mía!
(...) Lo primero en el mundo para mí eres tú y mi ocupación más importante... Si tú supieras cómo el corazón te adora, cómo mi pecho se abrasa y arde por ti, solo por ti, siempre por ti...
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Ignacio adorado:
Después de tantos meses pasados sin que llegara ninguna carta tuya, y de no tener noticias sino las que da en sus periódicos el enemigo, he tenido el placer imponderable de recibir tu cariñosa y querida carta...
(...) ¡Ay, Ignacio mío, el corazón parece querer saltárseme cuantas veces la leo; cada una de tus esperanzas, cada tormento, cada palabra, me hacen sentir demasiado,... y me admiro de encontrar fuerzas para vivir tanto tiempo lejos de la mitad de mi alma... Recuerda que tu amor es mi bien y tu existencia indispensable a la mía...
Adiós, mi más bien querido... Escríbeme siempre. Tuya eternamente, Amalia. (Tomado del sitio web de la revista Zunzún)
«Duendadas» de Sancti SpíritusLos ocurrentes de esta provincia tertuliaron en el Jardín Botánico hasta que —caminata y sol mediante— se fueron a repartir amistad a la ciudad «espiritual y santa». Las Teresas, las Armindas, Carlitos y su tribu... no paran su paso de ingenio. Despedirán el verano en Cienfuegos. Crece la tecla.
GraffitiH y J: Mientras el sol salga estaré viva para ustedes. Mamita
SemillaLa vida es una oportunidad, aprovéchala./ La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala./ La vida es sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo./ La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo./ La vida es un bien precioso, cuídalo.
La vida es riqueza, consérvala./ La vida es amor, gózala.
La vida es misterio, desvélalo./ La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala./ La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo./ La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, arrástrala./ La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.
(Madre Teresa de Calcuta)
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