La historia de actos subversivos de Estados Unidos contra Cuba continúa, a contrapelo del avance en la normalización de las relaciones oficiales entre ambas naciones y el espíritu de los pronunciamientos de los presidentes de ambas naciones para comenzar ese delicado camino.
Sigue develándose el cambio de estrategia para los propósitos de subversión del orden constitucional en Cuba: si antes favorecían la emigración y la deserción de los profesionales, ahora la política converge con la de «preparar en su nación» y «devolver a Cuba» a aquellos que pretenden sirvan a sus fines imperiales.
Ello lo confirma el Programa de verano para jóvenes cubanos, que desde 2015 ha diseñado la organización no gubernamental estadounidense World Learning, sin la aprobación de nuestro Gobierno, denunció en diálogo con nuestro diario Suzanne Santiesteban Puertas, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), quien añadió que se trata de otro de los planes estadounidenses para intentar destruir «desde adentro» la Revolución.
Apuntó que la World Learning tiene entre sus propósitos trabajar con jóvenes de otros países mediante su inserción en programas educacionales y de intercambio cultural por varias semanas en Estados Unidos, para inculcarles los valores de esa sociedad e influir política e ideológicamente en ellos.
Santiesteban Puertas señaló que en el caso de la Mayor de las Antillas, la World Learning estableció el Programa de verano para jóvenes cubanos, que ha recibido financiamiento de distintas instancias del Departamento de Estado de Estados Unidos, incluida la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), una de las encargadas por el Gobierno para implementar programas subversivos dirigidos a promover cambios en el orden interno del sistema social cubano y para lo cual se destinan cada año presupuestos millonarios.
Esa entidad norteamericana, que capta jóvenes en más de 140 países y con oficinas de coordinación en más de 60, fue fundada en 1992. Sus sedes centrales radican en el estado de Vermont y Washington y no tiene representación en nuestra nación ni se le ha autorizado su presencia, por lo que sus actividades son ilegales, explicó.
El Programa de verano para jóvenes cubanos se ha realizado entre julio y agosto de 2015 y 2016, y está dirigido a jóvenes entre 16 y 18 años de edad, con estudios de secundaria básica o preuniversitario, develó la dirigente estudiantil. Añadió que se trata de ofrecer herramientas a «líderes» que traigan y apliquen el conocimiento adquirido en nuestro territorio con fines desestabilizadores.
Detalló que los captados han sido hospedados con familias estadounidenses anfitrionas, y su estancia en Estados Unidos incluye visitas a escuelas y a organizaciones comunitarias, así como la elaboración de un proyecto final con las acciones que, como caballo de Troya, implementarán tras el regreso a Cuba, y al cual se le da seguimiento por la World Learning.
La dirigente estudiantil expresó que para la materialización del programa en 2016 y la organización de la salida del país de los jóvenes seleccionados, en julio último viajaron a La Habana, con tarjetas de turistas, tres ciudadanos panameños y un español residente en Panamá, quienes fueron contratados por una directiva estadounidense de la World Learning, un hecho que constituye una violación y evidencia el carácter ilegal, subversivo e injerencista del programa.
Pero, como subrayó la presidenta de la FEEM, el amor de los estudiantes cubanos por la Revolución y sus líderes, el proceso político que abre posibilidades ni siquiera soñadas en otras partes del mundo para los más jóvenes, no podrá ser subvertido por migajas engañosas o señuelos encubiertos, que para nada los engañan, porque tienen el filo forjado por el magisterio, la familia y la institucionalidad revolucionaria, significó.
Resaltó que esta estrategia es muestra de la hipocresía del Gobierno de Estados Unidos, luego de restablecer las relaciones diplomáticas con nuestro país. El desarrollo de tales lazos no admite la existencia de programas de esta naturaleza, remarcó.
La presidenta de la FEEM ratificó la lealtad, patriotismo, unidad, antimperialismo y el firme compromiso del estudiantado de enfrentar siempre todo lo que dañe a Cuba. «Nosotros no nos oponemos a los intercambios científicos, educacionales y culturales con Estados Unidos que, de hecho, se han realizado e incrementado en los últimos años, pero exigimos que se realicen respetando nuestros principios y las leyes cubanas», concluyó.