Rachel Valdés y su «Inmersión» en la Bienal de La Habana (+ Fotos y Video)

Ya inició la XIII Bienal de La Habana, magno evento de las artes visuales en Cuba que se celebra del 12 de abril al 12 de mayo, y en la que participan más de trescientos artistas, tanto nacionales como internacionales.

Sin dudas, el talento y la calidad artística son una constante durante todo el mes de Bienal. A propósito de esta fiesta del arte visual, Juventud Rebelde conversó con Rachel Valdés Camejo, artista cubana que participa con su obra Inmersión.

La idea con Inmersión es crear ambientes que ayuden al espectador a extrapolarse, pero a la vez profundizar un poco en la realidad que habitan en ese instante, comentó Camejo.

«La obra hace una serie de diálogos visuales, como distorsión de la realidad y cambio cromático de una escena para sumergirse en una idea, en un espacio, en un color en específico, en un contexto» aseguró la creadora de 29 años.

Foto: Cortesía de la artista

«Básicamente la idea es profundizar en una especie de objeto que está en un lugar, que el espacio te habite y que tú habites el propio espacio porque vas a estar reflejándote infinitamente»

La artista comentó que el objetivo de Inmersión es crear conciencia del espacio que habitamos, pero a la vez concientizar de toda la apertura e infinidad de los horizontes y el universo.

Esta instalación mezcla las fronteras tradicionales entre las expresiones históricas de la visualidad, para actuar de inmediato en nuestra manera de verlas y apreciarlas, en un discurso formal diferente. Brinda márgenes amplios de libertad y movimiento dentro de ella y a su alrededor.

Dotada de sencillez extrema en su realización, la artista propicia en el espectador el desencadenamiento de emociones diversas, al asumir una obra fabricada con materiales artificiales como algo propio. El espectador se convierte así en sujeto activo, participa de la obra; es parte de ella.

Se trata de una síntesis formal que entraña elementos de la historia del arte y la arquitectura, e ideas y conocimientos diversos que rinden culto a las raíces de la cultura contemporánea. Establece sutiles redes de colaboración y conectividad del hombre con su medio.

Inmersión será expuesta hasta el 12 de mayo en Malecón entre Cárcel y Genio, pero su historia no quedará ahí, sino que a petición del Historiador de la ciudad, Doctor Eusebio Leal, la obra quedará como regalo para La Habana por sus 500 años y será emplazada en el Castillo de la Real Fuerza de la Habana.

Respecto a esto, la artista comentó a JR que esta no es la primera vez que participará en la Bienal, durante el 2012 y el 2015 el público también pudo disfrutar de sus obras, que según sus propias palabras son el fruto de un trabajo de investigación vinculado con experiencias vivenciales.

A Rachel le interesa crear escenarios que trasladen a otra versión de la realidad; experimentar la sensación de entrar en un espacio completamente distinto, donde la perspectiva se hace incomprensible, donde la luz, el color, el sonido y los reflejos se apoderan del espacio.

«La experiencia de verse uno mismo reflejado dentro de un entorno es algo que me llama muchísimo la atención; hacer que el espectador se convierta en un interlocutor directo que, incluso, pase a formar parte de la pieza».

Rachel se compromete con la experiencia estética sin tomar en consideración una manera única de asumirla pues para ella todo puede conducir a la reflexión, a emociones y sentimientos. Su objetivo es la sensación visual de hacer coexistir dos mundos paralelos: la vida real y emocional, visual y espiritual, física e inmaterial.

Sus obras pueden ser limbos, cosmos, horizontes o momentos en los que sale la luz de la oscuridad, pero lo cierto es que ya resulta bastante amplia y profunda para su corta edad.

Obra: Composición Infinita.

La artista participó con esta obra en la XII Bienal de la Habana y en el Arco Madrid en el 2015, España, es una obra universal, su argumento, lo es sin duda. No solo porque la artista desplaza hacia la dimensión sensorial los procesos de concepción y recepción de la pieza, apelando a hiperbolizar la percepción cromática y auditiva, sino porque desde la abstracción propone un ejercicio preconceptual, intuitivo, arcaico y espiritual.

Obra: Cubo Azul.

La obra CUBO AZUL fue expuesta en la XII Bienal de La Habana con el proyecto “ Detrás del Muro”en el 2015. Cubo azul tuvo una excelente aceptación de público y crítica, durante y después del evento estuvo reflejado en importantes artículos y reseñas de diarios y revistas de Cuba y de otros países. Fue una pieza que parecía pertenecer al contexto donde se había emplazado.

Obra: Happily Ever After

Esta pieza está hecha fundamentalmente de espejos y cristales laminados, acero inoxidable, madera, dibond, tablero marino y policarbonato. La obra es una instalación con la cual, la artista participó en el 2012 en la Bienal de La Habana: 16 metros de largo x 3 metros de alto la convertían en una suerte de avenida por el malecón, un juego de complicidades psicológicas, culturales y sociales, esencialmente simbólica y metafórica. Fue una obra popular en su imaginería expansiva e infinita.

Obra: The biginning of the end.

La obra fue expuesta en el 2016 en Times Square, Nueva York. Durante aproximadamente dos meses la instalación estuvo ubicada en ese escenario y se calcula que cerca de 2 millones de personas transitaron e interactuaron con la pieza, lo cual permitió involucrar y generar una relación, tanto a nivel individual como colectivamente.