Acuse de recibo
Eduardo López (calle 274 No. 910, entre 9na. y 11, Santa Fe, Playa, La Habana) cuenta que en febrero pasado se detectó por inspectores de la Unión Eléctrica (UNE) una posible irregularidad en el metro contador de su vivienda. Y ahí comenzó todo…
Procedieron a analizar el contador y lo enviaron a un laboratorio para su análisis, en busca de un posible fraude malintencionado por alteración del mecanismo. Y como resultado, se comprobó que marcaba con errores el consumo eléctrico (50 por ciento menos de lo que debería). Que era una falla del equipo, y no hubo alteración del mecanismo. Por tanto, no se aplicaría la multa.
«El caso, manifiesta, es que, a la hora de informarnos de la situación, nos plantean que estamos libres de una multa de 500 pesos MN por no haber incurrido en el fraude; pero que, por resolución, debemos pagar 12 meses de consumo con carácter retroactivo a razón de 2 000 pesos por mes (una suma de 24 000 pesos).
«La resolución a la que hacen mención refleja que se puede aplicar la medida “hasta 12 meses” y no necesariamente los 12. Nos preguntamos y preguntamos en la UNE la diferencia entre el infractor y quien no ha cometido infracción y evidentemente no tienen otra respuesta.
«Esto no parece otra cosa que una burla» señala. Lo otro que nos preguntamos y también planteamos en la UNE es lo siguiente: El contador de consumo eléctrico de cada vivienda es propiedad de la Empresa Eléctrica y no del propietario de esta. Además, envían mensualmente un inspector para analizar el consumo.
«Sumado a esto existe la evidencia de no haber fraude por parte de los consumidores. Entonces, ¿no es la UNE quien responde por ese equipo? ¿No es la UNE quien debería asumir la totalidad de la situación?
«Adicionamos a todo esto que el nuevo equipo (metro contador) aún no ha sido instalado en nuestra vivienda y estamos temerosos de que nos llegue una factura inadecuada y exista “otra resolución” sobre el tema.
«Sabemos que existe un procedimiento para las reclamaciones y estamos bastante seguros de tener toda la razón y altas probabilidades de salir airosos de este proceso, además de confiar ciegamente en la justicia en nuestro país, pero existe todo un engranaje burocrático casi imposible de seguir por temas de tiempo y dedicación para personas que trabajan para el Estado cubano en horarios laborales diurnos regulares que, coincidentemente, son los horarios en que se pueden atender nuestras inquietudes y reclamos», concluye.
María Rosa González Balido (calle José López No. 8, entre Juanito Mora y René Guzmán, Puerto Padre, Las Tunas) confiesa que «en tiempos tan difíciles como los que vive nuestro país, cuando el bloqueo limita muchas de sus actividades, cuando eres tratado y respetado con amor, todo se olvida».
Precisa que en días pasados de febrero permaneció con su hija en el Instituto de Neurología y Neurocirugía, «y no nos alcanzan las palabras para agradecer la dedicación, el respeto y el amor con que atienden a los pacientes y acompañantes».
Y destaca el respeto que prima allí, desde el más grande científico hasta el más sencillo de sus trabajadores.
«Sin temor a una equivocación, refiere, ese es el sentir de los que hemos pasado por este lugar, y hemos tenido el dolor de estar en un hospital y, sin embargo, sentir que estamos en familia.
«Reciban todas las congratulaciones, respeto, agradecimiento eterno de quienes estuvimos dependiendo de ustedes. Continúen de esa manera, que valen mucho», concluye.
23
