José Carlos Rodríguez debutó este año con los Naranjas de Eduardo Paret. Autor: Juan Moreno Publicado: 15/09/2018 | 07:22 pm
Ya le mostró sus habilidades como lanzador a un scout japonés, es un zurdo cuyos pitcheos llegan a la mascota a más de 90 millas por hora, tiene mucha potencia en el swing y de él su director Eduardo Paret dice elogios; sin embargo, el pelotero villaclareño José Carlos Rodríguez nunca hizo equipos nacionales en las categorías infantil y juvenil. Su nombre es el de un perfecto ilustre desconocido que ha debutado esta temporada como jardinero y segundo bate regular.
Su primera vez al bate en series nacionales fue de emergente y conectó un batazo que muchos vieron en el estadio Sandino cruzar por zona buena, pero el árbitro dijo que había sido por fuera de la varilla. Era un anuncio de que el muchacho de apenas 19 años y nacido en Manicaragua, puede convertirse en uno de los bateadores de fuerza que le faltan al line up de Villa Clara.
—¿Desde qué edad empezaste en la pelota?
—Comencé cuando tenía siete años.
—¿Y ha sido tú único deporte?
—Me gustan todos y me atrevería a jugar otros, pero para dedicarme a él, solo este.
—¿Es verdad que ya participaste en una exhibición para cazatalentos japoneses?
—Sí, pero solo como lanzador.
—Tiras más de 90 millas por hora y eres zurdo, en nuestro béisbol no abundan los talentos con esas condiciones.
—Pero me siento mejor bateando y cubriendo, en las categorías menores sí era pitcher también, hacía las dos cosas. No me costó trabajo cuando tuve que decidir.
—Aún eres muy joven, saliste casi de los juveniles para el equipo grande de Villa Clara, ¿te ha resultado muy drástico el cambio?
—Un poco, ha sido muy rápido, aunque estuve el torneo sub-23, pero los entrenadores y mis compañeros me ayudan mucho. Me enseñan, me aconsejan, somos una familia.
—Tienes tres jonrones, aunque no has alcanzado ni una base por bolas todavía y te han ponchado 16 veces al bate (antes del juego de ayer). ¿Sales a buscar esos batazos grandes o te salen solos?
—Yo voy a embasarme, pero por mi gran aceleración en el swing logro conexiones largas. Sin embargo, tengo mucho que aprender en cuanto a disciplina en home, por eso tantos ponches con bolas malas y la poca paciencia. En ese aspecto estoy enfocado en los entrenamientos.
—¿Cómo te preparas para cada turno al bate?
—Desde el banco estoy observando al pitcher, después en el círculo de espera sigo los envíos que hace, cómo los tira, por cuál ángulo, y trato de hacer lo que me dicen los técnicos.
—¿Pensaste que ibas a ser regular tan rápido?
—En verdad sí, me preparé mucho para esto, aunque no deja de ser un gran reto.
—¿Prefieres ser segundo o aspiras a que te coloquen algún día de tercero, cuarto o quinto en la alineación?
—Eso no me preocupa ahora, en el turno que me pongan trataré de hacerlo bien siempre.
José Carlos se vislumbra como uno de los talentos a seguir en nuestro campeonato. No solo golpea fuerte la bola y logra conexiones largas, es muy veloz también en el corrido entre las bases, tiene un gran brazo y cubre mucho terreno.
Quizá Cuba haya perdido a un lanzador zurdo excepcional, ojalá gane un bateador como alguien que nació en su región, aunque en pleno lomerío, y debutó como pelotero en el mismo pueblo de donde es el abuelo materno de José Carlos, Güinía de Miranda. ¿Será esa una conexión invisible entre este espigado joven y Antonio Muñoz, el Gigante del Escambray?