Acuse de recibo
A veces lo más difícil se emprende enseguida y lo simple nos cuesta la vida, pensé, parafraseando al gran Silvio, ante la carta de Bárbara Planchat, desde Herrera 261, entre Reforma y Guasabacoa, en Luyanó, municipio capitalino de Diez de Octubre.
Cuenta la remitente que la bodega donde compra sus mandados, sita en Calzada de Luyanó, entre Melones y Guasabacoa, fue reparada y remozada después del paso del tornado que azotó la capital el 27 de enero de 2019.
Hace más de dos meses, dice, que están dando fechas de inauguración de esta, que no es lo más importante. Lo preocupante es que los mandados llegan a la bodega, pero aún no está autorizado que se vendan allí.
El bodeguero tiene que trasladarlos hacia otra bodega, donde los consumidores de aquella están comprando hasta ahora. Y tiene que auxiliarse de varios hombres con una carretilla casera en malas condiciones para trasladarlos diariamente. Ello implica que el horario de venta se atrase en las dos sesiones.
«Según el bodeguero, precisa, esa bodega tiene más de 500 libretas, por lo que no soy yo sola la afectada con esta situación. Le digo esto, porque ya me ha sucedido anteriormente: Si usted publica mi queja, comenzarán a desfilar por mi casa personajes de Comercio, de la zona, de todas partes, no preocupados por el asunto, sino por lo que yo pude haber dicho. Y a decirme que primero debí informarlo en la base. Pero ellos son los que deben estar informados de esta situación, y resolverla», concluye.
Parece que la lentitud se ha contagiado como un virus en otros rincones, según la misiva que me ha enviado Delia Bacallao García, desde Ceferino Fernández No. 54, entre Colón e Isabel Rubio, en la ciudad de Pinar del Río.
Cuenta ella que su hija Delia María Gutiérrez Bacallao, quien reside en España, envió en 2019, vía valija diplomática, los documentos de su divorcio de Jorge Antonio Barreto Andrade. Y según Héctor Herrera de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) del Minrex, se entregaron el 14 de febrero de 2020 al Registro Especial de Actos y Hechos de Cubanos en el Exterior, del Ministerio de Justicia, a través del Envío No. 4.
Por su parte, la funcionaria Alina, del citado Registro Especial, asegura haberlos enviado a Pinar del Río el 10 de marzo de 2020.
«Pero a Pinar no han llegado hasta hoy, manifiesta Bárbara. Esos documentos deben asentarse en el Registro Civil del Palacio de los Matrimonios de Pinar del Río. Y a mi hija le urge la certificación de divorcio que debe emitir dicho Registro Civil, para legalizar nuevas nupcias que ya ha contraído en España. He enviado queja al Ministerio de Justicia, y ni siquiera he recibido acuse de recibo de ella», concluye.
Por otra parte, insisto a nuestros lectores que se han incrementado las cartas en las cuales los remitentes no estampan su dirección particular, requisito imprescindible para el trabajo de esta sección. Y también proliferan misivas sin todos los elementos imprescindibles del asunto a tratar. Siempre que puedan, por favor, envíen algún teléfono para aclarar cualquier duda sobre el documento. Gracias.