Si usted le pregunta a un matemático qué es la belleza, este le dirá probablemente que la belleza es una ecuación. Por ejemplo, E=mc². Cuentan que una vez le preguntaron al físico Paul Dirac su opinión acerca de la verdad o la falsedad de la inmortal fórmula de Einstein, y él respondió sencillamente: «Qué más da si es verdad o mentira, ¡es tan bella!». Y es bella, sin dudas. Albert Einstein se esforzó en construir una teoría armoniosa de la naturaleza. Tan elegante y bella que no desmereciera al universo o al menos de la concepción que el físico tenía de él.
Hace unos años la TV nacional popularizó, en uno de sus programas humorísticos, a un simpático personaje que pronunciaba semana tras semana una inflexible pero pegajosa sentencia conclusiva: ¡Que nadie toque nada, yo solo puedo tocar!
Sigo recordando una crónica del maestro Manuel González Bello, publicada en estas mismas páginas hace años, donde demostraba que la paternidad bien asumida es una condición difícil.
«¿Qué pasará en Bélgica el 15 de julio?», me preguntaban unos jóvenes belgas días atrás, para que compartiera mi punto de vista sobre la inestabilidad política que vive su país, sede de las principales instituciones de la Unión Europea.
¿Cuál es la parábola central de esta película? ¿Qué nos dice, en esencia, por encima o por debajo de la historia? Pareciera un homenaje a Dostoievski, pues c...
Mucho me estuve preguntando si serán estas sesiones finales del Congreso, o mejor decir, los restos que nos quedan, bajo la férrea vigía del dios Crono, otro de nuestros habituales desahogos catársicos colectivos.
...
En la primera presidencia compartida actuar...
Escondidos, ahora con más miedo a ser descubiertos, los indocumentados llegados a Europa de allende los mares ocultan su identidad, y parecerían querer huir hasta de sí mismos. Muchos malviven en sótanos fríos y abandonados si ahora no tienen empleo, y subsisten de lo que les llevan sus paisanos...
«¿Estamos haciendo el socialismo?», se preguntó Raúl el viernes ante el Parlamento cubano, en un discurso pleno de certezas y también de insatisfacciones. Y recordaba aquel alerta temprano de Fidel el 17 de noviembre de 2005 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, cuando socráticamente calificara, como el más importante error, el creernos que alguien sabía de socialismo, de cómo se construye el socialismo.