Esta vez Leal consiguió perforar varias veces el bloqueo de los serbios. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
Veinte años después, un equipo masculino cubano de voleibol regresa a una final de Campeonato Mundial. Y lo hace de la forma más espectacular posible, tras vencer en cinco sets a Serbia en una épica batalla que se extendió por casi dos horas, y tuvo por escenario a la eterna Roma.
A solo nueve días del triunfo serbio en el más fresco de los duelos particulares, ambos equipos volvieron a medir fuerzas, pero esta vez con mucho más que el orgullo en juego.
Como viejos conocidos, se enfrascaron en un primer set muy táctico y parejo. El buen estratega Kolakovic sabía del interés por frenar a Iván Miljkovic, y tal vez por eso ordenó en los inicios el uso a discreción de su punta de lanza. Del otro lado Samuels insistía en la variedad ofensiva, pero sobre todas las cosas, en hacer daño con el servicio y recibir lo mejor posible.
Así, a manera de estudio se saldó el primer cruce de armas que favoreció a los europeos por 25-22. Apenas tres bloqueos —uno de los cubanos— y similares cifras de errores fueron como un anuncio del cerrado desenlace. Sin embargo, en la segunda manga se multiplicó el bloqueo del equipo cubano, que elevó a seis sus puntos desde la línea de servicio. De un momento a otro sacaron una considerable ventaja conservada hasta coronar un cómodo 25-17, que les dio la confianza necesaria para asaltar la gloria.
Ya a esas alturas el técnico serbio estaba convencido de que para enrumbar su nave tenía que apostar todo a la potencia de Miljkovic y Kovacevic. Y ni con eso pudo evitar que les pusieran contra la pared tras un trepidante tercer parcial que, después de varios set-point para ambos bandos, terminó 31-29 favorable a nuestros muchachos.
Parecía que la revancha estaba servida. El bloqueo serbio no encontraba muchas respuestas para frenar el ataque cubano que tenía a León (23 puntos) como referencia, y que disparaba desde todos los ángulos con Leal (21) envuelto en su mejor partido, con Fernando (13) «machacando» con su potente zurda, y con Simón (17) y Camejo (11) muy eficientes en lo suyo desde el centro de la cancha.
Pero desde la tranquilidad que aporta la experiencia los serbios se negaron a capitular, y sacaron provecho a un par de deslices cubanos en las postrimerías del cuarto set para equilibrar la balanza con un 25-22.
Llegaron entonces las agonías del tie break, con Miljkovic en estado de gracias —marcó ocho de sus 30 puntos en el set—hasta que le «apagaron la luz» dos veces. La última de ellas, obra de Simón, fue lapidaria y estableció el definitivo 16-14 que hundió a lo europeos, y desató la fiesta cubana dentro de la sala Palalottomatica.
Valió la pena cualquier sobresalto para ver a este grupo de muchachos ganarse el respeto y marcar su mayoría de edad, pues solo con madurez, perseverancia y ecuanimidad se logra superar con éxito cuatro tie break consecutivos en un Campeonato Mundial.
Archivadas desde ahora quedarán esas lágrimas de júbilo, esa explosión de emociones, y alguna que otra jugada como el bloqueo individual de Hierrezuelo en los finales del quinto set, que ya es antológico.
Ahora toca un nuevo remake frente a un equipo brasileño de sobrada calidad y sangre fría, que hará todo lo que esté a su alcance para defender la corona. Los dirigidos por Bernardo Rezendes no tuvieron muchas dificultades para someter por 3-1 en la otra semifinal a un elenco anfitrión al que se le acabó la «suerte» del calendario que se diseñaron para evitar un choque con los grandes. Como es costumbre, ante los sudamericanos se vivirá otra lucha a muerte y con pronósticos reservados. Demostrado está que se puede vencer. Sobre la cancha se escribirán esta tarde las últimas palabras de esta inédita final.
Del resto
También en la jornada sabatina quedaron definidos los puestos del cinco al 12 de esta cita universal que ha tenido por escenario a varias ciudades italianas.
Así, Rusia barrió a los campeones olímpicos de Estados Unidos en la disputa por el quinto escaño, mientras que Bulgaria aventajó también en tres sets a Alemania para terminar en la séptima posición.
Por su parte, Argentina se adueñó del noveno escalón al disponer por 3-1 de la República Checa, en tanto Francia ocupó el onceno lugar tras vencer también en cuatro parciales a la representación de España.