Acuse de recibo
El pasado 19 de abril reflejé la queja de Digna Asela Ávila, acerca del vertedero que tomó fuerza en la calle Nacional, entre Corta y Puente, en las márgenes de un río y muy pegado a las casas, en el reparto capitalino de Aldabó.
Digna denunciaba que el problema se agravaba con los desechos de todo tipo que lanzaban personas inconscientes, y que el asunto se había trasladado al Gobierno municipal y a Servicios Comunales, pero persistía.
Y este redactor, cansado de publicar denuncias sobre la crisis de la basura en La Habana, inquiría cuándo Servicios Comunales iba a informar a la ciudadanía lo que pasaba y lo que se imponía hacer, aun con dificultades de recursos, para erradicar esa vergüenza extendida por toda la ciudad.
Al respecto, el pasado 16 de julio nos llegó una respuesta de Marcelo Gálvez Sotolongo, director de Servicios Comunales en La Habana, fechada el 28 de mayo. Gálvez precisaba que la inestabilidad en la recogida de desechos en la capital se motivaba por el déficit de contenedores y de camiones colectores y otros equipos para el saneamiento.
Agregaba que, luego de inspecciones realizadas el pasado año, se dejó un plan de medidas para resolver los problemas organizativos y de descontrol detectados, además de que se acometen acciones orientadas por el Ministerio de Economía y Planificación y las máximas autoridades de la capital, en varios programas que «permitirán en corto, mediano y largo plazo dar cumplimiento a los programas de remotorización, reparación y fabricación de un número significativo de equipos y componentes destinados específicamente a la higiene comunal».
Añadía que «recuperar la técnica y fortalecer las estructuras de dirección están dentro de los objetivos fundamentales que permitirán proyectar una adecuada estrategia de higienización, teniendo en cuenta las características de cada municipio».
Y señalaba que para compensar la baja disponibilidad técnica se acordó recibir apoyo diario con equipamiento de otros organismos en el horario nocturno, y los fines de semana sumarle camiones y cargadores para evacuar mayor cantidad de desechos mixtos y escombros.
También contratar fuerza de trabajo a los centros penitenciarios para la higienización, y precisar con Azcuba la contratación de camiones al concluir la zafra azucarera, para cumplir los programas a corto y mediano plazo, lo cual contempla la reparación de un grupo importante de la técnica en activo.
Afirmaba que la Unidad Provincial de Higiene logró completar parte del equipo de dirección, readecuar funciones en algunas áreas de servicios, rescatar procedimientos esenciales, y con el objetivo de elevar el control sobre los equipos, combustible y gasto de salario por ese nivel de actividad, culminaría en mayo la puesta en marcha de la pesa en el vertedero de calle 100 y comenzaría la instalación de GPS a los camiones colectores.
Apuntaba que también buscan soluciones locales para la recogida, vinculadas al trabajador por cuenta propia mediante tracción animal y otras formas de gestión.
Informaba que recibieron una «inyección» de diez camiones colectores, 22 camiones de volteo, cuatro camiones ampiroll y ocho cargadores, además de 40 cajas ampiroll. También se distribuyeron 2 660 contenedores en un grupo de municipios y esperan llegar a 9 380 en el transcurso del año.
Insistía el Director de Servicios Comunales en la capital en que trabajan para potenciar la fiscalización diaria de las zonas comunales y optimizar el aprovechamiento de la técnica y la fuerza laboral, pero tienen falta de directivos principales en algunos municipios. Por ello desarrollan la capacitación de personal de nueva incorporación.
«Continuamos insistiendo —refiere— en la búsqueda de fuerza de trabajo y de directivos, que de conjunto con la recuperación del equipamiento, la implementación de nuevas formas de gestión y la disminución de las indisciplinas de los que habitamos o visitan la hermosa Habana, deben conducirnos al ordenamiento del entorno en nuestras comunidades, para lograr esa ciudad limpia que merece la capital».