Acuse de recibo
Muy alarmada, escribió Elsa Duvergel Dalas (Vista Hermosa 18, Reparto Flores, Santiago de Cuba), quien se vio precisada a viajar a Caimanera, en la provincia de Guantánamo, para realizar trámites en la Notaría de esa última localidad.
No es para menos su asombro. La lectora se topó con que los servicios notariales de Caimanera se encuentran paralizados hace más de un mes. Y allí alegan que, nada más y nada menos, es por falta de recibos de pago. Una falta de respeto con los ciudadanos, califica Elsa la ausencia del sencillo modelito.
Señala que allí no saben informarle cuándo se resolverá asunto tan común. Es vergonzoso, muy vergonzoso.
El pasado 14 de febrero reseñé aquí la queja de Alexis Rodríguez Cordovés, desde San Miguel de los Baños, en la provincia de Matanzas, acerca de las pésimas condiciones constructivas de la escuela primaria Enrique Hart Dávalos, de esa localidad, donde estudia su hijo.
Refería Alexis que el plantel hace más de 20 años que no se repara. En el pasado curso escolar se cayó un pedazo de techo, algo que se repitió recientemente, lo cual constituye un peligro para los alumnos.
Al respecto, responde Odalis García Figueroa, directora nacional de Primaria del Ministerio de Educación, que, según le informó la Dirección Provincial de Educación de Matanzas, en los diferentes bloques de dicho plantel hay problemas de filtración de techos y paredes, falta de iluminación, problemas de carpintería y sanitarios, techos con peligro de derrumbe.
Refiere que las seis aulas que presentaban mayores dificultades constructivas, se decidió que pasaran al Palacio de Pioneros.
Y una parte del centro está prevista para la reparación en el presente año. En tal sentido, se han asignado 71 mil pesos para mantenimiento ligero, y la otra parte continuará el próximo año.
Manifestó que la Dirección Nacional de Primaria del MINED se mantendrá en comunicación con la Dirección Provincial de Educación de Matanzas para darle seguimiento a la situación de ese centro escolar.
El pasado 18 de diciembre, y desde el reparto Carolina, del municipio capitalino de San Miguel del Padrón, Ernesto Moreira denunciaba la insólita historia de un salidero que llevaba cuatro años despilfarrando agua potable, en la calle San Antonio, entre Carolina y Raquel, en ese barrio.
El remitente denunciaba que, luego de visitas de autoridades provinciales y municipales, la tubería maestra dañada se atendía con parches y remiendos. Y como todo lo que se hace superficialmente y sin calidad, esa arteria estaba llena de huecos e intransitable. Y la calle seguía siendo un río de agua potable.
Al respecto, responde Ana Remis Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que esa conductora de San Antonio, por los años de explotación, se encuentra muy deteriorada, y requiere una rehabilitación que no ha podido acometerse.
Por ello, la extinta Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Este, que atendía ese territorio, aun así trabajó en la supresión de salideros allí.
Asegura Remis que la Dirección de Aguas de La Habana valorará e incluirá en la propuesta de Plan de 2017 la ejecución de la obra definitiva. Y, mientras tanto, continuará en la supresión de los salideros que surjan, a consecuencia del deterioro de dicha conductora.
Ojalá, con la restructuración de los servicios hidráulicos en la capital y la desaparición de ciertas estructuras inviables, Aguas de La Habana pueda resolver definitivamente este y otros salideros impunes, que avergüenzan y perturban a quien tiene agua de sobra y a quien sufre su escasez. ¿En cuánto se calcularán las pérdidas de agua potable durante cuatro años, solo allí en la calle San Antonio?