24 semanas, de la directora y guionista germana Anne Zohra Berrached. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:45 pm
Imagine por unos instantes que está usted, estimado lector, sentado en una butaca de una sala de cine. Se apagan las luces y se ilumina la pantalla. Acomódese, porque durante los siguientes minutos y párrafos podrá acercarse a las historias impactantes que formarán parte de la muestra alemana incluida en la programación del 38 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Abrimos el recorrido cinematográfico con una cinta que críticos de diversos medios internacionales de prensa han ubicado entre las mejores propuestas fílmicas de 2016. Se trata de 24 semanas.
Dos años de investigación profunda le tomó a la directora y guionista germana Anne Zohra Berrached (Dos madres) conformar el sólido guion de un drama que aborda el tema del aborto. Nos presenta a Astrid, una humorista que lleva una vida feliz y está en espera de su segundo hijo. Todo cambia cuando en el hospital le informan que su bebé sufre de Síndrome de Down. La protagonista, junto a su esposo, comienza a imaginarse cómo sería la vida familiar y surge el conflicto: interrumpir o continuar con el embarazo, que lleva ya 24 semanas…
El filme fue el único de origen alemán en el concurso de la Berlinale 2016 y obtuvo el Premio Cinematográfico Gilde, como mejor aportación concursante. La directora, cuya primera cinta fue sobre una pareja de lesbianas que busca tener un hijo, ha dicho sobre su segunda obra que quien decide tocar un tema tabú debe hacerlo con la capacidad de «enfrentarse a la audiencia y responder sus preguntas sobre cómo es el tema en realidad».
La intensidad temática de la muestra alemana se incrementa con La conspiración del silencio, dirigida por el actor, guionista y productor italo-alemán Giulio Ricciarelli.
La conspiración del silencio, dirigida por Giulio Ricciarelli.
Ante el dilema de hacer justicia o reabrir heridas nos sitúa la cinta, que se desarrolla en una Alemania determinada a dejar el pasado detrás, cuando han transcurrido 15 años después de la II Guerra Mundial.
El protagonista es un joven fiscal, quien va descubriendo verdades que el pueblo alemán prefiere ocultar, como las atrocidades cometidas en Auschwitz. La trama gira en torno al impacto que tienen esas verdades incómodas y cómo el hecho de enfrentarlas puede cambiar no solo la vida de las personas, sino la historia de una nación.
El tema no es desconocido para la filmografía alemana, y La conspiración del silencio tiene un acercamiento descarnado. Según han referido los especialistas, logra un gran impacto al relatar el manto de silencio que se extendió en esa nación europea en el período de la posguerra y la forma en que eran combatidos quienes se atrevían a quitarse las mordazas.
A otra zona de penumbra llega Refugio, multipremiada cinta en diversas plazas foráneas, que nos propone una mirada al interior de uno de esos internados existentes hasta la década de los 70 del pasado siglo en Alemania Occidental y donde la educación cristiana, la violencia y la represión eran los pilares del aprendizaje. Catalogados como santuarios del terror, en esos reformatorios recibían a chicos difíciles.
El director Marc Brummund (Hogar, Volcar Vacas y Ganar terreno) nos traslada a los escenarios reales de una de esas instituciones aún en pie, mediante la tragedia que debe enfrentar Wolfgang, internado por su padrastro. A pesar de puertas cerradas, ventanas enrejadas y el recio adiestramiento, el adolescente de 14 años tiene algo muy claro: no perder sus ansias de libertad.
Y si de encierro y realidades incómodas se trata, Pecado es un ejemplo sobresaliente. El largometraje sigue los pasos de la oscarizada Spotlight y se adentra en la temática del abuso sexual sobre niños y jóvenes en la Iglesia Católica. Para ello retrata la vida de tres amigos curas: Jakob, Olivier y Dominik.
El protagonista es Jakob (Sebastian Blomberg), consejero en una cárcel y quien debe enfrentarse a todas sus creencias cuando su colega y amigo Dominik (Kai Schumann) es acusado de abusar de un joven. Mientras que Jakob intenta descubrir la verdad, Oliver (Jan Messutat) busca enterrar el asunto.
La decadencia espiritual y moral, la confrontación con la fe, las relaciones entre los presos pederastas, la sicología, las subjetividades de los curas proclives a los abusos, son algunas de las aristas manejadas en la ópera prima de Gerd Schneider, que nuevamente vuelve a poner el dedo en una llaga que muchos insisten en tapar.
Por su parte, ambientada en 1929, en el aislamiento de una cabaña en un bosque, se desarrolla El concilio de los pájaros. La ópera prima del director de fotografía Timm Kröger, se erige sobre las relaciones entre tres protagonistas que buscan a su amigo músico desaparecido. Durante las búsquedas se dan cuenta de que los sonidos del bosque hechizan y de esa forma el espectador es también seducido por el misterio de la película, la cual se alzó con el premio especial del jurado por la mejor cinematografía, en el Festival de Cine de Belgrado, en 2015.
El listado de la selección fílmica alemana se completa con los títulos Toni Erdmann, de la directora Maren Ade (Everyone Else), que indaga en el verdadero sentido de la vida y la felicidad de una manera inusual. Le sigue Coconut Hero, segunda película de Florian Cossen. Cargada de altas dosis de humor negro, tiene como protagonista a Mike Tyson, no al ex campeón de boxeo, sino a un problemático adolescente de 16 años, que decide pegarse un tiro con una escopeta y falla, cambiando todo en su vida. Cierra la nómina Babai, de Visar Morina, la cual narra una historia de separación y rencuentros entre un padre que se marcha y un hijo que va a buscarlo.
Coconut Hero, segunda película de Florian Cossen.
Ciertamente, la muestra germana lo tiene todo para atrapar el interés del espectador. Y como ya estamos en días de Festival, todo lo que tiene que hacer es tener en cuenta estas «rutas» fílmicas, abandonar su butaca imaginaria y enrumbar sus pasos hacia la cómplice penumbra del cine.