Acuse de recibo
El pasado 9 de febrero, y desde la ciudad de Santa Clara, Bárbara J. Mendoza Rodríguez contó aquí que, tras 22 años de desempeño profesional en el Banco Provincial de Sangre de Villa Clara, y en trámite de jubilación, la Dirección de ese centro le planteó que no podía recontratarla porque ella no es «propia» del sector de la salud. Y ella se cuestionaba cómo ahora le niegan esa posibilidad, cuando a base de superación y de profundización profesional sí fue admitida y validada allí como tecnóloga B en Medios Diagnósticos.
Refiere que es médico veterinario, y se ganó con tesón, conocimiento y habilidades demostradas la plaza correspondiente. Es profesora asistente de la Facultad de Tecnologías de la Salud de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Se ha desempeñado en el Banco de Sangre como jefa del Departamento de Producción por tres años; técnica en el Departamento de Donaciones en los llamados móviles para la extracción de sangre, en el Departamento de Aseguramiento de la Calidad y en el Departamento de Despacho, realizando guardias técnicas en este último durante 11 años y entregando los pedidos de hemoderivados para los centros de salud que así lo demandan. Y sus evaluaciones del desempeño laboral siempre fueron de Bien y Muy bien.
Es Máster en Ciencias de la Educación Superior. Y cuando se solicitó ayuda a los profesionales de la salud del Banco de Sangre para colaborar en la formación de los licenciados en Medicina Transfusional, como parte de las carreras de Tecnologías de la Salud, impartió las asignaturas de Hematología I y Biología Molecular. En la carrera de Bioanálisis Clínico impartió la asignatura Inmunohematología durante varios cursos. Ha participado en los Fórums de Ciencia y Técnica con trabajos que mejoran la calidad del servicio que presta el Banco de Sangre.
Con más razón, decía, en el Banco Provincial de Sangre de Villa Clara hay déficit de fuerza laboral. No hay muchos trabajadores «propios» de la salud que quieran asumir la labor de 12 a 24 horas en el despacho de sangre a los centros asistenciales. Y ella ansiaba que su caso excepcional se analizara con el mayor rigor y justicia. Que se entreviste a trabajadores del Banco, a directivos de la Facultad de Tecnologías de la Salud, y a estudiantes.
Al respecto, responde el doctor Juan José Pulido López, director general de Salud en Villa Clara, que una comisión integrada por funcionarios de esa Dirección investigó el caso con entrevistas y revisión documental. Y se constató que la trabajadora al momento de formular su queja se encontraba laborando, sin haber presentado aún el trámite de su jubilación. Y preguntó informalmente si podría ser recontratada, recibiendo una información no ajustada a la realidad.
Se verificó que la información recibida anteriormente de no aprobar su recontratación, no fue ofrecida por las personas competentes, pues ella reúne las características para desempeñar ese puesto de trabajo. Actualmente Bárbara, posterior a su jubilación, cumplimentó el proceso para recontratarse y hoy está laborando en la misma institución a la que tantos años le dedicó.
Se le explicó que, como parte de las medidas que hoy aplica el sector de la Salud, está la contratación a todos los trabajadores que lo deseen al llegar a la edad de la jubilación, toda vez que reúnan los requisitos establecidos, y mantengan sus capacidades de trabajo, además de ser una vía para que puedan seguir aportando con sus conocimientos en labores que han desempeñado durante años, y existan las plazas correspondientes para emplearla.
Se agradece la respuesta y el desenlace lógico y feliz de esta historia. Y solo hay que lamentar que no se esclareciera quién en el Banco de Sangre se tomó la atribución de cortarle la esperanza a Bárbara, con ese historial profesional; y si se adoptaron medidas con el autor de tal rechazo infundado.
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