Frente al espejo
«Para motivar la interacción con el alumno joven o viejo, toda clase debe ser particularmente recreativa, y partir de ejemplos de la vida cotidiana que hagan que seamos participantes integrales de lo que se explica (Los desnudos de Lady Gaga, Luis Raúl Vázquez Muñoz, 30 de mayo).
Ello es válido para las ciencias, y para las letras —tal como el caso de Historia— puede bastar con un poco de épica y buena oratoria en lo que se describe, más un favorable acompañamiento visual en todos los casos, utilizando, quien lo tenga, las Tecnologías de la Información y la Comunicación y cuanto medio audiovisual posea (incluyendo las pizarras y los franelógrafos, que aquí no han pasado de moda).
Pero, sobre todo, el profesor que ame su trabajo debe prepararse adecuadamente y con antelación, seleccionar lo que va a decir y mostrar, y tener en cuenta la idiosincrasia personal y colectiva de los alumnos que tiene, para llegar al despierto y al abúlico. Así su clase podrá ser amena y el tiempo volará sin que los estudiantes se den cuenta». (Sachiel)