A los jóvenes hay que enseñarlos a cribar las informaciones para que sepan distinguir entre la verdad y las calumnias. También hay que enseñarles la historia de manera amena y diáfana, en aras de que sus enseñanzas sean profundas y perduren.
Con reflexiones como esas se nutrió el encuentro entre miembros del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), con participantes en los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, y expedicionarios del yate Granma.
Tras presenciarse un audiovisual que resume la labor de la organización juvenil en 2017, y enunciarse los objetivos de trabajo para este año, Ramón Pez Ferro, quien el 26 de julio de 1953 participó en la toma del antiguo Hospital Civil Saturnino Lora, y fue el único hombre sobreviviente, insistió en que los jóvenes se preparen para enfrentar todas las batallas que el mundo moderno presenta, entre estas la ciberguerra, y los desafíos propios de la Isla en medio de la actualización de su modelo económico y social.
Diosvany Acosta Abrantes, miembro del Buró Nacional de la UJC, explicó las estrategias comunicacionales que se aplican en las estructuras atendidas por la organización. Dijo que de esa manera no solo se desarticulan las matrices de opinión negativas que se urden en torno a la Revolución Cubana y a la izquierda de manera general, sino también se consolidan valores que harán permanente el compromiso de las nuevas generaciones con su Patria y con Fidel.
El encuentro fue como reanudar un pacto entre las nuevas generaciones y estos hombres que, siendo muy jóvenes arriesgaron sus vidas por la libertad y la dignidad del pueblo cubano. Por eso se reiteró en todo momento la necesidad de enfrentar permanentemente las manifestaciones que denigren a la Revolución y aniquilen la iniciativa y los deseos de hacer Patria todos los días.