Acuse de recibo
La doctora Marislei Janeiro, médico de la familia en la comunidad rural Paraná, del municipio santiaguero de Palma Soriano, plantea que, aunque ese asentamiento está apenas a cinco kilómetros de la cabecera, no cuenta con condiciones para la telefonía móvil, tan importante en estos momentos de aislamiento social y distanciamiento físico. Y remarca el vacío que deja en su labor profesional, pues no puede recibir con agilidad muchas informaciones, actualizaciones e indicaciones de sus jefes superiores vía WhatsApp.
Tal asunto, dice, ha sido abordado en varias asambleas de rendición de cuentas del delegado de la circunscripción, y siempre queda como pendiente, para analizarse en el Gobierno municipal.
«La respuesta, añade, siempre ha sido la misma: No se cuenta con el presupuesto para la inversión en la infraestructura necesaria. La cuestión es que los moradores de la comunidad somos los más afectados, y continuamos en total apagón celular, teniendo que desplazarnos hacia la ciudad para acceder al servicio.
Y se preguntó si el problema está tan lejos de solucionarse en un municipio donde se han instalado varias antenas para mejorar la calidad de la conexión. Espero que sea atendida mi solicitud, y aunque no sea de inmediato, se dé respuesta, y la añorada solución», concluye.
El pasado 22 de julio, desde el reparto Flores en el municipio habanero de Playa, José Manuel Pérez Cruz planteó que desde hacía un año o más el abastecimiento de agua allí era un desastre.
«Unos dicen que es la sequía, apuntaba, otros que el agua fue desviada para los nuevos hoteles de 1ra. y 70. También que los empleados que manipulan las válvulas cobran para abrirlas más y mayor tiempo. El hecho es que ponen agua días alternos tres o cuatro horas teóricamente, a partir de las siete de la noche. Y con poca presión, lo que no permite llenar las cisternas de los edificios como en el que vivo, que debe abastecer 50 apartamentos. La situación es desesperante y pasa el tiempo y nadie dice nada», concluía.
Según Halina Guerra Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que «la respuesta acertada es la sequía; de ahí se derivan las estrategias en cuanto a la frecuencia y horarios de servicio trazadas por nuestros ingenieros, con la finalidad de incrementar las presiones y así mejorar el suministro, para que llegue de forma equitativa a cada zona».
Refiere que el mismo día de la publicación visitaron a José Manuel el director de Aguas de La Habana en el territorio y el técnico de la Subdirección de Operaciones que atiende los municipios del oeste de la ciudad. Y le explicaron que la fuente de abasto Ariguanabo, debido a la afectación, está trabajando con ocho equipos, de 12 en total. Además, se realizan los ajustes requeridos en los circuitos de distribución para incrementar el servicio.
Como constancia, añade, el cliente firmó la hoja de entrevista, plasmando su opinión: «Estoy conforme con la respuesta dada a mi preocupación. Los compañeros fueron atentos y claros en sus explicaciones. Gracias».
Agrega que Aguas… divulga a diario y mediante diversos medios de prensa, la situación desfavorable que presentan las fuentes de abasto, entre ellas, Ariguanabo, una de las más afectadas en el territorio nacional. También cada lunes en el Noticiero Nacional de Televisión, expone detalladamente el estado de estas el director de Hidrología e Hidrogeología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Máster en Ciencias Argelio Fernández Richelme.
Aclara que Aguas de La Habana no puede parcializarse en la entrega de agua para beneficio de una zona en detrimento de otra; y reitera que todas las acciones realizadas por sus trabajadores van encaminadas a satisfacer los requerimientos de nuestra población, a la cual se deben.
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