Google y la CIA invirtieron en una empresa de monitoreo web capaz de predecir comportamientos y tendencias de conducta entre los cibernautas.
Ambos «socios» pusieron dinero en la compañía Recorded Future que analiza lo que escriben personas y organizaciones en miles de páginas, blogs y redes sociales, información que utilizan para determinar perfiles de grupos humanos y hasta de individualidades objeto de investigación.