La atención diferenciada por elementos del conocimiento es decisiva en esta etapa, afirma Marianela Hodelín Salazar, directora del IPU Rafael María de Mendive. Autor: Odalis Riquenes Cutiño Publicado: 02/10/2020 | 04:17 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Octubre es ya una realidad y Wendy siente el frío que crece, punzando su estómago. Ella es estudiante de 12mo. grado en el IPU Rafael María de Mendive y su cuerpo asume así el rigor de los momentos trascendentales.
Wendy Constanten es una entre miles de alumnos que en esta provincia se empinan hacia un futuro universitario, y para ello se disponen a realizar los exámenes de ingreso a la Educación Superior.
El sueño de graduarse como bachiller y verse triunfante con su bata blanca en las aulas de la Universidad Médica, tuvo que ser postergado a causa de la COVID-19. Por eso, entre la incertidumbre que sin previo aviso sembró la pandemia y el reto de continuar la preparación desde casa usando las más disímiles alternativas, han transcurrido los últimos meses para esta locuaz muchacha.
«En el período de cuarentena la escuela adoptó variantes para continuar la preparación, como poner temarios en un mural que todos copiamos adoptando las medidas previstas: podíamos venir, tirarles fotos y resolverlos. También se crearon grupos de WatsApp en los que cada profesor tenía un número de estudiantes y así aclarábamos dudas.
«Cuando regresamos a la escuela este septiembre nos dividieron por rangos según nuestras notas y se nos aplicó un diagnóstico para conocer dónde estaban nuestras dificultades. A partir de eso los profesores trabajan para llenar las lagunas que puedan quedar. A medida que corriges tus problemas puedes avanzar de un rango a otro u eso te estimula, te demuestra que progresas… No voy a negar que estoy nerviosa, pero sé que voy a lograr un buen resultado y conseguir mi sueño de estudiar Medicina».
Aspiración y compromiso
La certeza de Wendy es fruto del empeño de muchos, especialmente docentes y directivos de la enseñanza preuniversitaria santiaguera, para la cual alcanzar un 88,5 por ciento de aprobados con calidad en los exámenes de ingreso (superior al 85,12 conseguido el curso precedente), y ratificar la condición de provincia destacada a nivel nacional en este importante proceso, más que aspiración, es compromiso.
Mantener el nivel de preparación en medio de los rigores de la pandemia fue reto alto para la enseñanza preuniversitaria santiaguera. Odalis Riquenes Cutiño
Así lo reafirmó a JR Mariela Douglas Taylor, jefa del Departamento de Preuniversitario de la Dirección Provincial de Educación, quien refirió que en estos meses se ha consolidado una estrategia con acciones bien concretas en aras de garantizar los resultados esperados para los 2 655 estudiantes de la enseñanza comprometidos a realizar las pruebas, el grueso de los que aspiran a ingresar a la Educación Superior.
Douglas Taylor explicó que el intenso quehacer de la provincia para el cumplimiento de esa estrategia, en la que se venía trabajando desde el inicio del curso en 2019, en vez de detenerse se multiplicó en medio de la pandemia, en aras de mantener el mismo nivel de preparación.
«Nuestros estudiantes continuaron entrenándose por diversas vías; se aplicaron muchas iniciativas en cada uno de los nueve municipios, como la creación de grupos de Messenger, WatsApp o Telegram para el intercambio de ejercicios y temarios y la aclaración de dudas, y las visitas de profesores a los alumnos, entre otras acciones.
«Con el reinicio del curso la preparación se intensificó. Utilizando como referente principal la trayectoria del estudiante, actualizamos el diagnostico y en la primera semana aplicamos la tercera comprobación provincial. El resultado nos ha servido para saber cuáles son los conocimientos que debemos sistematizar».
En la etapa actual, dijo la directiva, se centran en la atención diferenciada de estudiantes por elementos del conocimiento en agrupamientos flexibles, atendidos no solo por entrenadores de 12mo. grado, sino también por profesores de 10mo. y 11no. que transitan por todo el ciclo, una de las prioridades y fortalezas en la provincia.
Como elementos igualmente destacables en este empeño, la máster Douglas Taylor señaló el protagonismo de los consejos de dirección de los centros, con el acompañamiento sistemático de las estructuras de dirección de los municipios, y dio gran valor a la realización de escuelas de padres y otras acciones de ayuda sicológica para brindar apoyo emocional a estudiantes y sus familias que, no sin preocupaciones, deben acompañarlos en este momento.
Listo el Alma Mater oriental
Los exámenes de ingreso a la Educación Superior comenzarán aquí el próximo 9 de octubre con la prueba de Matemática; el 13 tendrá lugar la de Español y el 16, Historia de Cuba.
Más de 2 600 estudiantes de preuniversitarios santiagueros intensifican la preparación a menos de 10 días de la realización de los exámenes de ingreso. Odalis Riquenes Cutiño
Cuando restan menos de 10 días para la materialización del importante proceso, en la Educación Superior santiaguera están creadas todas las condiciones organizativas y de control sanitario, y dispuestos los recursos humanos para garantizar la calidad, transparencia, confiabilidad y seguridad que tradicionalmente han caracterizado este proceso. Así lo confirmó en comparecencia televisiva la Doctora Diana Sedal Yanes, rectora de la Universidad de Oriente.
La también diputada al Parlamento cubano puntualizó que ya están certificados por resolución rectoral todos los tribunales que participarán en la aplicación y calificación de las pruebas de ingreso en cada municipio, que a diferencia de otros años tendrán una convocatoria única.
Por su parte, la máster Josefina Fonseca Ramis, secretaria ejecutiva de la Comisión provincial de ingreso, refirió que en la provincia se han previsto 18 sedes para la aplicación de los exámenes, que iniciarán simultáneamente en los nueve municipios a las nueve de la mañana del día señalado.
Para evitar el trasiego de personas, y aprovechando las posibilidades informáticas del Alma Máter oriental, los resultados se publicarán en la página Web de la UO: «Estamos ultimando un programa que permitirá a los aspirantes acceder desde sus móviles a las calificaciones, y además vamos a hacer llegar esa información a los centros universitarios municipales, de manera que los alumnos conozcan allí sus calificaciones y, de ser preciso, puedan hacer las reclamaciones pertinentes».
El otorgamiento de carreras tendrá lugar entre el 2 y el 23 de noviembre. Hasta entonces, preparación, entrega, confianza y responsabilidad allanan el camino para aquellos que, además de cuidarse de la COVID-19, se empinan tras el sueño de poblar las aulas universitarias.