Serguéi Riabkov,. viceministro de Relaciones exteriores, declaró que la salida de EE.UU. del Tratado INF Autor: Russia Today Publicado: 02/08/2019 | 11:04 am
Washington presentó en diciembre de 2018 un ultimátum a Rusia para que eliminara sus misiles 9M729, situados en los complejos coheteriles tácticos Iskander, al considerar que violaban el INF, un argumento que Moscú refutó mucho antes de esa exigencia.
Anteriormente, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, declaró que la salida de EE.UU. del Tratado INF, así como su ruptura de toda una serie de acuerdos claves de control de armas, afectarán en última instancia de forma negativa tanto a los propios intereses de Washington como a la seguridad estratégica global.
Riabkov sostuvo que la salida de EE.UU. del Tratado INF representa un reflejo de la línea de Washington de destrucción premeditada de diversos acuerdos importantes en el ámbito del control de armas con el fin de obtener «una ventaja decisiva en esta área».
El INF preveía la eliminación de todos los cohetes, convencionales o nucleares de un rango de entre 500 y cinco mil 500 kilómetros de alcance. El mando militar ruso afirma que el 9M729 actúa a una distancia máxima de 460 kilómetros, por lo cual está fuera de las prohibiciones del tratado.La dirección del Estado Mayor ruso organizó una exposición gráfica y práctica para los agregados militares acreditados aquí, a la que se ausentaron representantes de las potencias occidentales, con el fin de mostrar las características del referido cohete.
Rusia desplegó los sistemas Iskander, capaces de portar ojivas nucleares, en el enclave occidental de Kaliningrado, en respuesta a la basificación en Lituania, Letonia y Estonia de cazas estadounidenses F-16 con posibilidades de portar armas tácticas nucleares.
Además, Moscú afirmó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte, contrario a lo pactado con Moscú a en la década de 1990, despliega tropas en naciones de Europa del este e, incluso, desarrolla planes para hacerlo de forma permanente, en lugar de rotativo, como hasta ahora. Rusia denunció, además, que los cohetes empleados por Estados Unidos como blancos para probar el funcionamiento de misiles interceptores, en realidad, poseen un alcance superior al límite establecido en el INF.
A ello se suma, denuncia Moscú, que las rampas del sistema anticoheteril Aegis pueden ser fácilmente adaptadas para lanzar cohetes alados Tomohawk, con un alcance de dos mil kilómetros y cuya basificación en tierra está prohibida por el INF.
Recientemente, el presidente Vladimir Putin afirmó que Rusia no se dispone a desplegar ningún cohete de mediano o corto alcance en ninguna región del mundo, mientras Estados Unidos también se abstenga de hacerlo.