Acuse de recibo
El pasado 10 de diciembre, cinco vecinas de la comunidad La Curva, municipio holguinero de Báguanos, contaban aquí la odisea vivida desde que el huracán Sandy en 2012 dañó los techos de sus casas, que eran de canalón. La reparación la hizo una brigada de Umbrales (Empresa de Conservación, Rehabilitación y Servicios a la Vivienda), con planchas de zinc sin calidad. Se pusieron sin la caída requerida, y causó deterioro, por filtración de agua con las lluvias.
Cuando fueron a poner los techos de zinc, los afectados alertaron que fuera a dos aguas. La Vicepresidenta para la Construcción del Gobierno municipal, hoy Intendente, se negó, y adujo que afeaba el entorno. La obra no concluyó. Quedó entre el purlin y el cerramiento un espacio de 15 centímetros. Los afectados tuvieron que comprar cemento, ladrillos y arena para darle terminación.
Por el deterioro de los techos, en diciembre de 2019 pidieron entrevista con la Presidenta del Poder Popular, quien dijo que cuando se hiciera la convocatoria para subsidios, los solicitaran a la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV). Lo hicieron en febrero de 2020 y la DMV visitó sus casas. Hasta ahí. Fue planteado en varias rendiciones de cuentas del delegado, sin respuesta jamás.
Ahora responde Anyeline Landrove González, directora municipal de la Vivienda, que una comisión presidida por ella confirmó que el techo de zinc de las casas muestra alta corrosión, con huecos y filtraciones: Hubo violación de normas técnicas, no se dio la pendiente proyectada de 50 centímetros. Por ello, se decidió incluir esas casas en el plan estatal de rehabilitación de techos de 2022 a cargo de Umbrales, con proyecto del Arquitecto de la Comunidad, y según regulaciones urbanísticas para ese tipo de comunidad.
Se les dará, añade, una pendiente de 80 centímetros a continuación del cerramiento, y se controlará por el técnico de la Vivienda, para evitar violaciones. Se les explicó a los afectados que están exentos de pago de los techos, por ser un recurso de donación.
Agradezco la respuesta que no tuvieron antes esos pobladores, a pesar de tantas gestiones. Y de las causas y azares, incluida la responsabilidad de la propia DMV y del Gobierno municipal (que no se proyecta) en evitar lo que sucedió y resolver, de eso ni se habla. Integrales y profundas deben ser las respuestas: sin dejar vacíos, para que no se filtre la duda. Como los techos seguros.
Gerardo Salazar Torres (Calle 19, No. 210, entre 6 y 8, reparto Ampliación de San Matías, San Miguel del Padrón, La Habana) se siente desmotivado y sin razones convincentes por tanta demora para importar un equipo necesario en su actividad de mensajero, como trabajador por cuenta propia.
Cuenta que el 12 de marzo de 2021 se acreditó como cliente, con el número PNUH0001878, en la Oficina para Trámites de Importación y Acreditación de Clientes de Cimex, para importar un triciclo eléctrico de pasajeros. Y allí le dijeron que solo se estaban demorando tres o cuatro meses.
Desde entonces, él tiene depositados 2 780 MLC en su tarjeta magnética para poder comprarlo. Cada mes va a esa entidad, o llama por teléfono para saber, y la información que le dan no le satisface, pues suena a justificación.
Le han comunicado indistintamente que los triciclos que han llegado los han enviado para otras provincias, o que si lo recibido son bicicletas eléctricas. La última vez le dijeron que lo arribado son cuatriciclos con puertas. Que llamara para finales de febrero.
«¿Cómo es posible que ahora entren nuevos cuatriciclos y nosotros estemos esperando casi un año por nuestra importación, con dinero inmovilizado, sin poder tocarlo?, dice. ¿Hasta cuándo esperar? Llevo 11 meses con dinero en tarjeta MLC sin poder usarlo. En esa oficina llevan tres meses diciéndome que soy el cuarto en la lista, pero no acaban de entregármelo. Pero en internet, se anuncian aquí en Cuba vendedores particulares de esos triciclos…».