23
Organizaciones sociales presionan tanto a la compañía Gilead Sciences como al gobierno federal para poner la PrEP al alcance de más personas que no pueden pagarla Autor: Twitter Publicado: 20/07/2018 | 09:37 am
WASHINGTON, julio 20.- Activistas comunitarios en la lucha contra el VIH / SIDA están pidiendo al gobierno de Estados Unidos que implemente nuevos mecanismos sociales y empresariales para reducir el costo de la píldora azul denominada Truvada, la cual reduce efectivamente la aparación de nuevas infecciones.
Truvada es una pastilla que contiene dos medicamentos que se usan para combatir el HIV, tenofovir y emtricitabine, y es fabricada por la compañía Gilead Sciences. Los mencionados fármacos son nucleósidos análogos que bloquean la enzima transcriptasa reversa y optimizan el material genético de los individuos contagiados.
Los activistas norteamericanos buscan romper el monopolio de la firma que posee la patente de venta en Estados Unidos en pos de gestionar fórmulas corporativas para disminuir los altos costos actuales de la medicina, indicó el medio digital TheDailyBeast.com.
La píldora en cuestión es igualmente conocida como una PrEP, o profilaxis previa a la exposición, un medicamento diario que reduce el riesgo de contraer el VIH en las relaciones sexuales en más del 90 por ciento y reduce el riesgo de contraer el VIH por más del 70 por ciento en el uso de drogas inyectables, según el Centro para Control y Prevención de Enfermedades del norteño país.
Múltiples organizaciones sociales presionan tanto a la compañía Gilead Sciences como al gobierno federal para poner la PrEP al alcance de más personas que no pueden pagarla hoy día.
Esta semana expertos médicos escribieron un artículo de opinión en el New York Times señalando que la combinación de la PrEP con tratamientos modernos para el VIH podría hacer que el virus se convirtiera finalmente en intransferible, un hecho que podría significar un rápido final de la epidemia.
Los especialistas alertaron además que la falta de educación en torno a la PrEP es un problema acuciante. Una encuesta de 2017 de médicos de atención primaria encontró que el 93 por ciento de los encuestados había oído hablar de la PrEP, pero solo un tercio lo había adoptado en su práctica, debido en parte a conceptos erróneos sobre su seguridad y los efectos sobre el comportamiento sexual.
El sitio web POZ.com informó recientemente que la conciencia pública sobre la PrEP está aumentando, pero persisten importantes disparidades raciales, así como disparidades entre las personas que viven en áreas urbanas y en áreas rurales, con apenas dos por ciento de encuestados rurales que dijeron realmente usaron el medicamento.
