LONDRES, abril 25.— El personal comunitario de las universidades británicas debería tener garantizados sus derechos en el Reino Unido después de la salida de este país de la Unión Europea («brexit»), a fin de evitar la «fuga de talentos», señala un informe parlamentario.
La agencia EFE reportó que el Comité de Educación de la Cámara de los Comunes abogó por medidas urgentes para poner fin a la incertidumbre sobre el futuro del personal académico comunitario que vive y trabaja en el Reino Unido.
Neil Carmichael, presidente del comité, señaló que el «brexit» supone un riesgo para la competitividad internacional de las universidades británicas y recordó que uno de cada seis de sus académicos procede de un país de la Unión Europea (UE).
El comité, formado por varios partidos, investigó el impacto que la retirada británica del bloque, activada el pasado 29 de marzo, pueda tener en la educación superior.
En el documento se pide que los derechos de este personal sean concedidos de manera unilateral antes de finales de este año, aunque no haya una medida recíproca para los británicos que están en la UE.
«Reino Unido es líder mundial en la educación superior, pero los riesgos del “brexit” dañan nuestra competitividad internacional y el éxito a largo plazo para nuestras universidades», añadió el presidente del citado comité, quien subrayó que «el Gobierno (de Theresa May) debe actuar urgentemente para atender la incertidumbre del personal de la UE y evitar el riesgo de una fuga de talentos».
Los diputados destacaron que la educación superior en el Reino Unido suministra unos 750 000 empleos, mientras que hay unos 127 000 estudiantes de países de la UE en universidades británicas.
Reuters informó que este propio martes, en Bruselas, los líderes de la UE insistieron en que el Reino Unido conceda residencia permanente a los ciudadanos de la UE que lleguen a ese país antes del «brexit» en 2019 y permanezcan cinco años más, según un borrador del plan de negociación que los 27 deben aprobar el sábado próximo.
Esta es otra señal de que el bloque aumenta la presión sobre Theresa May para garantizar que, tras la salida del Reino Unido de la UE, los tres millones de ciudadanos de la UE que residen allí mantengan plenos derechos.
Las nuevas pautas del borrador incluyen mensajes destinados a impedir cualquier decisión británica que pretenda reducir el número de inmigrantes forzando la salida de personas.
Estas directrices quieren asegurar que los expatriados europeos que han convertido el Reino Unido en su hogar no lo pierdan y defiende que incluso aquellos que lleguen a vivir en el Reino Unido el día anterior al «brexit» dispongan de iguales derechos que los que ya están en el país.
Algunos Estados como Polonia —que tiene más de 800 000 ciudadanos en Reino Unido— temen que May de garantías solo a quienes residen antes de que ella activara el proceso o antes del referendo del «brexit», en junio de 2016.