Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Mayte del Rey Anaya (Francisco Hodelín 63, Songo La Maya, Santiago de Cuba) se ha mantenido con una presencia insistente durante años en esta columna, esperando por que las autoridades de ese municipio santiaguero cumplan con la promesa hecha de resolver su grave problema habitacional.

Ella, maestra, denunció aquí el 30 de junio de 2022 su crítica situación, viviendo en dos cuartos de madera en pésimo estado con sus siete niños. Y con una salud delicada: operada cinco veces, con dos infartos y dos paros cardíacos. Añadía que por más de cuatro años pidió ayuda para construir una casa. Y un año atrás le indicaron que estaba en el plan del municipio, pero no le habían hecho el plano ni la habían visitado más nunca.

Decía que varias veces fue a Vivienda Municipal, y la Directora no la atendía. Iba al Gobierno local a ver al Presidente o al Vicepresidente, y el custodio y la recepcionista le decían que no estaban o estaban reunidos. Pero ella los veía entrar y salir.

No recibió respuesta del Gobierno Municipal ni de la Dirección de Vivienda. Y el 7 de marzo de 2023 volvió aquí, para acotar que seguía sin solución y sin información. «Llevo tres años esperando por la construcción de mi casa, decía. Estamos viviendo hacinados en mi casa en muy malas condiciones. Cada vez que me quejo vienen y dicen que van a hacer la vivienda. Y es mentira».

No hubo respuesta entonces. Y el 31 de octubre de 2023 Mayte indicó aquí que al fin el 1ro. de abril de ese año se decidió la construcción de su casa y la demolición de la vieja para trabajar en la ejecución.

Y decía que en ocho meses lo que le asignaron fue 20 bolsas de cemento y 30 barras de cabillas. Vivían hacinados en una vivienda prestada. En esos últimos meses se agravó la situación del país y según los dirigentes municipales, en el mes recién concluido llegaron diez toneladas de cemento a Mantenimiento Constructivo, la institución que patrocina su obra, y se lo dieron a alguien que va a ejercer cargo de dirección en el municipio.

Al fin, el 30 de diciembre de 2023 respondió Iroslán Castillo Betance, intendente de Songo La Maya, que una comisión de la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV) explicó a Mayte que en revisión hecha en la Subdirección de Inversiones de la DMV su caso estaba incluido en el plan de inversiones de 2023.

Se le aprobó una construcción Tipología III; con portal, sala, comedor-cocina, tres habitaciones y baño sanitario. Y en esos momentos por problemas con la entrada de cemento y acero al municipio, no se avanzó, por lo cual la obra continuaría en el plan de 2024 por la empresa patrocinadora, pues desde junio no entraba cemento P350.

La empresa patrocinadora recibió diez toneladas de cemento, pero del tipo P250, que no es el requerido para la etapa constructiva en que se encontraba Mayte (fundición de zapata y cimentación). Y fue utilizado en cuatro viviendas que se encontraban en terminación.

Añadía el Intendente que se le daba tratamiento como madre con descendencia múltiple por la Dirección de Trabajo. Se ubicó al esposo, antes desvinculado, como trabajador social, con un salario de 5 060 pesos. El núcleo fue beneficiado con un colchón camero y uno personal, una cama personal, un juego de sillones y un juego de comedor.

Y decía que ese núcleo económicamente no puede ser protegido a pesar de estar compuesto por nueve personas, entre ellos los niños, pues su entrada es de 9 506 pesos mensuales. Que se beneficiaría con el módulo de alimentos cada vez que llegara. Y se le comunicó que se retomarían las acciones constructivas de su vivienda en cuanto llegaran los recursos.

Ojalá que en 2024 se pueda terminar su vivienda, concluía este redactor. Y el pasado 3 de diciembre, recibí carta de Mayte, quien describió su historia paralizada: «Esta es la fecha en que no han hecho nada, dice. He acudido a todas las instituciones que tienen que ver con mi caso. Nadie me visita ni me da respuesta. La Presidenta del consejo popular me prometió y aseguró el 18 de diciembre de 2024 que mi vivienda iba a estar terminada en el primer trimestre de 2025. Y esta es la fecha en que más nunca le he visto la cara. Me encuentro en peores situaciones. Sin solución.

«Sigo confiando en la Revolución, añade, con la esperanza que se resuelva mi caso. Porque cada vez que reclamo me busco problemas con mis razones y verdades. Lo único que he recibido de los dirigentes de Songo La Maya son promesas», concluye.

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