Acuse de recibo
Fabio Martínez Salas (calle 2da. del Oeste, No.2, entre 3ra. y Río, reparto Colón, Sancti Spíritus) ya no sabe qué hacer ni a quién dirigirse con un salidero de agua potable en su cuadra que ya lleva ¡cuatro meses! derrochando lo que a otros les falta.
Relata que el 6 de julio pasado fue a reportarlo a Acueducto. Y como pasaban los días y no iban a la cuadra, él volvió allí el 20 de ese mes. Buscaron en la computadora y apareció el reporte del día 6, y, además, que se había realizado el trabajo (¡…!). Fabio lo desmintió, y quien lo atendió le dijo que lo iba a notificar como pendiente.
Siguió esperando en su cuadra y no venían. Ya el 14 de agosto se le agotó la paciencia, y fue a denunciarlo a Atención a la Población del Partido, a donde volvió el 2 de septiembre.
Ese día, por casualidad detectó que a tres cuadras de la suya una brigada de Acueducto estaba enfrascada en la solución de un salidero que solo llevaba diez días. Habló con el jefe del grupo y le preguntó sobre su caso. Y él le respondió que eran de Banao y estaban en labores de apoyo, que no sabían nada del reporte suyo.
De inmediato, Fabio fue a Acueducto, y la persona que le atendió le dijo que ya su reporte del 6 de julio no aparecía en el sistema. Y al reclamarle cómo era posible, le planteó que cuando eso sucede es que ya el trabajo se realizó (¡…!).
El 4 de septiembre Fabio fue a Atención a la Población del Gobierno provincial y le manifestó a la funcionaria que se sentía desprotegido y no sabía ya qué hacer ni adónde ir. Que lo último que le faltaba era escribir a la prensa. Y ella le expresó que era su derecho hacerlo.
«Hasta hoy nada han resuelto y esto cada día se complica más. Qué falta de sensibilidad, respeto y amor por lo que hacen. Después de este correo, de seguro vienen las justificaciones y lamentos», concluye Fabio.
Yanet Cuadras Sánchez, quien reside en San Ricardo 153, entre Gallo y San Joaquín, Santiago de Cuba, manifiesta su inconformidad con la empresa Aguas Santiago, que no ha sido capaz de solucionar un problema que ella misma creó.
Refiere que en marzo, a comienzos de la COVID-19 en el país, esa entidad se personó en dicha cuadra y realizó la apertura de un hueco con el fin de arreglar una tupición existente. Tras reiteradas incursiones, no fue posible el arreglo.
Y en junio abrieron otro hueco más grande y profundo, pero hasta la actualidad no se ha resuelto definitivamente el problema.
Yanet ha escrito a distintas autoridades de la provincia y se personó en la propia Aguas Santiago, buscando recibir una explicación del porqué y una evidencia de que se va a solucionar el asunto.
«Pero nadie da respuesta y mucho menos se soluciona el problema, enfatiza. Realmente es triste y penoso, después de tantos escritos y visitas… Es una situación desagradable la fetidez que se desprende de esos huecos, los escombros y el basurero en que se ha convertido la cuadra donde resido y donde residen aproximadamente más de seis adultos mayores de 70 años con enfermedades y patologías crónicas, que con esto se están complicando.
«Frente a uno de los huecos vive un bebé pequeño que por causa de la picada de un mosquito estuvo hospitalizado. La realidad es que estamos viviendo en unas pésimas condiciones en la cuadra. Ya no sé a qué instancia dirigirme», concluye.