¿Cuánto la vida dura? /Acaso el ínfimo temblor de una piedra,/el preludio frágil antes del estruendo,/ que tornará la sombra enemiga en perpetuo viaje.
Una escalera grande y otra chiquita no resultan eficaces para acceder a la educación superior, comenta en broma un amigo colombiano cuando parafrasea la popular canción, al referir el panorama escolar de su país. Ni una nave espacial sería suficiente —agrego yo— si valoramos la problemática a nivel regional, cuando en América Latina y el Caribe aún se reportan más de 38 millones de analfabetos.
Ando desesperado buscando un disco de Teresita. Quiero regalar a una amiga, que sufre por estos días un dolor intenso, la canción de Lo Feo. Sus senos han sido cercenados quirúrgicamente y, más allá de la quimioterapia, que de seguro le recetarán, he de aplicarle yo, médico empírico de la palabra, brujo sin escoba ni poderes, ese bálsamo salvador que va más all...
A veces es sorprendente cómo cambian de opinión en relación con la política hacia Cuba quienes llegan a ocupar puestos en el gobierno de Estados Unidos. Un sinnúmero de políticos de este país se han mostrado favorables a cambiar la política agresiva y fracasada que ha estado vigente por años. Lo hacen antes de llegar al poder y después de salir del mismo, pero cuando han estado ocupando cargos federales, se han mostrado tan o más agresivos que aquellos que los precedieron.
«Oh, dulce princesa, eres bella como una flor; qué buen caballo tienes...».
No caliento dudas. Y por tanto asumo las consecuencias. Si fuera c...
Las verdades que el inglés John Le Carré denunció en su novela El jardinero fiel (The Constant Gardener), llevada al cine por Fernando Meirelles, retumban más que nunca hoy en África, a la que muchas empresas farmacéuticas ven como el establo o el campo de concentración donde probar sus proyectos de medicamentos, aunque pongan en peligro la vida de muchos inocentes. En un continente donde es común que personas mueran de sida, tuberculosis, cólera o paludismo, ¿qué más da que perezcan unos cuantos por ensayos clínicos?, piensan las macabras mentes.
«¡¿Dieciséis hijos tuvo tu abuelita?! Claro, en aquel entonces no había televisión...».
Hace algo más de una semana, al vuelo 438 de Air France se le prohibió volar sobre cielo estadounidense porque en él viajaba el periodista colombiano Hernando Calvo Ospina, quien, sin saberlo, figuraba en una lista de pasajeros indeseados, («presuntos terroristas») en Estados Unidos por el simple pecado de escribir libros, o mejor, por decir la verdad.
Las denuncias de imperfecciones expuestas en los medios de prensa naufragan en ocasiones al siguiente día de publicadas, porque los responsables de enfrentar el problema callan y, al hacerlo, asumen un silencio cómplice.