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Los gallitos picaron duro este sábado Autor: Osvaldo Gutiérrez/ACN Publicado: 08/06/2019 | 11:44 pm
Como auténticos Gallitos de pelea, los jugadores de Sancti Spíritus no se amedrentaron por la derrota del viernes y hoy les devolvieron el golpe a Santiago de Cuba por la misma vía: fuera de combate (11-1), y este domingo se decidirá cuál es el rival de Cienfuegos en la final del campeonato cubano sub-23.
El abridor Edelso Montesinos se mostró como es: ponchador y bolero, pero sorteó su falta de control durante los siete innings que duró el choque, pese a embasar a seis por bases por bolas y consiguió el triunfo que igualó este brevísimo play off. Montesinos, cuya frecuencia de K fue de las mejores en la ronda regular (12.56), superior incluso a la del recordista en estrucados, Roberto Hernández, mandó a diez indómitos para el banco arrastrando el bate y la única carrera que le hicieron fue inmerecida.
El primer bate Rodolexis Moreno empujó dos, mientras Diasmany Palacios y Lázaro Viciedo sonaron par de incogibles cada uno. Por los indómitos, Marlon Serrano bateó de 2-2.
Sí en el primer juego, las imprecisiones a la defensa fueron de ambos bandos, hoy los locales cometieron cinco pifias y de las once anotaciones de los espirituanos, siete resultaron sucias. Pero carrera es carrera, y con dos en el séptimo (los del centro de la isla jugaron como home club, según lo estipulado en el reglamento) el árbitro dijo: hasta aquí, decidan mañana el campeón del oriente.
Santiago de Cuba no solo perdió con Yunior Tur, el segundo de mejor efectividad en la campaña, sino que emplearon también a quien parecía la carta ideal para la tercera apertura. Pero José Carlos Barbosa no pudo sacar out, le pegaron dos imparables y caminó a otro para irse rápido. Quizá vuelva mañana para vengarse, si es que el alto mando no se inclina por Adrián Ramírez.
Por Sancti Spíritus lanzará Yankiel Mauri, un muchacho que lo mismo estuvo en el bullpen que en la rotación con muy buenos dividendos en ambos roles.
Nueve errores han cometido los indómitos, el triple de las pifias de su adversario, y esa agujerada defensa ha marcado, negativamente, la semifinal del oriente.
