La tecla del duende
Aunque el recuerdo no tiene fecha fija en el calendario del alma, como nos enseñó el Guille, en febrero se aprieta más su dulzor en la memoria. Hace diez años, ese periodista extraclase que nos encantaba con una sonrisa, fundó esta columna de todos y, en 2005, también alrededor del día enamorado, creó nuestras tertulias.
Y uno, que no tiene el saco gigante de palabras de aquel escribidor, se apresura a buscar algo galante, algo ocurrente, algo cósmico para publicar en esta fecha. Pero los vocablos no llegan, o parecen ya gastados entre mil rutinas poco románticas.
Entonces vienen a la memoria tres destellos. Hace unos días, en una tarea para su escuela, un niño de 11 años habló de La Tecla. Escribió de nuestra última expedición a la Loma del Taburete: «Cuando nos disponíamos a comenzar a subir, nos repartieron comida para la caminata y nos advirtieron que ahorráramos las provisiones porque eran un pan y medio. En la mitad del camino todo parecía aburrido, hasta que me di cuenta de que sobrepasaba las nubes. Muchas cosas interesantes conocí que nunca había visto, como un tocororo o un nido de termitas. (…) Fue una gran experiencia... Pude hacer la subida al cielo».
Omar Herrera, otro amigo escritor, luego de un año hospitalizado, nos remitió una carta para compartir travesuras. Él, con motivos muy fuertes para preocuparse por temas más sombríos, salió del ingreso pensando en que debíamos organizar un festival del piropo.
¿Cómo nombramos —y clonamos— esa increíble pasión por repartir bellezas?
La clave, tal vez, la dio el entrañable poeta y profesor de creación literaria Roberto Manzano. Invitado al espacio El autor y su obra, él, que a golpes de erudición y lirismo dicta cátedras de palabras, resumió el momento con la magia de la sencillez. «La mejor poesía es querernos», dijo.
¿Qué han sido estos diez años, sino el intento de poner en letras la aventura de querernos? ¿Qué puede haber que estremezca más, como un volcán de imposibles, que el temblor en que nos abrazamos?
Este sábado, en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (G y 21, Vedado), a las 2:00 de la tarde, cuando festejemos el aniversario teclero, conversaremos sobre ese tema: la poesía de querernos. También allí se entregarán los premios de nuestro concurso sobre cine, gentileza del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos.
Se aceptan audacias. Por lo pronto, como andamos de Feria, cada quien debe traer un libro dedicado para la ocasión. Los pondremos en una mesa sueca (cubana) y todos, al final, nos llevaremos a casa las letras amorosas que otra mano ofreció. También se hará una muestra con las artesanías que diseñan varios ocurrentes.
En Las Tunas, en el centro cultural Huellas, del bulevar, la cita del afecto será el domingo, igualmente a las 2:00 de la tarde.
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y silencioso. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. (De Julio Cortázar, Capítulo VII de Rayuela, enviado por la sanjuanera Sonia Navarro)
Y como las ideas del corazón solo tienden a crecer, el domingo 13, a las 8:30 de la noche nos encontraremos en la sala 3 del Multicine Infanta. Allí, gracias a los amigos del ICAIC, tendremos una proyección especial del filme José Martí: el ojo del canario e intercambiaremos con parte de su equipo de realización. Luego vendrá la trova junto al Diablo Ilustrado, hasta que San Valentín nos dé las 12:00.
Betty: «No quiero estar sin ti, si tú no estás aquí me sobra el aire. No quiero estar así, si tú no estás la gente se hace nadie». Cali
GJG: El amor se pinta ciego y con alas, ciego para no ver los obstáculos y con alas para volar sobre ellos. Tu chinita.
ATM: Son 2 nuestras fechas en febrero y 2 las palabras para decir TE QUIERO... SPG
Reinier: No pretendo robar tu corazón, solo quiero que me lo prestes por el resto de tu vida. Kenia
Remis: Más vale tus sonrisas tristes, que la tristeza de no verte sonreir. ECCR
Yoismel: Siempre vas a ser mi coquito prieto. Te Amo. Sandra
ARPM: Eres mi sexto sentido. Tu soro
Reinier: Amo 2 cosas en la Vida: los sueños porque son perfectos y a ti, porque sin ser perfecto me haces soñar. Yayi
Para que con nuestra huella/ se torne cristal el lodo,/ hay que amar, amarlo todo/ desde el insecto a la estrella./ La fulminante centella/ se hará un suave resplandor, lo amargo se hará dulzor,/ el erial se hará una huerta/ cuando no quede una puerta/ cerrada para el amor. (El Indio Naborí)