BAGDAD.— En un discurso televisivo, el presidente de Irak, Barham Salih, condenó como «inaceptables» los ataques tanto a manifestantes como a los reporteros de prensa que cubren las protestas, al reconocer este lunes el uso excesivo de la fuerza por parte de las tropas de seguridad en el enfrentamiento a las protestas durante las cuales más de cien personas han muerto desde la pasada semana en esta capital y en ciudades sureñas.
Los hospitales se han visto sobresaturados con más de 6 000 heridos. Estas demostraciones comenzaron como un grito contra la corrupción, y ante la dureza de la represión se convirtieron en una revuelta contra todo el sistema, dijo MSN News.