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Un laboratorio de contención de nivel 3 para trabajar en la detección y tratamiento de enfermedades infecciosas como el ébola, así como un grupo de investigaciones que buscan disminuir la resistencia que hacen algunos pacientes con VIH a los antirretrovirales y el proyecto de un candidato vacunal contra el virus del cólera, son tres de los más novedosos logros alcanzados durante este 2017 por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) que arribó este 8 de diciembre a su 80 aniversario, aseguró a JR Jorge Fraga Nodarse, jefe del Departamento de Ciencia e Innovación de la institución.
Pero estos no son los únicos resultados que ya acumula el también centro de referencia nacional en el tratamiento a pacientes con VIH-sida y que durante toda esta semana fueron resaltados en el Congreso convocado por la institución en saludo a su fecha fundacional. En estas ocho décadas los especialistas del IPK han cumplido fielmente con su función de promover y desarrollar la investigación científica y la innovación para la prevención, control y eliminación de las enfermedades infecciosas tanto dentro del país como fuera de este.
«Hasta la fecha, hemos trabajado importantes enfermedades que han afectado o afectan hoy a la población cubana como el dengue, el zika, el chikungunya (de la que este año no realizamos ningún diagnóstico), la tuberculosis, el VIH, enfermedades de transmisión sexual, la hepatitis, y un grupo de enfermedades bacterianas, respiratorias y de transmisión digestiva como el cólera. Además de otras que aunque no existen en el país, seguimos estudiando para prevenirlas y contribuir a su reducción», explicó el también presidente del Comité Científico del evento.
«En nuestras instalaciones tenemos un fuerte componente microbiológico y laboramos en todo lo relacionado con la reducción de vectores y las enfermedades que transmiten. En este sentido, dos técnicas aún en investigación se proponen evitar su propagación y disminuir los casos infectados por esta vía. Una de ella es la del mosquito estéril mediante la cual se evita que los descendientes de los insectos modificados genéticamente no alcancen la vida adulta y por tanto no propaguen ninguna enfermedad», precisó.
Además, concluyó, de cara al nuevo aniversario, quedan muchos retos por delante, entre ellos la introducción de tecnología de punta que tribute al diagnóstico certero de aquellas enfermedades infecciosas para cuyo diagnóstico aun no tenemos las condiciones y para las demás que aún puedan surgir.
