Acuse de recibo
El 1ro. de febrero de 2019 revelé, una vez más, la preocupación ciudadana acerca de la expansión que va tomando en nuestro país, mediante una reproducción acelerada, la dañina especie del caracol africano, tanto para la salud humana como para las plantaciones.
Desde Alquízar, en la provincia de Artemisa, Niurka García Casañas señalaba que la proliferación de dicho caracol «es algo preocupante, que necesita una respuesta urgente y un accionar disciplinado y mantenido, para tratar de eliminar la propagación de esa especie, que se reproduce aceleradamente».
Al respecto responde Teresa Valentina Martínez Mendaro, jefa de la Administración Provincial de Artemisa, que, a raíz de lo publicado aquí, Niurka fue visitada por los especialistas del Citma, quienes le explicaron el trabajo que se desarrolla en la provincia para la prevención del Achatina Fulica, como se le denomina científicamente al caracol africano.
Refiere que, según la dirección del Citma en la provincia, en 2017 se detectó la presencia de dicha especie en el municipio de Güira de Melena, donde se logró contener la invasión de la plaga. Y en junio de 2018 se reportó su presencia en el municipio de San Antonio de los Baños.
Señala que la Defensa Civil y el Departamento de Higiene y Epidemiología municipal emitieron indicaciones para la población, las cuales «no tuvieron la eficacia que se esperaba, pues en octubre el nivel de infestación se aceleró». Y se halló su presencia en el consejo popular El Jobo, en la comunidad El Rancho, del municipio de Artemisa.
Refiere que el caracol llegó a esa provincia importado por un ciudadano, quien manifestó que lo trajo de unos almacenes de pienso en Boyeros, detrás de Cenpalab, porque lo vio atractivo por su color, y con fines de cogerlo para carnada, lo trasladó hacia su domicilio, y lo depositó en el patio de su vivienda hace alrededor de un año, lo que trajo afectación en alrededor de tres kilómetros aproximadamente.
Reitera Teresa Valentina que se han realizado acciones de divulgación y capacitación para que la población esté preparada con vistas a enfrentar la eliminación del molusco donde se pueda encontrar.
Y explica que la Achatina Fulica es una especie exótica invasora, capaz de establecerse en los nuevos ambientes donde es introducida, y causa impactos severos en la diversidad biológica, la economía, la salud pública y los valores socioculturales. Puede desplazar a las poblaciones de caracoles nativos de nuestra región, por su comportamiento voraz, su gran capacidad reproductiva, el crecimiento corporal acelerado y su gran resistencia a condiciones ambientales adversas.
Sobre las acciones en Artemisa, precisa que se le explicó a la población, sin crear pánico, que el éxito del trabajo está en la sistematicidad y seriedad con que se haga, debido al nivel de infestación, capacitar al personal que laborará en el saneamiento con asesoría de especialistas de Higiene y Epidemiología, disponer de los medios (guantes, nasobuco, petróleo y bolsas para el traslado), y hacer los huecos para depositarlos, incinerarlos y taparlos, una vez recogidos los caracoles.
Añade que Artemisa ofreció una capacitación, convocada por la Administración Provincial, sobre el procedimiento que se debe aplicar en los municipios implicados (Artemisa, Caimito, San Antonio de los Baños y Güira de Melena), con la presencia del Jefe de la Defensa Civil, en la cual cada organismo y los jefes de Administración en cada territorio se llevaron las medidas.
Agradezco la respuesta de la jefa de la Administración Provincial de Artemisa, con las explicaciones de todo lo que se hace allí para neutralizar el efecto de tan peligroso vector. Eso es lo que esperamos de las autoridades nacionales implicadas en un problema que cada vez se extiende más por el territorio del país.