Fidel Díaz Castro y Karen Brito, guionista y conductora del programa, respectivamente. Autor: Tomada del blog El diablo ilustrado Publicado: 06/10/2018 | 10:55 pm
«EL no andar con figurados ni con glamour es, precisamente, lo que nos distingue. No pretendemos ser estrellas; queremos proponer cosas que hagan pensar y romper el molde de que lo inteligente es aburrido».
Con estas palabras, Fidel Díaz Castro, el trovador y guionista del programa de televisión La pupila asombrada, definió la aspiración del colectivo, dirigido por el periodista, editor y también ingeniero cubano Iroel Sánchez.
Saber no puede ser lujo
La idea inicial del proyecto nace en el blog de La pupila insomne. Pero la raíz de las «pupilas» viene de un poema de Rubén Martínez Villena, musicalizado por Silvio Rodríguez, y también de su canción El escaramujo, tema que más tarde emplearía La pupila asombrada como presentación.
También antecede al espacio televisivo homónimo que actualmente se realiza en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, el primer viernes de cada mes. Esta idea surge de la cooperación entre Fidel Díaz Castro, autor del conocido blog El diablo Ilustrado, e Iroel Sánchez, quien —desde la intimidad de su casa y tras hacer un alto en su trabajo como periodista y defensor del socialismo en las redes sociales—, comentó a Juventud Rebelde:
«Comencé el blog La pupila insomne en 2010, junto a muchos otros periodistas que para entonces ya tenían creados espacios similares. Mi acercamiento a internet me hizo ver que existe mucha información sobre nuestro país, y que hay mucha diferencia entre lo que allí se dice sobre Cuba y lo que realmente es.
«También noté que en las redes hay demasiados materiales que no se conocen aquí, ya sean de tipo social, político, económico o relacionado con el arte; por ende el blog fue mi contribución como periodista a la difusión de esa información valiosa».
Soy todo lo que se junta para vivir y soñar
«Al cabo del tiempo —continúa Iroel— mi amigo Fidelito celebró el aniversario del blog en una peña que él conducía en la Casa de la Música de Miramar; y me llamó la atención lo que hacía allí, porque invitaba a trovadores y ponía buenos videos musicales. Entonces le propuse a Fidel hacer la peña en «El hueco» del Instituto Cubano de Periodismo José Martí, que es un espacio más céntrico y con un ambiente acogedor». Según Fidel Díaz Castro,
«La peña de La pupila asombrada tiene la intención poética que escasea en estos tiempos. Busca promover la buena música que el mercado excluye y llama «alternativa». Es un concepto cultural que incluye a artistas e intelectuales, y esa cultura auténtica de los pueblos, cada vez más marginada».
Lisdanys Alfonso, una estudiante de cuarto año de Periodismo en la Universidad de La Habana confiesa ser asidua visitante.
«Me gusta la peña de “El hueco” porque es un lugar que invita a la complicidad, a departir y a la cita con amigos; es un espacio fuera de lo común porque incluye otro tipo de disfrute al que tiene acceso la juventud. Allí podemos encontrar lo mismo audiovisuales relacionados con política, que con buena música o literatura.
«Creo que propicia el encuentro con todo tipo de personas, siempre y cuando estén interesadas en aprender, en sensibilizarse, en conocer el funcionamiento del mundo. Pero, sobre todo, cautiva por la espontaneidad con que se mezclan los materiales que proponen y la manera en que los presentan».
Un año después de la creación del espacio llegó la oportunidad de llevar a todos los cubanos un programa televisivo con códigos similares. Así, el 20 de diciembre de 2014, nace lo que conocemos como La pupila asombrada.
«La peña de “El hueco” —comenta Iroel— se convirtió en una coproducción entre mi blog y el de Fidelito. Allí continuamos invitando a músicos relevantes y difundiendo la cultura desde sus más diversas perspectivas. Posteriormente varios amigos nos sugirieron llevarla a un programa televisivo. Ambos espacios se retroalimentan».
Soy la pupila asombrada
Recientemente, los televidentes disfrutaron de la emisión número 169 de La pupila asombrada, dedicada al aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Juventud Rebelde estuvo presente en los Estudios de Animación del Icaic, donde se graba el programa, para conversar con su equipo de realización.
Iroel insiste en que desde el principio todo el equipo aceptó sumarse al proyecto sin preguntar cuánto iban a ganar. Fue una causa abrazada en conjunto al instante. La grabación transcurre entre las bromas y la preocupación por los problemas del otro, porque La pupila… es un complot entre amigos.
El espacio cuenta con la conducción de Karen Brito, la dirección y los comentarios de Iroel Sánchez; el guion y los comentarios de Fidel Díaz Castro; el sonido y la musicalización de Iván Camilo Ferrera; Omar Valiño, Fabián Escalante y Nayma Cepero como comentaristas; Lianet Escobar, en los medios sociales; Abel Roque en la cámara, y Yosmel Torres, Alain García y Johanm Ramírez en la edición. La dirección para televisión, edición y cámara están a cargo de Mixael Porto, quien comentó:
«Nuestro colectivo crea sobre la marcha; todos somos camarógrafos, sonidistas, directores… Es un trabajo en el que nos cuestionamos constantemente, para lograr ese espíritu de renovación que queremos transmitir. Llegué al proyecto en 2015, por mi amistad con Iroel, y nuestro fin era lograr un cambio en la visualidad y la estética del programa, porque en esta nueva etapa queríamos hacer el estudio completamente digital.
«Todavía queremos cambiar la visualidad manteniendo los principios que hemos planteado hasta ahora y renovando la parte gráfica, y crear un ambiente virtual nuevo, más grande y atractivo. Desde el último año nos propusimos salir del estudio y hemos grabado varios programas en exteriores, como el de Girón y el de Santiago de Cuba. Intentamos que el espectador viva con nosotros todo el proceso creativo».
El colectivo coincide en que la propuesta busca llegar a un segmento de público joven con inquietudes políticas y culturales. Por ello, trata de apartarse del lugar común para transmitir ideas de vanguardia.
La selección de los temas del espacio es clave para interesar a la teleaudiencia; de ahí que La pupila asombrada divulgue materiales poco conocidos, encontrados en internet. Son una fuente también los artistas e intelectuales relevantes que visitan el país, y que podrían pasar inadvertidos ante los medios de comunicación, así como el enfoque de efemérides desde ángulos inusuales.
El profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana Wiliam Tolentino Herrera, comentó: «Una de las mayores virtudes que tiene La pupila asombrada es la de enfocar su discurso no solo en el tratamiento de los fenómenos desde lo objetivo, sino también desde una formación humanística diferente a la de otros programas, sobre todo desde el punto de vista de la asimilación de los valores que promueve no solo el socialismo cubano, sino los movimientos de izquierda en Latinoamérica».
Al respecto Iroel afirmó: «No ocultamos nuestra militancia política, porque tenemos una postura abierta ante la historia y la vida. No tenemos miedo a decir las palabras comunismo o capitalismo, como no tememos hablar sobre poesía.
«Es un desafío salirse de lo que las personas están acostumbradas a escuchar. Nosotros sugerimos y los televidentes hacen su lectura, conectan lo que mostramos con su realidad, porque contamos con la inteligencia de los cubanos. Por más difíciles que sean las circunstancias, los cubanos tienen grandes reservas morales, enormes reservas de patriotismo e inteligencia, y La pupila asombrada se sirve de todo eso».
Iroel Sánchez, editor y director de La pupila asombrada. Foto: Tomada de Cubadebate