Ramón Cordovés de Beón, llegó a los 94 años nadando. Ramón Cordovés de Beón ganó dos medallas de oro en 100 y 200 metros, estilo pecho, durante el X Campeonato Mundial de natación, categoría Máster, disputado en junio de 2004 en Italia, y allí también alcanzó un bronce en los 200 metros, estilo libre.
Este atleta, que entrena de forma sistemática en mar abierto o en la piscina de curso corto de la Escuela Marcelo Salado, cumplió este lunes la envidiable edad de 94 años.
Integrante del Club Juventud Acumulada desde 1998, donde se agrupan otros longevos nadadores, este ingeniero de profesión ha intervenido en numerosas lides de carácter nacional e internacional.
«Mi abuelo vivió 96 años; mi madre, 95; mi padre, comandante en la Guerra de Independencia, llegó a los 80 y yo, aquí estoy con algunos achaques, pero entero todavía y listo para seguir nadando», comentó.
Cordovés no fuma ni ingiere bebidas alcohólicas. Es un sempiterno caminante y goza de buena memoria. Prefiere entrenar en horas de la mañana y hacerlo en mar abierto.
Incuestionablemente es el atleta en activo de más edad en Cuba. Este hombre menudo y de baja estatura, lamenta no tener rivales en el país y ello lo obliga a competir contra el reloj, algo que le resulta «un poco aburrido».
Reconoce haber perdido motivación a partir de la enfermedad de Herminia Cepero, su compañera del alma, quien ya transita por los 90 años.
«En la casa me exhortan para que continúe entrenando, sobre todo Mayita, una de mis hijas, quien estuvo conmigo en el Mundial de Italia, pero me exigía demasiado pensando que yo era un jovencito», dijo pícaramente.