Investigadores del grupo de Fisiopatología Metabólica de la Universidad de Lérida (en el noreste de España) han conseguido retrasar el envejecimiento celular de una mosca de la fruta mediante modificación genética, informó este centro académico, citado por EFE.
Según indicó la Universidad leridana, la investigación, que publica la prestigiosa revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS), se ha centrado en la mosca de la fruta, la Drosophila Melanogaster.
Tras introducir el gen de una levadura en una mosca, los investigadores han aumentado un 40 por ciento su longevidad, llegando a un máximo de 90 días.
Este descubrimiento trasladado a los seres humanos, sería como si una persona llegara a los 150 años sin problemas de salud.
El trabajo, realizado conjuntamente con científicos de la universidad finlandesa de Tempere, demuestra, según el centro de investigación, que esta supermosca transgénica ralentiza de manera espectacular su envejecimiento.
Esto es debido a que la proteína que fabrica el gen de la levadura modifica la actividad de sus mitocondrias, la fábrica de energía de las células, haciendo que sean más eficientes durante más tiempo.
Al producir menos radicales libres, que son los que atacan las moléculas de ADN, los animales son más resistentes al estrés oxidativo y viven más.
Los investigadores de la Universidad de Lérida han elegido la mosca de la fruta porque su código genético está muy estudiado y es fácil de manipular.
Uno de los autores del estudio, el profesor de Fisiología de la Facultad de Medicina Reinald Pamplona, explicó que «estos resultados refuerzan claramente el papel del estrés oxidativo en el proceso fisiológico del envejecimiento».
La investigación continúa ahora con otras especies de mosca para validar la teoría del estrés oxidativo.