Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., perdió la oportunidad de reunirse con su par ruso, Serguéi Lavrov, y discutir la actual situación en Ucrania, una operación militar especial con reclamos por parte de Moscú, y una guerra proxy para Washington, donde actúa como la gatica de María Ramos , tira la piedra y esconde la mano.
Una mano que en lo que va de año ya le ha entregado al Gobierno de Kiev 54 000 millones de dólares en armas y otros insumos bélicos.
Es más, la administración Biden anunció el pasado viernes el paquete de armamentos número 15, por 400 millones de dólares, entregado a Ucrania desde el 24 de febrero.
Este de ahora incluye más sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (Himars), para alcanzar la cifra de 12 proporcionados al Gobierno de Zelensky, municiones de artillería 155 mm, vehículos tácticos para la recuperación de equipos, municiones de demolición, sistemas de contrabatería y piezas de repuesto, entre otros equipos.
Como el propósito estadounidense y de sus aliados de la OTAN y otros socios es derrotar a Rusia, no hay que ser adivino ni especialista en el área militar para que asegurar que en cuanto aprueben el presupuesto del año fiscal 2023 sumarán varios miles de millones más para echarle leña a un fuego que, dijeron en la Cumbre de la alianza bélica en Madrid, durará «el tiempo que sea necesario».
Queda en evidencia que la diplomacia no forma parte de las prioridades de Occidente para lidiar en un asunto que va dañando no solo a los directamente involucrados, sino también al mundo entero, pues si se repasan las informaciones de prensa, desde el 15 de febrero pasado no se ha producido ningún encuentro entre Blinken y Lavrov, y menos aún contactos entre los presidentes Joe Biden y Vladímir Putin. Es más, el Departamento de Estado canceló la reunión que ambos jefes de la diplomacia debían tener el 22 de febrero. Por cierto, dos días antes de que Rusia decidiera reconocer a las autoproclamadas repúblicas del Dombás.
Advierto que si no querían negociar sobre Ucrania, una reunión de buenas intenciones entre Blinken y Lavrov, pudiera haber abordado un intercambio sobre la posibilidad de conversaciones de control de armas nucleares, en las cuales la nación euroasiática está interesada «dados los cambios tectónicos en el campo de la seguridad europea e incluso global», como dijo hace más de un mes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, y agregó con prudencia razonable: «Tales conversaciones son necesarias, el mundo entero las necesita».
En 2021 Biden y Putin habían acordado extender por cinco años el Nuevo START, que limita el número de misiles, bombarderos y ojivas que cada potencia puede tener desplegados, único tratado que queda en pie.
Pero pudiendo dar un pasito a favor de la seguridad planetaria, se perdió la Ocasión… por eso la pintan calva, porque si no agarras a la diosa por la abundante cabellera de adelante, no podrás tomarla por atrás cuando pase veloz a tu lado.
Ni Ucrania ni las armas nucleares pudieron aprovechar la oportunidad en Bali.
Por cierto, no todos los integrantes del G-20 siguen a pie juntillas la líneas estadounidense de ejercer presiones y medidas punitivas contra Rusia, incluidos los aliados del Brics —Brasil, India, China y Sudáfrica—, como tampoco la anfitriona Indonesia ni las latinoamericanas Argentina y México.
Parece que en la Tierra todavía se prefiere el multilateralismo… No le parece recomendable el aislamiento de nadie y, por supuesto, le molesta el tronar de las armas; por sobre todas las cosas, quisiera paz.
]]>Fueron 60 los disparos que lo impactaron cuando huía… Noventa las descargas de las armas oficiales para ultimarlo y en solo seis segundos. Puede hablarse de saña —esa violencia y crueldad provocada por un enfado muy grande con la que se trata a una persona o cosa, dice su definición—, también de alevosía —que es la comisión de un delito «a traición y sobre seguro», como establece un código penal.
La declaración oficial de lo que sucedió busca la justificación al asesinato: «Las acciones del sospechoso hicieron que los oficiales percibieran que representaba una amenaza mortal para ellos». Cálculo frío e hipócrita del proceder policíaco: llamaron a los servicios médicos, pero Walker fue declarado «muerto en la escena».
Bobby DiCello, abogado de la familia Walker, dijo a la prensa que cree que el número de disparos superó los 90, y que una investigación indica que Walker recibió de 60 a 80 heridas. «Fue una cantidad increíble de disparos».
Embarazoso de decir, pero Jayland Walker fue ejecutado, tal y como ocurría hasta mediados del siglo XX, cuando se prendía fuego a las cruces y «frutos extraños» colgaban de los árboles.
Utilicé la palabra embarazoso, así se dice de lo que hace sentir incomodidad o vergüenza. Y embarazo tiene otra acepción, que en algunos casos puede ser sinónimo de la mayor felicidad del mundo, la dulce espera de la maternidad, pero también asociarse a la incomodidad y la vergüenza, cuando las circunstancias de la gestación están asociadas a una situación no deseada, implica riesgo para la vida de la gestante o es producto de una violación o sexo no consentido.
Casi coincidente en el tiempo, Ohio dio otra noticia incómoda sobre el irrespeto a los derechos de las personas. En este caso no se conoce el nombre de la protagonista principal, por razones obvias —le llamaremos Jane Doe, como se acostumbra en Estados Unidos para ocultar una identidad o porque se desconoce—, pero sí sabemos su edad.
A una niña de diez años se le negó un aborto en Ohio después de que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó la semana pasada que estaba revocando Roe vs. Wade que en 1973 les había dado a las mujeres estadounidenses derecho constitucional sobre la reproducción.
Llegaron los impactos tangibles que la decisión del alto tribunal está teniendo en los pacientes que buscan acceso a la interrupción del embarazo, y aunque no se mencionó tampoco la palabra violación, es obvio deducir la causa. Caitlin Bernard, obstetra-ginecóloga del vecino Estado de Indiana, recibió a una paciente de diez años que tenía seis semanas y tres días de embarazo, informó el Indianapolis Star. La niña debe viajar kilómetros en busca de la ayuda necesaria que la corte máxima en Ohio le negó: una suspensión de emergencia de la prohibición del aborto.
Saña y alevosía con Jayland Walker. Saña y alevosía con la pequeña Jane Doe.
4 de julio de 2022, a 246 años de la independencia de Estados Unidos, lo escribo sobre este lamentable hecho. Mientras allá se atragantan de hamburguesas y cerveza, se agitan las banderas, resuenan los fuegos artificiales…
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«Todos sabíamos que la administración Biden iba a ser mala, pero ninguno de nosotros imaginaba lo malos que serían y lo lejos que llegarían», palabras de estímulo pronunciadas por el ex presidente Donald Trump a los participantes en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) reunidos en Orlando, Florida.
Al decir de algunos, Trump hizo tiras de pellejo al presidente Joe Biden y a sus críticos dentro del Partido Republicano en su primer discurso público, en el cual —durante más de una hora—, aunque dijo que no pretende crear un nuevo partido, sí sentó base para ser postulante en el 2024, porque ya se sabe que le cogió gusto al Despacho Oval y a las posibilidades de imponer y regar, por su país y el mundo, políticas de extrema derecha, bien parecidas al fascismo.
Nada de lo hecho o dejado de hacer —del mes y medio que el demócrata lleva en la Presidencia, quedó libre de los improperios trumpistas: la pandemia de la COVID-19, las fronteras y la inmigración, trabajo y desempleo, tratados comerciales internacionales para «rendirse a China», políticas energéticas, derechos de los transexuales, y más.
Recuerdan cuando, por lo bajito, llamó «delincuentes» a los migrantes del sur de las fronteras de EE. UU., pues no se quedó nada corto ahora cuando dijo de las decisiones de Biden que revisan las medidas anti-inmigrantes de mano dura impuestas por su administración: «Pueden ser asesinos. Pueden ser violadores. Pueden ser traficantes de drogas. Los llevas y los liberas en nuestro país», dijo Trump, refiriéndose a los migrantes indocumentados.
Apenas fue este uno de los puntos del discurso con el cual, ahondando divisiones entre los republicanos que se hicieron más profundas con los acontecimientos del 6 de enero, busca controlar el partido.
Como blancos especiales de ahora están los pocos representantes y senadores republicanos que votaron a favor del impeachment o apoyaron al Colegio Electoral que certificó la victoria de Biden en los comicios de noviembre pasado, entre ellos el senador Mitt Romney, de Utah, y los representantes Liz Cheney, de Wyoming, y Adam Kinzinger, de Illinois, de quienes dijo estaban destruyendo al GOP y llamó para que en las próximas elecciones (las parciales de noviembre de 2022) «deshazte de todos ellos».
A sabiendas del poder de Trump sobre las bases republicanas y de sectores y grupos de extrema violencia, unos cuantos más en el bloque de congresistas republicanos evitaron el impeachment de Trump, más por temor a perder sus curules frente a aspirantes fieles seguidores del ex mandatario que por seguir a lo que hubieran sido votos de conciencia ante una actitud anticonstitucional y la invasión a las instalaciones que resguardan a la «democracia made in USA».
Si quieren comprobar cómo está la situación, una encuesta previa al discurso de este domingo ante el CPAC, el 55 por ciento dijo que votaría por Trump en unas primarias para elegir al candidato del Partido Republicano del año 2024.
Lo cierto es que el magnate y ex presidente sigue estando en el bombo de la política estadounidense, a pesar de que tiene sobre sus espaldas la espada de Damocles de unos cuantos asuntos pendientes en diferentes cortes, relacionadas con el no pago de impuestos y otros trapitos sucios semejantes e incluso las acusaciones de haber incitado a la insurrección y toma del Capitolio, que tuvo un saldo de cinco personas muertas.
Durante todos los días que ha durado la Conferencia —también lo reiteró Trump— en discursos y coros se habló del «robo electoral del 3 de noviembre» y de que la Casa Blanca la ocupa un «presidente ilegitimo».
Puede que usted crea que es el colmo de la ridiculez, pero en verdad es el sumun del culto a la personalidad, Trump fue homenajeado como un mesías, con una estatua dorada reverenciada por sus más fervientes seguidores; y su hijo Don Jr. reclamó que ahora el Grand Old Party se escribe con T de Trump.
Todo esto le permitió decir en su discurso y ser vitoreado con fervor ciego: «¿Ya me echaban de menos?»… «He ganado dos veces» y el público le contesto «Ganamos»… «El increíble viaje que iniciamos está lejos de acabar». Es una amenaza latente, y emprende esa marcha poniéndose al frente de lo que llamo «nuestro Partido» con directrices precisas: «Primero recuperaremos la Cámara de Representantes, y luego un presidente republicano hará un regreso triunfal a la Casa Blanca. Me pregunto quién será». Dicen los medios que dieron cobertura al evento que sus palabras fueron cerradas con «una bulliciosa ovación».
]]>En la ceremonia, por cierto subrepticia según informes de prensa, Trump calificó a Nunes como «un servidor público de talento sin igual, integridad inexpugnable y resolución inquebrantable», aunque alguna prensa, con indulgencia, llamó «tonta» a esa declaración sobre el legislador republicano por California.
Era la víspera de este miércoles 6 de enero, en que el Congreso de Estados Unidos debe certificar el triunfo del demócrata Joe Biden en los comicios del 3 de noviembre pasado —otorgado ya el 14 de diciembre por el Colegio Electoral con 306 votos frente a 232 y antes por la decisión en las urnas de más de 81 millones de estadounidenses—, y abrirle las puertas de la Casa Blanca como 46to. presidente de EE. UU. el 20 de enero.
Pero la obstinación de Trump estimula la acción anunciada por un grupo de políticos republicanos que pretenden revertir el resultado electoral. Once senadores —encabezados por el texano de origen cubano Ted Cruz— y un centenar de representantes se negarán a certificar la victoria de Biden, a no ser que el Congreso forme una comisión para investigar el presunto fraude en las elecciones de noviembre.
Introducir tal ruido en el sistema no recibe toda la aprobación de los republicanos. Por ejemplo, Rob Portman, de Ohio, ha dicho que «no puedo apoyar el permitir que el Congreso frustre la voluntad de los votantes» pero, aunque se estima que no tendrán éxito en la maniobra, esta pone en jaque a Biden, quien por demás no ha recibido la colaboración debida de los funcionarios trumpistas para una normal transición de gobierno.
Según The Washington Post, Brad Raffensperger, quien es republicano, secretario de Estado de Georgia y por ello el principal funcionario electoral de ese estado, recibió el domingo una llamada de Trump en que este le dijo: «solo quiero encontrar 11 780 votos». Con ellos se anularía el resultado que le dio la victoria allí a Joe Biden.
Raffensperger no se ha dejado intimidar por este mandatario de probada conducta revanchista que quiere de todas formas que le sigan sus afirmaciones infundadas de fraude generalizado, y dejó claro en su respuesta a la llamada telefónica presidencial que los resultados de Georgia son correctos.
De igual manera, los 50 estados de la Unión certificaron los resultados y en algunos hubo recuentos de votos y apelaciones legales, pero los tribunales del país han rechazado 60 impugnaciones contra Biden, en ese terco intento republicano de revertir lo que dijeron las urnas.
La pretensión de Trump con Georgia es más abarcadora, pues este martes son allí los comicios para determinar los dos senadores correspondientes, dado que de acuerdo a las regulaciones del estado para que un candidato sea declarado ganador necesita el 50 por ciento de los votos y en el conteo del pasado 3 de noviembre ninguno los consiguió.
Ahora mismo, no parecen tener las de ganar los dos republicanos que actualmente ocupan los escaños: David Perdue, a quien se le señalan transacciones de negocios a su favor favorecidas por un comité del Senado del cual forma parte, y Kelly Loeffler, una de las senadoras más ricas de EE. UU., quien entro en contradicción con las jugadoras de la liga femenina de basquetbol por su oposición al movimiento Black Lives Matters que exigen que venda su participación como copropietaria del equipo Atlanta Dream.
A ellos se enfrentan los demócratas Jon Ossoff y el reverendo Raphael Warnock, pastor de la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta, donde predicara el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr.
De llevarse el Partido Demócrata esos dos curules, el Senado estaría 50 a 50 y en cualquier votación determinaría —de acuerdo a las normas constitucionales— el vicepresidente de la nación, en este caso la recién electa Kamala Harris.
Ahora bien, Donald Trump se la está jugando en Georgia, porque dos representantes demócratas han pedido al FBI que investigue su llamada a Raffensperger y le acusarían formalmente porque la consideran «evidencia del fraude electoral por parte del Sr. Trump».
Aunque no es ese el problema mayor para el Presidente saliente. Son varios los escándalos que le rodean que pudieran llevarlo a procesos penales y se incluyen marañas con los impuestos que debió pagar a la ciudad de Nueva York, acompañados de una compleja situación financiera personal, y el 20 de enero se le acaba la inmunidad que le da su cargo…
Los días finales de la actual administración se caracterizan por echar combustible para una situación caótica; sin embargo, la situación apunta a que se le ha ido de las manos al Donald pato cojo. Por lo pronto, la recién investida en el cargo de fiscal del Distrito Fulton de Georgia, Fani Willism, está dispuesta a que no se cometa una felonía en su área y Trump ha intentado fraude electoral.
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Una era la XV Cumbre del G20 dedicada al enfrentamiento a la Covid-19, la que ya acumula en el mundo más de 59 millones de contagiados y se aproxima al millón 400 mil fallecidos; y en Estados Unidos 12 593 161 han contraído la enfermedad y cuentan con 262 729 decesos. La otra G era su partida de golf en el campo de Virginia.
Para Donald Trump no hubo titubeo entre el deber de mandatario con una nación en crisis sanitaria y el placer de su deporte favorito. No se ha reportado oficialmente cuántos hoyos hizo en su apacible descanso, pero su discurso fue brevísimo y sirvió para refrendar su retirada del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, hecho efectivo el pasado 5 de noviembre, en una posición aislacionista defendida a ultranza, mientras el otro país gran emisor, China, insistía en que las potencias económicas deben liderar la batalla ambiental.
No se volvió a ver más al Presidente de Estados Unidos en el debate, pero sí hubo fotos de su práctica golfista.
En cuanto al punto esencial, en la reunión virtual convocada por Arabia Saudita, los líderes del G20 prometieron plenos esfuerzos para garantizar el «acceso asequible y equitativo para todas las personas» de todos los países del mundo, a la vacuna de la Covid-19. Pero no hubo mención alguna en el documento, por parte de las naciones que dominan dos tercios de la economía mundial, a la suma multimillonaria necesaria a invertir en ese propósito y con la cual no cuenta la Organización Mundial de la Salud.
«Nos comprometemos a abordar las restantes necesidades financieras mundiales, a acoger con satisfacción los esfuerzos realizados por bancos multila
terales de desarrollo para fortalecer el apoyo financiero para el acceso de los países a las herramientas Covid-19, en línea con los esfuerzos multilaterales existentes, y alentarlos a hacer más. Reconocemos el papel de la inmunización extensiva como un bien público mundial», asegura la Declaración final de la cumbre.
Otro tema fue mantener el compromiso que hicieron en marzo pasado de suspender temporalmente el pago de servicios de la deuda de los países más pobres, ahora hasta mediados del año 2021, y subrayar la importancia de las instituciones multilaterales en medio de la crisis económica, profundizada en extremo por el aislamiento provocado por el SARS-CoV-2.
Trump le deja a Joe Biden una herencia nada fácil de asumir o revertir.
]]>El anuncio de los mandos militares norteamericanos provocó una enérgica repulsa de los gobiernos de Siria y Rusia, que denuncian los planes belicistas y desestabilizadores de Washington, y de Turquía, alarmada por el reforzamiento de elementos kurdos a los que califica de separatistas y terroristas.
Un reporte difundido por The Defense Post reveló el sábado que 230 efectivos participaron en «la clase inaugural» del curso de entrenamiento impartido por los asesores norteamericanos, según un vocero de la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos, que hace dos años inició una ilegal intervención militar en Siria, con bombardeos y operaciones militares con el pretexto de la guerra contra el terrorismo islámico.
La alarma subió de tono cuando la Coalición dijo que su objetivo es crear una fuerza con cerca de 30 000 hombres durante los próximos años, reportó Reuters.
Alrededor de la mitad, según la propia agencia, serán combatientes de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), formadas por kurdos y árabes, en tanto el resto serían nuevos reclutas.
Los integrantes de las FDS son antiguos miembros del antes llamado Frente Al-Nusra, el ala siria de la organización terrorista Al Qaeda, que pasó a gozar de la protección norteamericana cuando comenzó a llamarse Frente Fath Al-Sham y se declaró adversaria del llamado Estado Islámico (Daesh, en árabe).
El Gobierno sirio advirtió que aplastará a la nueva fuerza militar que Estados Unidos pretende desplegar en el norte del país y expulsará a las tropas estadounidenses del país.
Damasco enfatizó que esa acción «constituye una agresión contra la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria, y una flagrante violación del Derecho Internacional».
Por su parte, el presidente Tayyip Erdogan, de Turquía, el único país musulmán en la OTAN, se reveló contra el patrón de la llamada Alianza Atlántica en un vehemente discurso, que acentúa la crisis latente con Washington.
«Un país al que llamamos aliado insiste en formar un ejército terrorista en nuestras fronteras», dijo Erdogan sobre Estados Unidos en un discurso en Ankara. «¿Cuál puede ser el objetivo del ejército terrorista sino Turquía? Nuestra misión es estrangularlo antes de que nazca».
Erdogan dijo que Turquía ha completado los preparativos para una operación en el territorio ocupado por los kurdos en el norte de Siria.
Estados Unidos y Turquía apoyaron conjuntamente a las fuerzas opositoras al gobierno de Assad, pero la decisión de Washington de respaldar a los combatientes kurdos en el norte sirio, en los últimos años, enfureció al presidente turco.
La ayuda de los ataques aéreos de la coalición liderada por EE. UU., permitió a las FDS capturar decenas de miles de kilómetros cuadrados de territorio de los terroristas del Estado Islámico (IS), recordó la cadena BBC.
Los estrategas del Pentágono alegan que la nueva fuerza militar denominada Brigada de Seguridad Fronteriza (BSF) tendrá la tarea de asegurar las largas secciones de la frontera norte de Siria con Turquía y la demarcación oriental con Iraq, controladas por las FDS, así como partes del valle del Eufrates, que la separan del territorio dominado por las tropas del ejército gubernamental.
El Gobierno sirio denunció a la nueva fuerza fronteriza como un «ataque flagrante a su soberanía» y advirtió que cualquier sirio que se una a la fuerza será considerado «un traidor».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió desde Moscú, que Estados Unidos no pretende de ninguna manera mantener la integridad territorial de Siria y apuntó como prueba su pretensión de establecer áreas de seguridad en las fronteras sirias.
Mucho más explícito, el senador ruso Alexei Pushkov subrayó que el intento de formar las llamadas Fuerzas de Seguridad en el norte de Siria tiene como objetivo desintegrar el país árabe, cuya unidad pone en peligro los intereses de Washington.
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El martes, el hombre de la Exxon-Mobile dijo que Estados Unidos estaba listo para conversar con Pyongyang sin pre-condiciones. Ni qué decir tiene que esta conciliatoria aseveración trajo un suspiro de alivio no solo en el Extremo Oriente, también en el resto del mundo, en la creencia de que podría disiparse el sombrío pronóstico de una posible guerra y con ingrediente nuclear.
La declaración de Tillerson respondía a señales desde la República Popular Democrática de Corea en cuanto a su disposición a emprender conversaciones bilaterales directas.
Sin embargo, este jueves llegó el jarro de agua fría que congela cualquier pensamiento positivo. La Casa Blanca de Donald Trump cree que las conversaciones son «inútiles» y —displicentemente—, su vocera Sarah Huakabee-Sanders puntualizó que el presidente no ha cambiado de opinión.
Recordemos que hace un tiempito el mismo Trump dijo que el jefe de la diplomacia estadounidense estaba «perdiendo el tiempo» en sus intentos de conversar con Pyongyang que, al decir del mandatario, «solo entiende una cosa» , cuatro palabras que en el vocabulario trumpiano quiere decir «el lenguaje de la guerra».
Ahora, Trump ratifica otro punto de divergencia con Tillerson, al tiempo que estruja la iniciativa racional de su Secretario de Estado y pisotea la esperanza del mundo.
Cuando ni siquiera ha transcurrido un año a cargo de la administración del imperio, el magnate presidente, al que no le gustan ni las criticas ni los criterios diferentes, ha discrepado con Tillerson en varios temas, y siempre se va por la vía de romper lo pactado anteriormente o por endurecer posiciones: el acuerdo nuclear con Irán y las medidas de aislamiento contra Qatar, por citar alguna.
Mientras esté en el cargo parece que Rex Tillerson está condenado a ser el protagonista —nunca primera figura— de una permanente fe de erratas…Trump ha sido claro «Yo soy el que mando».
]]>El propio mandatario estadounidense dejó entrever que planea dejar en vilo el tratado antes del 15 de octubre, mediante una nota al Congreso en la que debe certificar o no, que Teherán cumple sus obligaciones.
La llamada «decertificación» no terminará con el pacto, firmado por Irán con el llamado Grupo 5+ 1 (EE. UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), sino que pasará el problema al Congreso, el cual debe decidir en 60 días si reimpone sanciones a la República Islámica.
La decisión de Trump, que según dejó entender examinó el pasado jueves con la alta jerarquía militar en una cena en la Casa Blanca, entraña un serio retroceso y hasta el peligro de un nuevo conflicto bélico, de acuerdo con el reporte del diario The Washington Post.
Al respecto, el senador republicano Bob Corker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, alertó en una entrevista publicada el domingo por The New York Times que «las amenazas temerarias de Trump hacia otros países podrían situar a la nación camino a la III Guerra Mundial».
Irán, entretanto, recibió un fuerte espaldarazo este lunes del director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, al hablar en una reunión en la Accademia dei Lincei de Roma, según informó AFP.
No es la primera vez, ya que desde septiembre pasado la AIEA reafirmó que Irán respeta el acuerdo.
La propia fuente agregó que la titular de la diplomacia europea, Federica Mogherini, recordó por medio de una videoconferencia, que el respeto del acuerdo por Irán fue verificado en ocho ocasiones.
Por otra parte, Rusia hizo saber este lunes que le inquietan las «consecuencias negativas» que tendría la decisión del presidente estadounidense de denunciar el acuerdo nuclear con Irán alcanzado en 2015.
«Sin ninguna duda, la salida de un país, aún más la de un país clave como Estados Unidos, tendrá consecuencias negativas», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
En Irán, entretanto, las autoridades aguardan con serenidad los próximos pasos del jefe de la Casa Blanca, después de anunciar su determinación a cumplir el pacto pero también a sentirse libres de proseguir el desarrollo de la investigación nuclear con fines pacíficos.
La población, por su parte, ve confirmarse la desconfianza en la seriedad de Estados Unidos expresada desde hace cuatro décadas por los líderes de la Revolución Islámica.
Una serie de encuestas realizada por la firma de investigación IranPoll para la Universidad de Maryland, divulgada este lunes por AP, reveló que entre 2015 y 2017 aumentó de modo significativo el descrédito de Washington ante la opinión pública iraní.
Mientras que en septiembre de 2015, solo el 45 por ciento se mostraba inseguro de que Estados Unidos cumpliría sus obligaciones en el acuerdo nuclear, una nueva muestra el mes pasado reveló que el número de descreídos se elevó al 77 por ciento.
En la población iraní crece el sentimiento de que su nación podrá enfrentar el desafío norteamericano, del mismo modo que logró sobrevivir a lo largo de los últimos 40 años a pesar de los conflictos.
]]>Uno de los más recientes bombardeos cobró la vida de 45 civiles sirios el lunes último, cuando los aviones de Estados Unidos atacaron una zona muy concurrida de la norteña ciudad de Al-Raqa, según testimonios de pobladores difundidos por la cadena Hispantv.
El día anterior, domingo, al menos 12 civiles perdieron la vida en la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria, según reportó la agencia AFP.
Lo más grave es que Washington decidió formar su coalición anti-terrorista para atacar posiciones del DAESH en Iraq, país que invadió y ocupó a partir de 2003, pero en un gesto de inexcusable arbitrariedad, desde hace tres años comenzó a incursionar en Siria, en contra de la voluntad del Gobierno, que jamás autorizó esas acciones.
A comienzos de agosto, la coalición anti-DAESH asumió la responsabilidad de la muerte de 735 civiles por los ataques aéreos en Siria e Irak desde 2014.
Sin embargo, varias organizaciones humanitarias consideran que esa cifra subestima ampliamente el número de víctimas.
En su reporte sobre el bombardeo de este martes a una barriada del norte de Raqa, la llamada capital del grupo terroristas, la AFP citó como fuente al Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una entidad opositora con sede en Londres que presume de tener informantes en toda Siria.
Según reportó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio, «los civiles estaban sacando agua cerca del estadio municipal, en el norte de Raqa, en el momento del bombardeo». Añadió que entre los 18 muertos figuran cuatro niños.
Por su parte, la organización no gubernamental Antiwar señaló en un comentario sobre los balances de víctima admitidas por el mando militar norteamericano, que «aproximadamente cien civiles murieron en un lapso de 48 horas a mediados de agosto. Esto fue el resultado del bombardeo de las zonas residenciales de Raqqa, algo que sucedió prácticamente a diario durante todo el mes».
Sin embargo, agregó Antiwar, el Pentágono lo redujo a una afirmación absurdamente baja de sólo 50 civiles muertos en todo el mes, a pesar de la documentación de que hubo varios días individuales que tuvieron mayores bajas por cuenta de la acción estadounidense.
Como de costumbre, enfatizó Jason Ditz, editor del sitio web de Antiwar, «el Pentágono subestima dramáticamente el verdadero número de víctimas de una campaña aérea cada vez más agresiva en ciudades densamente pobladas».
«Todavía no está claro cómo el Pentágono tiene el coraje de seguir mintiendo abiertamente sobre los costos de su guerra, pero sí conocemos el método», afirmó Ditz.
Al respecto el prestigioso comentarista subrayó que «el Pentágono dijo que eran conscientes de 185 informes de ellos sobre víctimas civiles. Los 50 muertos admitidos salieron de los 14 informes que creyeron».
Los otros 171 incidentes y los centenares de muertes asociadas con ellos fueron etiquetados como «no creíbles» y desechados.
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Rodríguez Bautista explicó que el gobierno nacional debía nombrar dos gestores de paz antes de iniciar la fase pública de diálogos, para que luego el ELN liberara al tercer retenido, Odín Sánchez.
En una entrevista con el Sistema de Información Nacional Patria Libre, el jefe guerrillero indicó que el gobierno colombiano malinterpretó a propósito lo establecido sobre la liberación de Odín Sánchez, retenido por el ELN.
Acerca de quien añadió que es uno de los diez funcionarios más corruptos y depredadores del presupuesto del Chocó, implicado, además, en graves compromisos con el paramilitarismo, lo mismo que otros familiares suyos pertenecientes a la familia Montes de Oca y de la corriente política Santista, dijo.
Rodríguez Bautista explicó que el pasado 6 de octubre las delegaciones del gobierno y el ELN acordaron los mecanismos para instalar la Mesa Pública el 27 de octubre en Quito, Ecuador, recordó Telesur.
Entre los compromisos estaba iniciar el proceso de liberación de los retenidos con dos casos antes del 27 de octubre. Esto fue cumplido por la guerrilla al liberar al exalcalde de Charalá (Santander), Fabio León Ardila y a Alejandro Alarcón, en el departamento de Arauca.
En otro acuerdo firmado ese mismo día el ELN se comprometió a liberar a un tercer retenido en el transcurso de la primera ronda de conversaciones, lo cual se haría luego de que el Gobierno colombiano nombrara dos gestores de paz.
Es indispensable que el presidente Santos cumpla con su parte en aras de la reciprocidad que emana de lo acordado, indicó el comandante del ELN y aseguró que la liberación del tercer retenido está lista para ejecutarse.
Bautista añadió que luego de nombrarse los dos gestores y liberar el tercer retenido, el acuerdo del 6 de octubre establece que una vez instalada la Mesa se procederá a desarrollar el trámite correspondiente para conceder indultos en un plazo de 30 días.
]]>El tema se hace casi cotidiano y de hecho es una violencia estructural de una nación que emergió del saqueo y el genocidio, de la violencia como procedimiento para «avanzar» y «desarrollarse». Solo en lo que va de este 2016 han ocurrido 194 incidentes fatales que tienen cimiento en la discriminación racial y la intolerancia a las que se unen la percepción policiaca de que están haciendo frente a delincuentes, a violentos, a fomentadores de disturbios, a drogadictos…
Pero no solo se les dispara con balas de plomo. Existe también la persecución, la represión. Recién la Unión de Libertades Civiles Estadounidense (ACLU-American Civil Liberties Union) ha obtenido registros del gobierno que muestran cómo Facebook, Twitter e Instagram han proveído datos de sus usuarios a una compañía de software que ayuda a los programas de vigilancia y espionaje de la policía a pesquisar a manifestantes de ese grupo étnico.
Se trata de «acceso especial» dado a Geofeedia, descrita como una controversial compañía de monitoreo de los medios sociales que «comparte» su información con las llamadas fuerzas de la ley y el orden, las que están persiguiendo a los activistas de Black Live Matter, el movimiento surgido precisamente como protesta ante la ola de asesinatos y brutalidades cometidas por esas autoridades.
Los datos de ACLU son precisos. En California, por ejemplo, al menos 13 agencias policiacas usan Geofeedia, la empresa basada en Chicago, cuyos correos electrónicos de intercambio con la policía revelan su verdadero carácter de espía cibernético.
Es evidente que se están violando derechos humanos y derechos civiles de los estadounidenses en un doble filo: racista y antidisconformidad con procedimientos del sistema o el sistema mismo.
Los blancos de esta actividad se extienden a los sindicatos, a los activistas de movimientos sociales y pacifistas, a los musulmanes y otras «amenazas».
Por Instagram las fuerzas policiacas tienen acceso a imágenes y a la localización de las personas; por Facebook y su aplicación Topic Feed API, se registran hashtags o etiquetas, eventos y lugares. Dicen que en este octubre Facebook terminó este programa.
Mientras Twitter le proporciona a Geofeedia, por tanto a la policía, búsqueda y acceso a la base de datos de las TIC de los tuits públicos. Cuando el martes de esta semana ACLU dio a conocer la actividad de Geofeedia, Twitter ha dicho que «inmediatamente suspendió» su acceso a esos datos.
Semejante utilización en Estados Unidos pone al desnudo la posibilidad —denunciada constantemente— del control y vigilancia imperial a nivel del orbe, habida cuenta del origen de las compañías que permiten la telaraña mundial de la comunicación.
Si usted quiere creer en «los principios de la privacidad personal» y de las «políticas y directrices claras para prevenir el uso inapropiado de nuestro software», abra las puertas de par en par.
Pero recuerde que el Gran Hermano acecha, la policía hace lo suyo… y todo de manera clara y transparente.
]]>Y los republicanos, cuyo último presidente, George W. Bush, el hijo, puso en vigor la más completa legislación de Estado policiaco con la Patriot Act, o Ley Patriota, amparado en la guerra infinita contra el terrorismo, se dan ahora golpes de pecho y piden la dimisión del secretario de Justicia, Eric Holder, por haber violado la libertad de prensa y la Constitución.
Santo y seña: se ha destapado todo un escándalo tras conocerse que ese Departamento registró o espió una veintena de teléfonos de reporteros y oficinas de la principal agencia de noticias estadounidenses, y la mayor del mundo, la Associated Press (AP), en Nueva York, Washington y Harford.
El espíritu de Watergate vaga otra vez por Washington DC, solo que con un cambio de color, cuando los demócratas pasan a ser los victimarios. En aquel entonces, los «plomeros» eran mercenarios de origen cubano —terroristas por más señas— al servicio republicano espiando al Comité Nacional Demócrata. Ahora, hipócritamente salen a la luz declaraciones, como la de Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano:
«La libertad de prensa es un derecho esencial de una sociedad libre»… «Holder, autorizando a su Departamento a espiar a los periodistas de la AP, ha violado la Primera Enmienda, faltando a su juramento sobre la Constitución», aseveró Priebus.
Resulta que el Departamento de Holder quería conocer cómo y quién había filtrado a la AP una acción investigativa antiterrorista de la CIA que había tenido lugar en Yemen en 2012, concretamente sobre un plan de Al Qaeda para colocar una bomba en un avión dirigido a Estados Unidos. La información de la AP sobre el tema tiene fecha del 7 de mayo de 2012.
Y ardió Troya. Ahora el dime y direte hace ola, y uno y otros se pasan la papa caliente. Por ejemplo, Jay Carney, portavoz presidencial, dijo en rueda de prensa este martes que el presidente Obama se enteró el lunes —por los medios— de las denuncias. «El Presidente cree en la libertad de prensa, pero también en la necesidad de proteger la seguridad nacional y evitar la filtración de información secreta que pueda dañar la seguridad nacional», dijo Carney, enlazando la ambigüedad con una perfecta conjunción adversativa.
«Cualquier comentario de nuestra parte es inapropiado en este momento»… El Presidente, acotó el vocero como para que nadie se equivoque, «cree que debe haber un equilibrio entre ese derecho fundamental de nuestra democracia, el ejercicio sin restricciones de la labor de los periodistas, y la obligación de proteger la seguridad nacional».
A su vez, el fiscal general Eric Holder, según un comunicado del Departamento de Justicia, se hizo a un lado con un procedimiento de recusación, porque él había sido entrevistado en relación con una investigación gubernamental sobre el mencionado artículo de la AP.
Así que para dejar clara su «inocencia», la declaración del Secretario de Justicia agrega que le había asignado el caso de los registros telefónicos al subsecretario del Departamento, Jim Cole, con lo que su «vice» parece haber ganado ya el papel de cabeza de turco en el incidente que, el presidente y director general de la AP, Gary Pruitt, ha calificado de «intromisión descomunal y sin precedentes».
El asunto se mueve también en el Capitolio y puede que tenga cola en un debate congresional donde las fuerzas están divididas con un Senado dominado por demócratas y una Cámara controlada por los republicanos.
El presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, dijo este martes que está «muy preocupado» por las acusaciones. Por su parte, el republicano Robert Goodlatte, presidente del Comité Judicial de la Cámara, va a pedir respuestas a Holder en la audiencia que tiene programada para el viernes y en la que debe comparecer Eric Holder.
Esto pudiera ser la punta de un iceberg o la primera vuelta a la llave de la Caja de Pandora. Por ahora, algunos esconden la cabeza como el avestruz.
]]>De estas víctimas se desconocen los nombres, algo «normal» desde que se inició una guerra genocida bajo el pretexto de que el país mesopotámico poseía armas de destrucción masiva que ponían en peligro a Estados Unidos, a la Gran Bretaña y a otros de sus aliados.
Las bajas de la jornada de violencia de ahora también son trabajadores, estudiantes, amas de casa… y a los atentados con explosivos se unieron ataques de mortero y tiroteos, una versión reducida de aquellos llevados a cabo hace diez años con los más mortíferos misiles estadounidenses, lanzados desde su flota y su aviación, para reblandecer una defensa que pudiera impedir una invasión por tierra que al final se produjo, dejando un inmenso rastro de sangre, en combates o en feroz represión contra cualquier resistencia, como en Faluya, la ciudad mártir conocida como la Guernica iraquí.
Y todavía hoy, se airean las mentiras de la pareja G.W.Bush-Tony Blair. El programa Panorama de la BBC reveló evidencias frescas de que la CIA estadounidense y el MI6 británico sabían desde meses antes de la invasión que Iraq no tenía armas de destrucción masiva (WMD), pero el Primer Ministro inglés le dijo entonces al Parlamento tener informaciones de inteligencia mostrando que los programas iraquíes de armas nucleares, químicas y biológicas estaban «activos», «en crecimiento» y «en ejecución».
Los «motivos» para la invasión fueron totalmente fabricados, involucrando a jóvenes convertidos en carne de cañón para matar y morir en una masacre que diezmó a un pueblo y a una nación cuna de la civilización humana, que perdió, además, estabilidad y armonía interna y soberanía e independencia.
Según el grupo Iraq Body Count (Recuento de Cadáveres en Iraq) y la revista científica británica The Lancet no menos de 112 000 civiles murieron en ese país.
Y si bien Estados Unidos dice haber retirado sus tropas de combate, su presencia ominosa continúa con idéntico pretexto de llevar y mantener la democracia, cuando realmente entronizaron no solo la destrucción y la muerte, sino también la división sectaria que hoy desangra a los iraquíes.
Una década se mide en ese país por el sufrimiento más extendido, por pueblos todavía en ruinas, por adultos mutilados, torturados y padeciendo un altísimo desempleo y sus consecuencias, por niños mutados a causa del uranio empobrecido portado en los armamentos estadounidenses y el fósforo blanco de los bombardeos con napalm… y a ellos pueden unirse los miles de soldados estadounidenses que padecen desde el estrés postraumático hasta enfermedades «desconocidas» producto de los tóxicos que emplearon en Iraq.
A ese costo humano agréguese la expoliación de las riquezas petroleras del país, un sector floreciente que no se revierte en beneficio de un pueblo necesitado.
Y a diez años, el cinismo y la hipocresía se multiplican. Ayer, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en nula declaración que hizo coincidir prácticamente con este aniversario de oprobio, dijo: «Estados Unidos condena enérgicamente los atentados terroristas de hoy dirigidos a hombres inocentes, mujeres y niños en todo Iraq»… Esta violencia «sin sentido está desgarrando el tejido de la unidad iraquí».
Y dejó para los «historiadores» las valoraciones de esa guerra. Esa historia deberá condenarlos, pero por ahora gozan de total impunidad…
]]>Y si ese último término fue puesto en vigor por George W. Bush, el hijo, cuando el bushismo imperaba en la Casa Blanca, sigue estando vigente, porque en la era Obama ocurre esta propagación para perseguir a «militantes islamistas» y otros. Un blanco primero en el registro del Pentágono y la CIA es Mokhtar Belmokhtar, el argelino que encabeza el grupo que asaltó la planta gasífera de la BP (British Petroleum) en la región sahariana de Argelia.
La información la da en Antiwar.com el periodista Jason Ditz, quien examina los escenarios en que podría producirse la ejecución, aunque Argelia no es un país ocupado por Estados Unidos. En sus especulaciones afirma: «…poner algo en el Norte de África para matarlo. Una base de drones de la CIA es una posibilidad, y necesitaría incluir espías que lo rastrearan. Una invasión de fuerzas especiales es otra posibilidad, y una combinación pudiera también suceder».
El tema de los asesinatos selectivos sale a relucir porque el Congreso de Estados Unidos lo tiene en agenda, está debatiéndolo, y no precisamente para rechazarlo, sino para determinar cuál de sus instituciones guerreras debe ponerlo en práctica: ¿los militares o los agentes del espionaje y la guerra sucia? ¿Las fuerzas armadas o la CIA? He ahí el dilema, quién se lleva «la gloria». De eso se trata la discusión, cómo mejorar el plan secreto, no tan secreto.
El senador republicano por Arizona, John McCain, aspirante frustrado a la presidencia en más de una oportunidad y destacado promotor del guerrerismo, critica que sea la Agencia Central de Inteligencia la encargada del asunto. Para él, con el Pentágono basta para manejar los drones, no es un asunto de espionaje.
Jason Ditz afirma que para el también republicano Rand Paul, senador por Kentucky, el asunto radica en que antes de la probable ejecución, los legisladores debieran conocer la evidencia en contra del reo condenado a la pena máxima.
Cita también al representante republicano Mike Rogers, quien preside el Comité de Inteligencia de la Cámara, dispuesto a supervisar cada caso, pero a quien le da lo mismo que esa guerra la lleve a cabo el Pentágono o la CIA, y hasta considera que son unos exagerados sus colegas que piden una estructura legal que apruebe la ejecución.
Con prácticamente todos los poderes dispuestos a apretar el gatillo a distancia, no es de extrañar la preocupación de Jon Queally, comentarista del portal digital Commondreams.com, cuando asegura que hay algo peor que la lista de ejecuciones de Obama: «los estadounidenses la apoyan».
Se basó en una encuesta realizada por The Hill, una publicación especializada en los temas que ocupan a los legisladores del Capitolio de Washington, tras haberse filtrado los memos de la Oficina del Consejo Legal que describían los basamentos judiciales para poder disparar desde los drones contra determinados individuos, extranjeros o ciudadanos estadounidenses que podrían ser terroristas.
Esa encuesta del The Hill va más allá en esa definición de apoyo al programa drone: 65 por ciento respondieron que los aviones no tripulados pueden matar a «gente en países extranjeros de quienes el Gobierno de EE.UU. dice que son terroristas y representan una amenaza inminente». No es necesario ni cargos acusatorios, ni proceso judicial, ni condena de un juez o jurado para ejecutarlos.
Una prueba más de que para Estados Unidos y buena parte de su gente, solo importan ellos y su manera de hacer las cosas. Mientras, son capaces de juzgar y exigir a otros sobre las más mínimas y supuestas violaciones de los derechos humanos. Claro… en este planeta están ellos y los otros. No todos los mamíferos bípedos e inteligentes son humanos…
Todo se reduce a tres palabras cuando se dispara sin ni siquiera ver a sus blancos, ni sus cadáveres, ni conocer sus nombres, ni edad, ni sexo… Silencio, complicidad, impunidad.
]]>El 6 de enero, en el ataque contra dos casas supuestamente utilizadas para «esconder combatientes tribales» en Babar Ziarat, se lanzaron diez misiles. Por supuesto quedaron totalmente destruidas y fueron 17 los muertos, entre ellos el líder de la tribu Mehsud, Hakimullah Mehsud, un talibán. Suficiente para justificar la operación. Así mismo hicieron unos días antes en esa área, cuando Estados Unidos levantó como trofeo haber ejecutado con su drone al líder militante paquistaní Maulvi Nazir Wazir… y a otras 14 personas.
Con estos resultados, el Pentágono y la CIA, ejecutores del programa de los drones, aseguran que su estrategia de estos golpes aéreos a distancia y dirigidos por computadoras, sí es efectiva.
Aunque no los inventó Obama, porque en 2007 hubo cinco golpes con drones, es evidente que incrementó dramáticamente su uso y lo refendra en el nuevo mandato.
Otros tres hechos hay que vincularlos en este comienzo de año, para entender cómo se mueve EE.UU. en sus guerras cada vez más sofisticadas en los métodos de violar el principal derecho humano, el de la vida.
Y todo para preservar sus intereses imperiales —aun a costa de violar también la soberanía de otros— en cualquier oscuro o iluminado rincón del mundo.
Uno: dos ex altos funcionarios del Gobierno de Obama han criticado lo que consideran una estrategia equivocada porque incrementa la ira y los sentimientos antiestadounidenses.
Ellos son Michael Boyle, quien fue consejero de la Casa Blanca contra el terrorismo y ha escrito su opinión razonada para el Chatham Housejournal Internacional Affairs; y el general Stanley McChrystal, despedido por sus críticas al incremento de tropas en Afganistán, y ahora habla —también razonadamente— contra la guerra de los drones.
Dos: Obama ha nominado a John Brennan como director de la CIA, un hombre con 25 años en la agencia de espionaje y guerra sucia, considerado el arquitecto de los asesinatos selectivos de «enemigos terroristas». Recordemos que Brennan recibió el rechazo en 2009 por su vinculación con el programa de torturas de la CIA, de George W. Bush, el hijo. Pero ahora pudiera pasar su designación.
Tres: Sumergido en el silencio de la gran prensa —como prefieren que queden los programas del Pentágono y de la CIA que conjugan tortura, rendiciones de «terroristas», asesinatos selectivos y masacres de civiles—, Brian Terrell está encarcelado en la prisión federal de Yankton, Dakota del Sur, por protestar contra el programa drone.
El 15 de abril de 2012, Terrell y otros dos amigos caminaron pacíficamente y entraron en la base de la Fuerza Aérea Whiteman, en Missouri, para presentarle una carta al comandante de la instalación militar llamándolo a poner fin a la guerra de los drones, a que ni una sola bomba estadounidense más cayera contra los niños y las mujeres afganas y paquistaníes, lo que incrementaría la verdadera seguridad de Estados Unidos.
Terrell fue arrestado de inmediato, juzgado y sentenciado a seis meses y los está cumpliendo. Este es su tercer arresto por participar en el movimiento pacifista.
Entonces, los drones tienen más de una víctima, tanto en esas aldeas distantes como en una distante y oscura celda en Missouri…
]]>Los demócratas en el Senado y la Casa Blanca, dicen las agencias noticiosas, trabajan en una nueva propuesta para que las negociaciones con los republicanos se retomen de inmediato tras el receso navideño.
Porque los políticos que rigen los destinos de los estadounidenses se fueron de vacaciones, el presidente Barack Obama y su familia para Hawai, a disfrutar de los festejos navideños, porque para ellos no es tan apremiante la situación, aunque quieren concluirla antes de que finalice el año.
Mañana jueves tienen programada una nueva sesión y esperan un acuerdo entre uno y otro partido en el Senado y con ello presionar a la Cámara de Representantes con igual propósito.
«Gobernar es una responsabilidad compartida de ambos partidos, eso significa que cada parte tiene que ceder algo y que no se puede conseguir el cien por ciento de lo que uno quiere», dijo Obama antes de salir a su paseo hawaiano, una indirecta para los conservadores republicanos del movimiento Tea Party que dominan en la Cámara, y que se oponen obcecadamente a que le suban los impuestos a los ricos del país.
La retranca por parte de los conservadores es de tal magnitud que incluso «fracasó estrepitosamente», según el término empleado por la agencia EFE, el llamado «Plan B» que había presentado el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, y que apenas pedía subirle las cargas impositivas a aquellos hogares con ingresos anuales de más de medio millón de dólares.
Decía esa agencia que ya Obama había hecho «importantes concesiones», al subir de 250 000 a 400 000 dólares anuales el umbral de los núcleos familiares que, a su juicio, deben pagar más impuestos para que aumenten los ingresos del Estado.
Resumiendo en esta arista, resulta difícil tocar a los más pudientes ni con el pétalo de una rosa, y se discute hasta la saciedad hacer que aporten, al menos como es debido, al sustento de toda la nación. Egoísmo y avaricia viven en esos «hogares».
Sin embargo, casi hay coincidencia en el «ahorro», es decir los recortes de los gastos fiscales, calculados en dos billones de dólares en la próxima década. Obama prefiere que el porcentaje sea mayor en los ingresos con 1,4 billones de dólares y 750 000 millones en gastos.
¿Cuál es el problema? Pues si no llegan a un acuerdo, los impuestos aumentarán para TODOS los estadounidenses, cuando resulta en la práctica que los de menos ingresos tienen que dar muchísimo más que los millonarios estadounidenses, quienes ahora gozan de exenciones aprobadas durante la administración de George W. Bush.
Al mismo tiempo, los recortes de los gastos públicos son automáticos y fueron acordados desde el verano de 2011.
Para algunos economistas esta situación va a llevar a Estados Unidos a la recesión, precisamente cuando apenas está logrando salir muy lentamente de la crisis del año 2008.
Lo que más llama la atención es que ni informaciones periodísticas, ni análisis de los especialistas, cuando sacan esas cuentas multimillonarias, mencionan el sufrimiento de una importante parte de la ciudadanía estadounidense que sigue engrosando en demasía las estadísticas de los desamparados.
Según la publicación digital Huffington Post, el Buró del Censo encontró que 46,2 millones de estadounidenses están empobrecidos, lo que implica al 15 por ciento de la población de ese país, y básicamente no ha variado desde 1993 y además es el mayor desde 1983. Al mismo tiempo, los ingresos de la clase media se están reduciendo, y el desempleo sigue siendo persistentemente alto.
Es obvio que la brecha entre ricos y pobres se incrementó más aún en el último año, así lo reconoce la publicación, pero nada de esto importa.
Mientras unos se van de vacaciones, en Staten Island, por ejemplo, uno de los distritos de Nueva York donde la supertormenta Sandy dejó miles de afectados, muchos se calientan en hogueras fuera de una tienda de campaña donde les dan ayuda a quienes se quedaron sin vivienda o vieron sus pequeños negocios convertidos en escombros. Por cierto, creo que todavía está por aprobarse el presupuesto adicional para ayudar a los damnificados de Sandy…
]]>La protección ante las mentes criminales de una sociedad enferma se le ocurrió a empresas avispadas como Amendment II, cínica respuesta desde su mismísimo nombre —Enmienda II, la que permite en la Constitución de Estados Unidos la tenencia de armas en manos privadas: 300 millones en un país de 350 millones de habitantes.
Hace seis meses, esa compañía sacó al mercado tres modelos diferentes de estos bolsos —una para adolescente, con la sobriedad de los colores negro y gris, casi rememorando un ataúd—, otra lleva las imágenes de Los Vengadores, un episodio de violencia, y la tercera una de las princesas de Disney para los más pequeños.
Dicen que Amendment II ha triplicado sus ventas luego de la matanza de Newton, en que 20 niños de seis y siete años de edad perdieron la vida cuando cada uno de ellos fue baleado varias veces, así como seis adultos.
No es esta empresa la única dedicada a «proteger» a los escolares, por supuesto que no está sola en aprovecharse de la conmoción nacional. Tras la masacre de Columbine, por ejemplo, nació Bullet Blocker, de un corte similar a la Enmienda II.
Por pura curiosidad ahí les van los precios, que dependen de la marca y el modelo: 199 dólares la más económica y hasta 300. Y no se llame a engaño, las más caras son precisamente los modelos infantiles. Dicen que por eso de las figuritas de princesas, duendecillos y graciosos animalitos. Tenga en cuenta que proteger a los más pequeños, «no tiene precio».
Sin embargo, a la par que ellos engrosan capitales «protegiendo» con sus chalecos antibalas, otros hacen también su Agosto o su Navidad —según sea la época del año— aumentando las ventas, pero en ese caso de… armas.
En una cultura de violencia nada más «normal» que buscar esas dos soluciones: mochilas antibalas y más balas, cuando los padres enseñan a sus hijos a disparar para «protegerse», y en eso los entrenan.
Así hizo Nancy Lanza, y fue una víctima de su propio comportamiento. Fue una de los adultos asesinados por su propio hijo, Adam Lanza, junto a los 20 pequeñines de la escuela Sandy Hook. Las tres armas empleadas por el joven de 20 años, y con las que disparó casi a quemarropa varias veces contra cada una de sus víctimas, estaban registradas a su nombre.
Mientras Estados Unidos conmocionado sigue las reglas del caos, otros de sus hijos disparan también a mansalva, pero entonces caen niños afganos o paquistaníes, cadáveres que nadie ve, como no sean sus familiares en alguna aldea perdida en la montaña donde los drones no tripulados hacen de las suyas, mientras en un cuarto repleto de tecnología digital de avanzada, jóvenes militares aprietan los botones de la muerte como si fuera un juego de computadora.
En este caso es el terror desde el Estado, el otro es particular…
De qué se trata ese caos, de crear la paranoia de la inseguridad, y de la guerra, ganancia absoluta de estos pescadores del complejo militar-industrial-mediático, llevado de los escenarios de guerra a sus propias calles en guerra.
Nancy Lanza era seguidora de un movimiento estadounidense que está en auge: el «preparacionista». Su casa era una fortaleza y en ella acaparó cinco armas y víveres, porque se avecinaba el caos social con el colapso de la economía.
Estados Unidos se estremece, pero todavía no se ha presentado, en las circunstancias actuales, una ley que modifique esa tenencia de armas. Por el contrario, un congresista republicano dijo por ahí que la tragedia de Sandy Hook se hubiera evitado si el personal de la escuela hubiera tenido armas para proteger el centro, a sí mismos y a los alumnos.
Así prosigue la locura, la oficial y la privada, con una mochila y un arma.
]]>Se le conoce como el «Sitio 911», y a ese número, si usted le agrega una barra le daría como resultado 9/11, o lo que es lo mismo, la forma estadounidense de dar la fecha del 11 de septiembre de 2001, cuando fueron derribadas las Torres Gemelas y George W. Bush, el hijo, se vio en la posibilidad de desatar la guerra infinita contra todos bajo la nomenclatura de «guerra contra el terrorismo». ¿Será este bunker parte del propósito imperial?
El pasado 28 de noviembre, Walter Pincus publicó en The Washington Post que el Cuerpo de Ingeniería militar del Ejército de Estados Unidos supervisaría las obras del complejo de cinco plantas bajo tierra, y al describir la instalación que se supone llevará dos años construir, afirmaba que en el Nivel 1 irán las aulas, en el Nivel 3 un auditorio, y también hablaba de un laboratorio, puertas resistentes a choques, protección contra la radiación no-ionizada, y una muy estrecha seguridad, que incluía: autorización para todos los constructores, y fuerte vigilancia de guardias en las cercas perimetrales y barreras que separarán ese espacio del resto de la base aérea.
No es la primera vez —tampoco será la última— que los ingenieros militares estadounidenses trabajan en Israel, habida cuenta de la estrecha relación político-militar que tienen ambos, y en las obras por las que han pasado están las facilidades para los misiles nucleares, así que Walter Pincus dice que le dijeron que el Sitio 911 es la base israelí altamente secreta para los misiles Spot Micha, y que está situada cerca de Beit Shemesh, a unos 30 kilómetros de Jerusalén, y que ya almacena los ICBM Jerichos, armados con carga nuclear.
También advierte que todo parece indicar que el control del Pentágono obedece a que el financiamiento de esta instalación bélica proviene del programa de Ventas a Militares Extranjeros.
El pasado 24 de octubre, el secretario del Tesoro de Washington, Timothy Geithner, y el director general del Ministerio de Finanzas de Israel, Doron Cohen, firmaron un acuerdo general para mantener un programa que hubiera expirado este año y que extendió en 4 000 millones los préstamos a Israel hasta el año 2016, una postura que evidenciaba la permanente relación cuando apenas faltaba un par de semanas para las elecciones presidenciales que terminaron por darle nuevamente la Casa Blanca a Obama.
Esa suma era independiente de los 10 000 millones de dólares anuales de asistencia militar a Israel. En el año 2007, el entonces administrador de la Casa Blanca, George W. Bush, acordó por un plazo de diez años una ayuda militar que costaría 30 000 millones de dólares.
Que conste, la ayuda estadounidense a Israel es sagrada, al punto de que regularmente se le envía en los primeros 30 días del año fiscal.
Por cierto, a comienzos de octubre los líderes de 15 iglesias enviaron una carta al Congreso de EE.UU. solicitando una investigación para asegurarse de que la ayuda militar a Israel no fuera utilizada en violaciones contra los derechos humanos de los palestinos.
Caso omiso se les hizo cuando Israel bombardeó indiscriminadamente la Franja de Gaza y niños y mujeres fueron el mayor número de víctimas. A fin de cuentas, Estados Unidos hace lo mismo con sus drones cuando bombardean las zonas tribales limítrofes de Paquistán y Afganistán, supuestamente contra los talibanes, pero también la mayoría de las víctimas son niños, ancianos y mujeres.
De vuelta al bunker 911, Israel y Estados Unidos actúan como si mañana mismo el Estado sionista fuera el blanco de un ataque nuclear, cuando esas armas sí que están en sus manos desde hace buen tiempo, y en el caso del Estado sionista ni siquiera ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear, a lo que acaba de exhortar la Asamblea General de la ONU, además de solicitarle le abra las puertas de sus instalaciones nucleares, como la de Simona, por ejemplo, a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Pero con ambos cuenta aquello de haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago, e Israel se prepara para una guerra que irresponsablemente estaría dispuesto a echar con tal de poner en práctica la limpieza étnica y crear el Gran Israel.
]]>Sin más disquisiciones, se trata de un reporte dado a conocer hace pocos días por Citizens for Responsability and Ethics de Washington y la Brave New Foundation, cuando encontraron que 76 de 108 generales de tres y de cuatro estrellas, retirados de las fuerzas armadas estadounidenses en la etapa 2009-2011, encontraron trabajo en empresas contratistas del Pentágono o como consultantes de esas corporaciones.
Simplemente da continuidad o confirma lo publicado en diciembre de 2010 por el diario Boston Globe, que entonces encontró que el 88 por ciento de los generales que se retiraron entre 2004 y 2008 hicieron idéntica vinculación.
El tema se complica y constituye un evidente conflicto de interés que viola cualquier conducta ética pública, porque esa relación comienza en la mayoría de los casos cuando son parte de la institución armada como empleados públicos que deciden sobre las estrategias, los armamentos a priorizar, los contratos a ejecutar... en fin, ejemplifican la corrupción oficial legalizada.
Muchos son los ejemplos citados con nombre y apellido, entre ellos el general James Cartwright, quien mientras servía en la Junta de Política de Defensa fue elegido para formar parte de la Junta de Directores de Raytheon, o el almirante Gary Roughead, también de esa Junta de Defensa, pero simultáneamente Northrop Grumman le pagaba 115 000 dólares al año.
El Globe citaba en 2010 al teniente general (r) William H. Campbell, quien revisó todo el sistema de información del Army antes de abandonar el servicio en el año 2000, y en el 2002 había sido empleado como vicepresidente principal de BAE Systems, uno de los más importantes abastecedores de armas y el mayor postor para el nuevo vehículo de combate terrestre. El cinismo llegó al punto de que Campbell se declaró «inocente» de conflicto de intereses porque él trabajaba en la división electrónica de BAE y no en la división de combate terrestre… Claro que esos vehículos tienen comando electrónico…
En otra modalidad del maridaje, también decenas de estos altos jefes militares empleados por las industrias del ramo se mantienen como consejeros en el Pentágono, con la consiguiente influencia e información como para incidir en los planes defensivos y de seguridad nacional, negocio sucio donde no importa comenzar una guerra, enviar a miles a matar y a morir, y hacer limpiezas étnicas o ideológicas en cualquier lugar oscuro de este sufrido planeta, porque ello engorda los bolsillos del capital.
Aquel artículo del Boston Globe había revelado también que el sistema está tan bien engrasado que generaciones sucesivas de comandantes han sido empleados por las mismas firmas o en idéntico campo de experiencia, y también se ponía ejemplo de la escabrosa maniobra: los últimos siete generales y almirantes que trabajaron como guardianes de las ventas de armas internacionales ahora ayudaban a los contratistas militares a vender armas y tecnología de defensa en el exterior.
Como es de suponer, esto pone en duda el juicio correcto e imparcial a la hora de decidir sobre la política defensiva del país, y al negocio redondo para la industria bélica, comentaba Antiwar.com, le llaman con toda razón rent-a-general, ellos son instrumentos utilísimos para abrir las puertas de los multimillonarios contratos.
Y todavía alguien se pregunta ¿por qué Estados Unidos está en guerra permanente?
]]>Estos, en ocasiones han votado demócrata y en otras republicano, sin definirse en la predilección; por el contrario lo han hecho de manera pragmática de acuerdo a donde sople el viento, o mejor, por quien creen que hará mejor papel de acuerdo con sus intereses regionales, o quizás por quien ganó primeramente en el campo de la propaganda y la publicidad.
Hay uno en especial que les hace cosquillas a la superstición y a las cifras: Ohio, cuyos 18 votos electorales son suficientes para generar interés y en donde por ahora Barack Obama lleva una ventaja de +2.4 por ciento sobre Mitt Romney. Ambos lo han visitado cuatro veces durante el mes de octubre y se han gastado «pequeñas fortunas» en sus respectivas campañas tratando de convencer al electorado.
Por décadas, exactamente desde las elecciones de 1964, Ohio ha votado por el ganador de la Presidencia; entonces prefirió a Johnson (demócrata) sobre Goldwater, pero en 1968 benefició a Nixon (republicano) y no a Humphrey, lo que repitió en 1972 frente a McGovern. En 1976 cambió para el demócrata Carter y dejó a un lado a Ford; sin embargo, en 1980, demostrando su balanceo le dio la victoria a Reagan (republicano) sobre Mondale y siguió en el bando republicano en 1984 con Bush, el padre, y no favoreció a Dukakis. Cuatro años más tarde, prefirió al demócrata Clinton frente a Dole, y en el 2000 hizo otra vez el swing y bateó por Bush, el hijo, y rechazó a Gore. En el 2004 siguió aferrado a Bush frente a Ferry; pero en 2008 eligió a Obama y no a McCain.
Ahora, ¿cuál será su decisión entre Obama y Romney? ¿Volverá a «adivinar» al vencedor?
Pero ni siquiera los estados «estables» lo son tanto. Habría que recordar la avalancha de Bill Clinton, a quien se pasaron 22 estados supuestamente republicanos.
En breves líneas pretendo decir que nada está escrito con tinta indeleble para el martes 6 de noviembre. Otras presunciones o hipótesis podrían abrirse paso, como el hecho también cierto de que en los últimos 50 años no ha sido reelecto ningún presidente que llega con el índice de desempleo por encima del cinco por ciento, y los datos de septiembre dan un poco más del siete por ciento, aunque también es cierto que el año pasado los sin trabajo constituían el 8,3 por ciento de la población laboral.
En medio de este anecdotario, el capital recaudado por ambos candidatos es para quitar la respiración: Obama llegó a 1 060 millones de dólares y su rival a 954 millones, según cifras del 25 de octubre, convirtiendo a esta campaña presidencial en la más gastadora de la historia.
Las fuentes de ese dinero son variadas, pero también matizan diferencias entre uno y otro. Wall Street ha invertido fuertemente en el republicano, mientras Silicon Valley —el núcleo de la cibernética y otras tecnologías industriales de punta— repitieron su predilección por Obama, cuyos haberes proceden en el 55 por ciento de donaciones de menos de 200 dólares entregados por 4,2 millones de personas, un millón más que en 2008.
Pero ya en los días finales de contienda, cuando el huracán Sandy ha detenido momentáneamente las expediciones a los estados péndulos, se afirma que Romney tienen más dinero en mano para inundar de anuncios los medios, mientras el demócrata se verá un poco restringido.
Así van las cosas…
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