Ramallah, enero 28.— El asesinato de un padre de familia palestino desarmado, herido de bala en la espalda cuando intentó proteger a su familia de un asalto de colonos israelíes en Cisjordania ocupada, provocó una airada protesta del enviado de Naciones Unidas para Oriente Medio, quien calificó el hecho de «impactante e inaceptable».
En una nota oficial difundida el domingo, el emisario de la ONU, Nikolay Mladenov, pidió a Israel «poner fin a la violencia de los colonos y llevar a los responsables ante la justicia».
Hamdi Naasan, de 38 años, quien residía con su esposa y cuatro hijos cerca de la aldea de Al-Mugheir, sucumbió a heridas de balas disparadas por colonos israelíes del asentamiento ilegal cercano de Adei Ad, quienes pretenden aterrorizar a los pobladores árabes para que abandonen sus tierras.
Al menos otros 30 palestinos resultaron heridos, de los cuales seis recibieron disparos con munición real, según la agencia de noticias Maan.
Al-Mugheir, un pueblo con alrededor de 4 000 residentes, está rodeado por cuatro asentamientos judíos, considerados ilegales según el derecho internacional.
Más de 600 000 colonos se instalaron en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén Este, tras la intervención militar por parte del ejército de Israel al acordarse el cese del fuego en la llamada Guerra de los Seis Días de junio de 1967.
Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada pocos días después ordenó la retirada israelí a las fronteras previas al estallido de la guerra, pero el Gobierno sionista aprovechó su victoria militar para ampliar el plan de limpieza étnica emprendido en 1947 para establecer un Estado judío en Palestina un año más tarde.